Claro que tomaba el camino por mi cuenta. Antes prefería pelear sola que poner en riesgo a los que me rodeaban. Tenía que aprender a cambiar eso o jamás confiarían en mi de nuevo.
"¿Cambiar o terminar siempre siendo la villana?" — Aún no decidí.
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Daria estaba posada sobre el piso de roca a desnivel, mirando al alto hombre con aspecto temible mientras que de fondo los defensores y guardias que restaban trataban de huir sin éxito, siendo atacados con brutalidad por las tantas criaturas. Eso no sin antes luchar fuertemente contra ellos. Cada persona en el lugar tenía un arma y sabían como utilizarla.
— Diles que paren. — ordenó hacia él.
Las criaturas pegaban a matar, pero quienes se resistían los llevaban por un camino diferente. Pues al estar sobre ellos, los monstruos escupían una especie de gas negro sobre sus rostros, provocando que entrara por sus ojos o boca. Después de que eso pasara, se levantaban igual que ellos, con los ojos negros y con una furia parecida a la de un animal salvaje.
— Basta con esto.
Daria corrió hasta el hombre y al llegar se deslizó con sus piernas en el piso, tomando un arco que estaba tirado a velocidad. Sin rodeos trepó por una pared con extrema agilidad, dejándolo sobre una torre en la cual sabía que había flechas. Ella tomó un montón y las colocó a su lado, disparando una por una hasta las criaturas que podía ver. Su puntería era buena pero debía darse prisa.
El hombre poseía una fuerza increíble, así que comenzó a golpear la torre en la que Daria se encontraba con la esperanza de poder derrumbarla, lo cual no fue tan tardado. La torre había comenzado a temblar por los golpes, eso hasta que comenzó a ladearse hacia un lado, mientras esta caía hacia dentro de Wooded. Daria logró colocarse en una posición en la cual el impacto no hizo tanto daño, pues apoyó sus piernas del lado del que iba a recibir el impacto.
Él comenzó a caminar hasta los pedazos de la Torre y cuando menos lo esperó, una flecha fue clavada en su armadura. Un tanto enojado tomó el brazo de Daria y le dio un tirón que la llevó hasta el piso. Sin soltarla comenzó a tratar de golpearla pero ella era rápida así que giraba para evitar los golpes.
Con su mencionada manopla con cuchillas logró hace un corte en el brazo del hombre, lo cual le sirvió para poder ponerse de pie en una posición apropiada para el combate.
Con furia corrió hasta ella y esta lo esquivo, cortando de nuevo su torso. Enseguida volvió a dirigirse hasta ella y esta vez la chica tomó de su brazo y con la fuerza que este tenía, logró pasar por debajo de él y alejarse ocupándolo como un objeto para impulsarse lejos.
