"𝗠𝗜𝗡𝗗 𝝠𝗧𝗧𝝠𝗖𝗞"

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El traje de la pantera roja se había completado en mí, quite el casco y miré a Evan a los ojos, levanté mi mano y con las filosas garras del traje rocé con delicadeza su cuello descubierto. El sonido del filo con su piel erizada podía escucharse.

— Si intentas hacerle algo a Jonathan o a mí... Éstas garras cortarán cada centímetro de tu cuerpo. ¿Entendido?

Evan dio un paso atrás y quitó su casco. Al fin pude ver su rostro, el cual estaba desfigurado completamente. Éste se inclinó ante mí y dio una señal para que todas las personas a nuestro alrededor lo hicieran. Schneider hizo un gesto de desagrado pero igualmente lo hizo, ésto lo noté y le guiñé el ojo mirándolo con descaro.

Jonathan me miraba confuso pero no le presté atención, sentía bien el como docenas de personas me miraban como su reina...

El lugar era una isla, era redondo con el centro hundido, parecía la forma de un estadio... Todo estaba lleno de rocas de distintas formas y el tamaño del lugar era inmenso. En la cima del monte habían pequeñas casas individuales en las cuales dormimos.

Jonathan y yo nos dirigimos a una de esas y él se recostó en una de las camas dándome la espalda.

— ¿Que pasa? — pregunté al analizar su comportamiento mientras cambiaba mi ropa.

Él no dio respuesta alguna, simplemente me ignoró.

— ¿Ya no hablas inglés? — pregunté en español para tratar de molestarlo.

Jonathan soltó una leve risa que fue inevitable.

Aún recuerdo guapa... — dijo al voltear su cuerpo con lentitud y una mirada juzgadora.

— ¿Que tienes? — pregunté con la mejor amabilidad que podía sacar en ese momento.

— Nada, es raro que por primera vez haya sentido que tomé la decisión incorrecta al impedir que nos marcharamos...

— Eso no es todo... — interrumpí.

— Senti extraño que un grupo de personas se arrodillaran ante mí. — rodó los ojos.

— Vamos Jonathan... Se siente increíble, hace unos años... él quería matarnos y ahora están a nuestros pies.

Hubo un pequeño silencio

— Fuimos congelados por diez años... ¿De verdad no te causa nada?

Caminé hasta la cama y me recosté a su lado, quitó el cabello de mi rostro y tocó mis labios con su pulgar suavemente.

— Solo siento que te conozco hace diez años...— hablé a su oído, lo cual lo excitó notablemente.

El castaño metió su mano en la colcha que nos tapaba, de pronto los gemidos comenzaron a hacer presencia. Sus largos dedos estaban entrando en mi mientras me silenciaba con salvajes besos. Éstos se bajaron hasta mí cuello y hasta mi pecho, dejándome marcas rojas por todos lados.

Moví los tirantes de mi camiseta y el se encargo del resto, luego retiró su playera y toqué sus marcados músculos. Sus movimientos con los dedos se hicieron más veloces pero exigí más.

Jonathan introdujo un dedo más, el cual me hizo gritar fuertemente. Quitó la colcha con brusquedad y dirigió su cabeza a mí zona sensible, él sacó sus dedos y comenzó a frotar mientras mordía mi labio inferior con placer.

— No pares. — exigí entre sollozos.

Él bajó su cabeza e introdujo sin previo aviso su lengua. Ésta la movió rápidamente de arriba a abajo, lo cual me derritió aún más.

𝗥𝗘𝗗 𝗥𝝝𝝝𝗠 || 𝖰𝖴𝖤𝖤𝖭 𝗈𝖿 𝖡𝖫𝖮𝖮𝖣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora