"𝝠𝗚𝝠𝗜𝗡"

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Pasé un par de semanas por la calle, sentía que no había pasado tiempo desde que pasó lo de mi padre. Caminaba fuera de los lugares y me escondía en los callejones más oscuros.

Una noche simplemente desperté, sentía que debía hacer algo, y eso era encontrar a la gente que asesinó a mí madre...

Me coloqué mi traje y me balancee por los edificios de la ciudad.

SPACE NEEDLE - SEATTLE

Estaba de pie sobre ese alto mirador, viendo el anochecer de la hermosa ciudad.

Toqué mis brazaletes que me recordaban a Jason y se me vino una idea a la mente. Estaba en uno de los puntos más altos de esa zona de Seattle así que debía aprovecharlo.

La pantalla que desplegaba mi brazalete tenía varias cosas, pero lo que quería era un aparato que me permitía localizar cualquier persona que ordenara. Algo así como los lentes que la habitación roja me había dado para aquella misión.

Coloqué un pequeño círculo que el brazalete había desplegado en mi sien y lo coloqué a un costado de las gafas de protección rojas que tenía en mi cabeza, eso hizo que en los lentes se vieran toda la información que quería.

— Busca a Vincent Bogdánov.

De inmediato las gafas analizaron los rostros de las personas de Seattle hasta dar con él.

-

La noche había llegado, fuí hasta la ubicación de él y miré el lugar de lejos.

Era un lugar poco poblado, había bosque a un lado y varios edificios viejos rodeando una parte del lugar. Parecía una vieja mansión, la cual sinceramente estaba muy sospechosa.

Miré desde el techo de una de las construcciones que estaban a un lado y di un salto hasta el techo de aquel lugar.

Bajé con sigilo hasta el primer y único piso pero no había nadie, y las gafas marcaban a Vincent ahí, mientras que detectaba más ondas de calor literalmente a un lado mío, lo que me dejó aterrada y confundida.

El lugar estaba abandonado y sucio, caminé por ahí pero no había absolutamente nadie. O eso creí.

Pasé por unas escaleras que daban hacía abajo, comprendí lo que pasaba, todos estaba reunidos abajo.

Bajé hasta ahí y me escondí en la pared. Miré por un lado y habían unas diez personas con la vista al frente y máscaras plateadas que no dejaban ver sus rostros.

Volví a tocar mis gafas y detectó a Vincent ahí, lo estaba mirando a tan solo unos metros de mí, de pronto alguien habló.

— Por esta pieza vinieron todos ustedes, valorada por un precio sumamente elevado, pero más que nada por su poder. — el hombre quitó una manta negra para dejar ver una cápsula de cristal que dentro contenía una gran roca negra que brillaba con un tono azúl.

Cuando lo ví me quedé sorprendida, pues de verdad se veía peligroso. Aún así nada apartaba mi mente de Vincent.

Sabía que debía mantener la calma, pero la ira comenzó a llenarme, mi mente se llenó de esos recuerdos de hace años, el cómo sufrí ese día y como lo dejé escapar aquella vez en Kazán.

Mi respiración se aceleró y dejé de escuchar la subasta, no presté atención a quien ganó esa roca pero después de un rato vi como la gente comenzó a marcharse mientras él celebraba.

Justo en ese momento en el que la gente me vería me lancé hasta él, lo tiré al piso y comencé a golpearlo descontroladamente mientras estaba sobre él.

Lo golpeé tantas veces que la máscara que tenía se partió en pedazos, dejando ver su rostro ensangrando. Al fin me estaba vengando, pero eso paró hasta que sentí como una delgada cuchilla traspasó un costado de mi espalda, lo que ocasionó que dejara de golpear tan pronto como lo sentí.

Vincent se puso de pie mientras yo caía de rodillas al piso con dolor luego de que sacaran la cuchilla de mí.

— Creo que ya te había visto antes... — habló después de quitar mis gafas y mi pequeña máscara negra que cubría hasta mi nariz.

— Asesinaste... A mí madre hace... siete años.— respondí con dificultad.

— No me quiero ensuciar las manos contigo.

El hombre que estaba detrás mío tomó mi cabello y me arrojó al piso. Tenía una máscara con unas pequeñas orejas que acababan en punta y un traje que brillaba con destellos morados.

Él pisó mi pecho mientras veía como Vincent se iba con tranquilidad.

— ¡Sueltame! — gritaba con furia.

Luego de unos segundos él me tomó del traje y me arrojó hasta la pared luego de encender sus brazos morados.

Traté de correr hasta la escalera pero él me tomó de la pierna y me jaló con fuerza, luego di una patada en su cara pero esto pareció no hacerle daño. Me jaló más hasta él y presionó la herida de mi espalda, dejándome soltar un fuerte grito.

Rápido me giré y di un codazo en su casco pero no pasó nada. Logré liberar mis piernas y las usé para aventarlo fuertemente unos metros atrás.

Subí con velocidad pero Vincent no estaba. El coraje se apoderó de mí, sentía rabia, pues había dejado que se fuera una vez más.

De pronto el mismo hombre de abajo atravesó el piso y se lanzó hasta mí, dejándome adolorida en el piso. Me tomó de los brazos y me arrojó con fuerza hasta la pared la cual atravesé con facilidad, dejándome fuera de su camino.

Me encontraba tirada entre los árboles del bosque, debía regresar a la pelea así que me puse de pié y caminé débilmente. un fuerte ruido me había alertado, era una gran nave que pasó rápidamente sobre mí.

Todo estaba en silencio, me pareció muy extraño pero seguí caminando hasta llegar a las ruinas. cuando asomé mi cabeza; cinco chicas con lanzas y trajes rojos estaban luchando contra el hombre. Ellas ocasionaron una ola de energía morada que lanzó a él hasta mí.

Obviamente ellas me vieron y dos se lanzaron hasta mí, pegándome con sus armas sin éxito.

Una de ellas trato de pegarme por arriba pero logré bloquearla y al momento lancé mi gancho de mi muñeca hasta su estómago, atrayendola hasta mí, lo cual aproveché para dejarla fuera de combate.

𝗥𝗘𝗗 𝗥𝝝𝝝𝗠 || 𝖰𝖴𝖤𝖤𝖭 𝗈𝖿 𝖡𝖫𝖮𝖮𝖣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora