𝗥𝗘𝗗 𝗥𝝝𝝝𝗠 || 𝖰𝖴𝖤𝖤𝖭 𝗈𝖿 𝖡𝖫𝖮𝖮𝖣

"𝝠𝗙𝗧𝗘𝗥 𝝠𝗡 𝝠𝗚𝗘"

Había pasado un largo tiempo a solas, mi mision de encontrar al Soldado del invierno ya no estaba pié, pues había pasado meses buscándolo pero nada resultaba. Una tarde luego de meses recibí una llamada de Romanoff la cual contesté. Me habló sobre todos ese tiempo y luego pidió mi ayuda para pelear una guerra que no me invlucraba en Sokovia. Como era de esperarse la rechacé, corté la llamada y días después en el noticiero ellos estaban ahí.

Pasé todo ese tiempo viviendo en una pequeña cabaña por el bosque, solamente tenía comida, agua, una cama y una pequeña televisión. Era más que suficiente.

Habían hecho de una ciudad un caos, debido a que un robot llamado Ultron era la amenaza. Cuando quise ayudarlos y redimirme ya era muy tarde, hablé con Romanoff en persona en la base de los vengadores luego de que todo ese problema acabara. Quería disculparme y estaba dispuesta a ayudarlos si alguna vez se presentaba otra amenaza.

Ella sonrió y me llevó con Steve, nos encontramos luego de bastantes meses, él no tenía expresión alguna, solo me llevó junto con Natasha frente a Maximoff, Wilson, Rhodes y un androide llamado Vision.

— Ellos son los nuevos...

— ¿Vengadores? Así es. — continuó Romanoff.

— Ahora lo somos. — añadió Rogers al mirarme.

LAGOS.
TIEMPO DESPUES.

Wanda y Natasha estaban sentadas en ese café, ambas en distintos lados con ropa de civiles y gorras para cubrir su identidad.

— Wanda, dime qué ves.

— Unos pocos oficiales. — respondió la castaña. — Una pequeña estación. Calle tranquila.

— Hay un cajero en la esquina sur, ¿Que significa? — preguntó.

— Cámaras. — respondió sin dudarlo.

— Ambas calles son de un sentido.

— Entonces las vías de escape se reducen... — continuó Rogers. — No le preocupa que lo vean, no tiene miedo de crear conmoción al escapar. ¿Ves esa camioneta a la mitad de la calle?

— Si, ¿la roja? Es linda...

— También es a prueba de balas, lo que implica seguridad privada, lo que implica más armas, lo que implica líos para alguien más, tal vez nosotros. — añadió Romanoff, quien estaba detrás de Wanda.

— Si recuerdan que muevo cosas con mi mente... ¿Verdad? — dió un sorbo a su café luego de su comentario.

— Mirar sobre tu hombro tiene que volverse un instinto... — respondió.

— ¿Alguien te ha dicho que eres un tanto paranoica? — habló Wilson, quien estaba caminando sobre los techos.

— Nunca de frente, ¿por qué? ¿Oíste algo?

— Ojos en el objetivo. — interrumpió Rogers. — Es la mejor pista de Rumlow que hemos tenido en seis meses, no quiero dejarlo ir. — El se asomó por la ventana del departamento en el que estaba. — Agente Volk, ¿ves el camión de basura? Necesito que lo analices.

Esa era mi señal. Caminaba sobre la calle con un atuendo negro, una camisa remangada de éste color y pantalones iguales, cabello suelto y claro, unas gafas negras. Al momento que pasó el camión arrojé un pequeño disco a la parte trasera, el cual me permitía observar por dentro del vehículo en la pantalla de mi brazalete.