Amor y Guerra.

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Aquí está el primer capítulo de la segunda temporada de Night Club. Espero que os guste. De verdad que cada día me veo con muchas más ganas de seguir con esto. OS AMO❤️

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Como siempre se ha dicho, en el amor y en la guerra, todo vale. Y es por eso que aún sigo aquí.

Han pasado dos semanas desde que ocurrió lo de James. Y Strange me asegura día tras día que está muerto, pero no lo creo. O mejor dicho, no lo quiero creer. Me niego a creer que el amor de mi vida haya muerto.

Estas dos semanas han sido sin duda las peores de mi vida. La noche que ocurrió lo de James no dormí, y al día siguiente tampoco. El shock todavía seguía en mi cuerpo. Era incapaz de procesar lo que acababa de pasar.

Al día siguiente, Strange me llevó a la fuerza a su tierra natal, Londres. Me negué de todas formas, pero de tanta insistencia en quedarme en Nueva York, me drogó para que no diera más problemas.

Del vuelo no me acuerdo prácticamente de nada. En general, no me acuerdo de nada de la primera semana en Londres, pues Strange siguió drogándome con cantidades como para dormir a un elefante.

A día de hoy, sigo igual de mal que el primero, pero por lo menos ya no me da ninguna sustancia para que me duerma o le obedezca. Es frustrante saber que alguien tiene completo poder sobre ti.

"Buenos días princesa." Otra vez esa puta voz británica. Ni siquiera me limito a responder, me da asco.

Strange entra en mi habitación con una bandeja llena de comida. Se sienta a mi lado y me pide que coma algo. Niego. Llevo sin comer bien básicamente desde que llegué. Y todo por un motivo: no quiero compartir espacio con este monstruo.

"Tienes que comer o te pondrás enferma." Ruedo los ojos. "No hagas como que mi salud te importa Strange."

"Sabes que sí lo hace." Es cierto. Casi se me había olvidado que esta persona está completamente obsesionada conmigo.

Me doy la vuelta y me tapo completamente con el edredón. Siempre hago lo mismo cuando viene a despertarme. Stephen suspira y se va. Por el momento está siendo bastante respetuoso, aunque dudo que dure mucho tiempo.


Mis días aquí se resumen en estar en la cama y de vez en cuando bajar a la cocina a por algo para comer. Eso siempre y cuando él no esté cerca. Aunque si que es cierto que muchas veces me ahorro el bajar ya que Victoria, una chica del servicio, se ha convertido en mi única amiga aquí.

Ambas odiamos a Stephen y eso me gusta. Los primeros días no quería hablar conmigo pensando que era igual a él. Pero cuando se enteró de que estaba ahí obligada, acudió rápidamente a mí.

"Buenos días señorita Stones." Suspiro enfadada. "¿Cuántas veces te he dicho que me llames Brook?" Ella suelta una risa tonta y se sienta en el borde de mi cama. "Strange se ha ido, supongo que con sus dichosos súbditos."

Río por el tono en el que lo dice y me incorporo. "¿Has conseguido lo que te he pedido?" pregunto nerviosa. Ella pone cara de que se le ha olvidado por completo pero cuando estoy a punto de decir algo lo saca de su bolsillo.

"Te amo muchísimo Victoria. Eres la mejor." La pelinegra sonríe y me entrega el teléfono que ha conseguido Dios sabe como. Exacto, Stephen me quitó el mío sin que estuviera siquiera consciente.

Enciendo el aparato y cuando se ilumina la pantalla voy directamente a marcar el número de mi hermana. Espero a que conteste y cuando lo hace me echo a llorar. "¡BROOK!" grita y rompe a llorar igual que yo.

Night ClubDonde viven las historias. Descúbrelo ahora