Había caído a la tierra húmeda mientras que las gotas de lluvia caían en mi rostro, coloqué mi mano en mi abdomen, el cual dolía por la patada de Jones, dejándome mostrar una expresión de dolor.
Recargué mis manos sobre la tierra y me levanté, caminé desanimada hasta el callejón en donde había dejado mis cosas y sorprendentemente ya no estaban.
— ¿Buscabas ésto? — habló Jones a mis espaldas, tenía mi mochila en una mano y mi peluca en otra. — Bonitas armas...
Miré su muñeca derecha y en ésta traía uno de mis brazaletes plateados. Sin pensarlo dos veces me dirigí hasta ella, golpeé su rostro con mi puño y el siguiente golpe lo detuvo con mi brazalete.
Ella golpeó mi pecho con fuerza, lo cual me alejó unos centímetros.
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— ¡Basta! — gritó ante esa ventaja.
De inmediato extendí mi mano al frente haciendo que de su brazo saliera mi brazalete y se pasara al mío. Ella dio un paso hacia mí y al instante encendí éste en rojo, segundos después una corriente de energía del mismo color la había arrojado varios metros atrás.
Jones se puso de pie con bastante trabajo mientras la miraba fijamente.
— ¿Que eres? ¿Una especie de vengadora? Te he visto en los noticieros... En Nueva York, ¿de verdad tu cabello rojo es una peluca? — habló al ver el logo en mi traje.
Negué con la cabeza y puse una mirada de confusión. — Soy quien vino a detenerte, y como consejo... No te resistas más.
— ¿Disculpa? Yo soy quien investiga el asesinato de la familia de Gordon Brock...
Al instante puse una expresión de confusión. — Eso es imposible, él fue puesto en custodia el mismo día que sucedieron los asesinatos. — respondí intrigada.
— Él me dijo que vienera a éste lugar y que acá encontraría la dirección a la que debía ir.
— ¿Estaba dentro de la caja fuerte?
Ella asintió con la cabeza. — Así es...
Sabía que algo andaba mal, era imposible que el le haya advertido a Jones sobre los asesinatos. — Debes acompañarme con alguien, debemos resolver ésto.
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Jones y yo subimos a su auto, tirándonos un par de miradas de desagrado. Manejó un par de minutos y pasamos frente a Jonathan, quien estaba saliendo de la estación de policía, hice un gesto con la cabeza y el entró al vehículo.
— Debemos ir a la dirección... — hablé en señas frente a Jones, lo cual entendió a la perfección al igual que Jonathan.
Habíamos llegado a donde el papel indicaba, el lugar era enorme, era una especie de edificio u hotel completamente abandonado.
