Errores, ¿o no?

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Han pasado tres días desde que James y yo estuvimos juntos. Desde entonces, no he vuelto a salir de casa. Ni siquiera he ido a trabajar, he pedido que me concedieran los días de vacaciones que tenía pendientes.

Tampoco he hablado con Nat. No sé cómo decirle que me quiero unir a una mafia solamente porque estoy enamorada del jefe.

El timbre suena de repente y no me queda más remedio que ir a abrir. Es Nat. Me abraza y va directa a mi sofá. Intento poner buena cara para que no sospeche que me he cogido estos días porque estoy fatal pero no es muy convincente.

"Tienes mala cara tía, ¿ha pasado algo?" Niego y me excuso diciendo que no me encuentro físicamente bien. Me cree y me da ánimos para que me recupere.

"Entonces será mejor que esto te lo diga en otra ocasión, no quiero que te pongas peor." Niego y le agarro del brazo para evitar que se vaya. "Dime por qué has venido."

Agacha la cabeza y se toma un tiempo antes de contármelo. "Es Steve. Estos días hemos estado juntos y creo que me estoy enamorando..." Abro la boca y proceso lo que me acaba de decir. "¿Y qué pasa con Loki? ¿Si hicistéis las paces no?"

"Bueno... se podría decir que me pidió perdón y yo acepté sus disculpas, aunque realmente no quiero tener nada con un celoso compulsivo." Le entiendo perfectamente.

Me quedo en silencio un momento y de repente viene a mi mente el recuerdo de Steve en la tienda de ropa interior de mujer con dos conjuntos en la mano. "Nat, ¿estás segura de que tus sentimientos hacia Steve son reales y no cosa de un día?" pregunto y ella pone cara de confundida.

"Sí, ¿a qué viene esa pregunta?" Cojo aire y se lo digo. "El otro día vi a Steve en una tienda de ropa interior de mujer comprando un conjunto. Incluso me pidió ayuda para ver con cuál se quedaba."

Nat se ríe y me da las gracias. Pregunto confundida y responde. "Gracias por tener tan buen gusto, el conjunto era para mí. Me lo regaló antes de ayer."

Me quedo atónita por su respuesta y no puedo evitar alegrarme por ella. "Pero eso no es lo que te quería decir..." Su tono ha cambiado por completo de alegría a tristeza. "¿Qué pasa?"

"Sé que es una locura y que me estoy jugando la vida, pero no tengo nada que perder y mucho que ganar." Toma aire y por fin suelta la frase. "Quiero unirme a ellos."

Me quedo sin palabras. No puedo creer que seamos iguales hasta para esto. "Lo siento Brook, no debía haberlo di..." Le interrumpo. "Nat, estoy contigo. Yo también quiero" digo y su mirada regresa a mí. "No estoy enferma, es solo que hace dos días le dije te quiero a James inconscientemente y no salió muy bien. Perdón por no decírtelo, pero no sabía como avisarte de que me quería unir a una mafia."

Nat rápidamente se acerca a mí y me da un abrazo fuerte. "No te preocupes nena. Tú y James vais a terminar juntos, ya te lo digo yo." "Gracias, te quiero pelirroja."


Después de ponernos al día de todo lo que nos faltaba por saber, decidimos poner el plan de entrar en la mafia en marcha. El primer paso es hablar con Loki y Thor, y eso está hecho.

"Mira tía, a partir de ahora vamos a dejar de ser las que éramos. Si queremos entrar en la mafia, tenemos que ser fuertes y peligrosas." Asiento. "Así que vamos a empezar desde ya. Vamos a comprar ropa." Me río por lo convincente que suena y la sigo.

Llegamos a la tienda y miramos los vestidos de nueva colección que han sacado. Todos son preciosos pero hay uno que llama en especial mi atención. Es corto, rojo y con la espalda descubierta. Lo cojo y voy al probador con él.

Me queda perfecto. Rápidamente vuelvo a ponerme mi ropa y salgo con el vestido en la mano. Se lo doy a la chica para que me lo guarde y sigo buscando cosas que me puedan gustar.


Me he probado aproximadamente tres vestidos, cuatro faldas y dos pares de tacones. Absolutamente todo me quedaba como anillo al dedo. Le hago saber a Nat que ya estoy y ella sale del probador con un montón de ropa en la mano.

Ambas pagamos con tarjeta todo lo que hemos comprado y cojemos las bolsas, que son unas cuantas. Nos subimos a mi coche y conduzco hasta nuestra urbanización. Entramos en mi casa y comemos algo antes de ir al club.


Al llegar al club, las dos entramos con unos aires de grandeza que nunca antes habíamos tenido, nos sentimos poderosas, y se nota. Saludamos al resto de chicas y nos cambiamos rápidamente a nuestro atuendo de la noche, que también es nuevo.

Nos deseamos suerte y salimos a la zona de los clientes con alegría y sensualidad. Me doy un paseo por el lugar y de repente dos chicos grandes y fuertes me agarran del brazo. Me giro algo molesta y pregunto qué es lo que quieren.

"A tí. Llévanos a una sala que vas a gozar como nunca." Sus comentarios me dan asco y se lo hago saber dándoles una bofetada a cada uno. "Soy stripper, no prostituta. Ya os podéis ir yendo si no queréis problemas."

Los dos hombres se ríen en mi cara e intentan llevarme a la fuerza con ellos. Comienzo a gritar mientras trato de soltarme de sus amarres y gran parte del club se da cuenta de la situación, entre ellos Thor y Natasha, que rápidamente vienen a ayudarme.

Natasha se lanza a los hombros de uno y Thor impacta su puño en la cara del otro. Rápidamente ayudo a Nat con el hombre y en pocos minutos lo tenemos en el suelo inmovilizado. Thor sigue peleando con el restante pero enseguida Loki entra en la disputa y ayuda a su hermano.

Ambos hombres son echados por los seguratas y el ambiente vuelve a ser el mismo que antes. Thor y Loki se preocupan por nuestro estado físico y se disculpan varias veces por el altercado. Aceptamos sus disculpas y yo vacilo un poco. "Os ha costado más que a nosotras inmovilizarlos, eh, musculitos."

Los hermanos ríen y pasan sus manos por la cara para limpiar la sangre que les sale de los hematomas. "Anda, venid a que os curemos." Se miran entre ellos, avisan a los seguratas para que controlen un poco el club y nos siguen hasta la sala privada.

Natasha y yo cogemos el botiquín de primeros auxilios y sacamos el bote de agua oxigenada y algodón. Echamos el agua al algodón y limpiamos un poco las heridas. Ellos hacen muecas de dolor pero no se quejan.

"Esto merece un aumento de sueldo" vacila Nat. "No te pases pelirroja" responde Loki. Todos reímos y Nat y yo seguimos a lo nuestro.


Los ojos de Thor no se han separado de mi cara en ningún momento, y estoy comenzando a ponerme nerviosa. A pesar de estar enamorada de Barnes, este hombre me trae por el mal camino. Mi tipo siempre han sido los rubios de ojos azules, supongo que James es la excepción.

Es el turno de curarle la herida de la comisura de sus labios. Mojo el algodón de nuevo y lentamente limpio la zona. Sus ojos siguen fijos en mi cara, aunque más concretamente en mis labios. Repaso de nuevo la herida y un leve gruñido de dolor sale de su boca.

Me disculpo nerviosa y él le resta importancia. "No te preocupes reina, ignora mis quejidos." Nat se gira hacia mí y ve que mis mejillas están cambiando de color. Acaba de llamarme reina. Me separo de él para cambiar de algodón e intento calmar mi respiración.

Vuelvo a sus labios pero esta vez caigo en la tentación de mirar sus luceros azules. Muerdo mi labio inconscientemente y sin perder más tiempo pone su mano en mi cuello y me atrae a sus labios para darme un beso lento pero necesitado.

Nat se sorprende pero apenas le da tiempo a reaccionar ya que Loki le agarra, la sienta en su regazo y la besa. Ella responde al beso como si lo hubiera estado esperando mucho tiempo y se olvidad por completo de que Thor y yo aún seguimos ahí.

El rubio copia a su hermano y hace que me siente en sus piernas. Nos volvemos a besar y siento que el tiempo se para. Sus besos son tan necesarios que no quiero soltarlo. "¿Y si en verdad no estás tan enamorada de James como crees? me pregunto a mí misma.

Quiero responderme pero no tengo tiempo, y respuesta tampoco.

Night ClubDonde viven las historias. Descúbrelo ahora