"𝗙𝗥𝗘𝗘"

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Estábamos paradas frente a él, atrapadas nuevamente.

— Muevete, Dreykov. — dije con un tono amenazante.

Él simplemente soltó una carcajada burlona.

— Traicionarme es un camino que no muchos toman, debido a sus consecuencias...

— Vincent lo hizo, y tuviste que enviarnos para no ensuciarte las estúpidas manos. — respondí.

Él dió un golpe justo en mi rostro, el cual hizo que cayera al suelo con debilidad. Rápidamente sacó un pistola y la apuntó a mi cabeza mientras Clarke se notaba con miedo.

— Eres un cobarde, entrenas gente inocente para hacer tu trabajo sucio. Asesinas y torturas por tus beneficios. — dijo Clarke.

— Pero tú aceptaste tu puesto. — respondió.

— Asesinaste a mí esposo, a mis padres y mantienes a una niña amenazada y huérfana.

— Por ella debías hacer bien tu trabajo, y decides ayudar a una más de ellas.

— Para ti no era una más... Era de tus mejores armas. — dije desde el suelo.

— Tu hija lamentará tus acciones... — susurró mirando a Clarke.

Dreikov movió su mano hasta ella, apuntando su arma a su pecho.

— No te atrevas maldito idiota. — dije con dolor.

— No puedes hacer nada, Danielle... Por tu culpa, ella morirá.

Lo siguiente que sentí fue mis oídos aturdidos por el disparo a unos metros de mí, ya estaba acostumbrada, pero lo que me rompió fue ver el cuerpo de Clarke caer al piso mientras su sangre volaba a mí rostro.

Me quedé ahí unos segundos con la vista perdida en lo que mis oídos dejaban de silbar. me arrastré hasta Clarke y presioné su herida.

— No, ¡no! — negué múltiples veces mientras las lágrimas caían por mi rostro.

Ella me veía con la respiración agitada, acarició mi mejilla y tomó una pequeña cadena que estaba en su pecho.

Clarke tomó mi mano llena de sangre y puso la cadena ahí. Cerró mi puño y lo apretó débilmente.

— Gracias... — fue lo último que dije mientras lloraba y apretaba su brazo.

La única mujer que me había dado afecto en todos esos años de infierno había cerrado sus ojos y su respiración se había cortado.

No pude lamentar su muerte o darle un buen final a su cuerpo sin vida, pues ambas viudas que protegían la espalda de Dreikov estaban pateando mi cuerpo con fuerza mientras él miraba con satisfacción.

Una de ellas tomó mi cabello y me arrojó a la pared, ambas seguían golpeando, dejando heridas en mi rostro y torso.

Simplemente miraba al frente, resistiendo los golpes. Dreykov detuvo a las viudas y se acercó a mí.

— Si no eres mía, no serás libre.

Él caminó lejos cerrando todas las puertas del lugar, dándole el paso al mismo guardia con el suero que me había atacado. Corrió hacia mí pero antes de que pudiera llegar activé una granada que había sacado del cinturón de una viuda.

La arrojé hasta él y todo explotó. Claro, simplemente quemó las paredes y rompió las puertas blindadas que me separaban del lugar.

Caminé hasta una puerta y la termine de romper con un fuerte golpe mientras que el guardia estaba tirado, apenas se movía pero sabía que iría detrás de mí.

Corrí rápidamente hasta la entrada de la habitación roja, sabía en donde estaba ya que Clarke me lo había dicho. Miré hasta la cámara de la entrada y sacudí mi mano. Sabía que Dreikov me miraba.

Rápidamente los otros guardias comenzaron a llegar, abrí la puerta de varios golpes apresurada y salí de prisa.

No sabía en donde me encontraba, pues nunca vi la habitación roja por fuera. pensé que era una base en algún edificio, algo apartado de la ciudad pero no. Estábamos en medio de un mar, no podía ver nada a mi alrededor.

Llegué hasta la orilla desesperada y miraba a todas direcciones mientras los guardias corrían hasta mi. Comenzaron a disparar, y un balazo me dió en el brazo.

Caí al piso, mi cabeza rebotó y mi abdomen cada vez dolía más. Otro disparo fue impactado en la parte trasera de mi muslo seguido de un rozón en la espalda.

Me arrastré por el piso de metal, quería llegar a la orilla y simplemente aventarme al mar. No me importaba que muriera, solamente no quería tener un solo centímetro de mi cuerpo tocando ese asqueroso lugar.

Los guardias se detuvieron pero los disparos no. Otro dió en mi pierna nuevamente lo que hizo que soltara un fuerte gritó mientras seguía arrastrando mi débil cuerpo por el lugar.

Llegué a la orilla, miré mi cara en el reflejo del agua salada y no dudé en tirar mi cuerpo.

Floté por el agua y mis ojos miraban al frente, los guardias dejaron de disparar y se acercaron a la orilla. Pensaron que había muerto.

𝗥𝗘𝗗 𝗥𝝝𝝝𝗠 || 𝖰𝖴𝖤𝖤𝖭 𝗈𝖿 𝖡𝖫𝖮𝖮𝖣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora