Ambas fuimos llevadas lejos de ese lugar, llegamos a una habitación con luces blancas, nos recostaron sobre unas camillas y ataron pies y tobillos.
Varias personas con batas y guantes azules entraron a la habitación, sacaron un pequeño tubo transparente con un líquido azul y lo pusieron sobre una máquina la cual estaba conectada a mi brazo. No sin antes dividir la dosis del suero y ponerlo en la máquina que daba a Natasha.
Ambas estábamos quietas, mirando al techo, cuando alguien más entró a la habitación con varias cápsulas rojas dentro de un maletín.
Un hombre acercó una de las cápsulas y la rompió en mi cara. Mis ojos se pusieron rojos por unos segundos y ahí fue cuando desperté.
Pensé en los asesinatos, y en todo lo malo que había hecho en una semana. Comencé a gritar y a mover mi cuerpo escandalosamente al ver como ese líquido azul entraba en mí.
Vi como a Natasha le hicieron lo mismo, su reacción fue igual pues aún era nueva en el asesinato, segundos después ambas nos dormimos.
-
Desperté con una voz conocida, una mano tocaba mi rostro y cada vez se hacía más clara mi visión.
— Danielle, despierta, ¡vamos! — escuchaba a lo lejos mientras una luz roja parpadeaba en todo el lugar.
Abrí mis ojos y vi a Clarke, intentando hacerme despertar desesperadamente.
— Dime mi nombre, dime mi nombre... — repetía una y otra vez, quería ver si podía confiar en mí y en mi nueva yo.
— Clarke... — respondí con dificultad.
Tomó un cuchillo pequeño de una de las mesas y cortó ágilmente los agarres de manos y tobillos que evitaban moverme.
Me senté rápidamente por la camilla y me levanté mareada con Natasha. Toque su rostro con brusquedad e intenté despertarla pero fue inútil.
— Debemos salir de aquí ahora, Danielle... Éste es el momento. — arrojó el cuchillo a mi mano y libere a Natasha.
Aún seguía moviéndola pero no hubo respuesta de parte de ella.
— No podemos dejarla. — dije con un tono enfadado.
— Tenemos un minuto Danielle, si no nos vamos antes habremos perdido la oportunidad y yo perderé la vida.
Mi rostro cambió, sentía impotencia y enojó, tomé a Natasha del traje y la dirigí hacia mí.
— Natasha por favor, no es el estúpido momento para quedarte dormida, ¡despierta! Tienes que hacerlo... — grité desesperadamente.
Clarke tomó mis hombros por detrás y volteó mi cuerpo.
– Escucha, Danielle, sé que debí haber hecho ésto antes pero debes saber que no podía, mi familia está amenazada por Dreikov, mi hija de diez años sola en un lugar sin su madre... Por eso te quiero, me recuerdas a ella, todas ustedes lo hacen, y se que no dejaría que algo malo le pase.
Agarré sus brazo y juntamos nuestros cuerpos, nos dimos un abrazo y salimos rápido de la habitación luego de tomar el maletín, viendo con tristeza el cuerpo de Natasha sobre la camilla.
— ¿Que haremos? — pregunté mientras corríamos por el pasillo alumbrado con las luces rojas.
— Debemos ir al cuarto de seguridad, todos los guardias estarán enfocados en ésto.
Ambas corríamos por el pasillo contrario de donde venían las pisadas de los guardias y los láseres rojos.
Corrimos hasta toparnos con dos de ellos frente a frente mientras vigilaban una de las entradas de las viudas que se encontraban entrenando.
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𝗥𝗘𝗗 𝗥𝝝𝝝𝗠 || 𝖰𝖴𝖤𝖤𝖭 𝗈𝖿 𝖡𝖫𝖮𝖮𝖣
Acción𝑫𝒂𝒏𝒊𝒆𝒍𝒍𝒆 𝑷𝒂𝒓𝒌, 𝒖𝒏𝒂 𝒂𝒔𝒆𝒔𝒊𝒏𝒂 𝒆𝒏𝒕𝒓𝒆𝒏𝒂𝒅𝒂 𝒔𝒖𝒑𝒆𝒓𝒂 𝒔𝒖𝒔 𝒕𝒓𝒂𝒖𝒎𝒂𝒔 𝒎𝒂𝒓𝒄𝒂𝒅𝒐𝒔 𝒆𝒏 𝒍𝒂 𝒉𝒂𝒃𝒊𝒕𝒂𝒄𝒊𝒐́𝒏 𝒓𝒐𝒋𝒂... 𝑺𝒊𝒏 𝒊𝒎𝒑𝒐𝒓𝒕𝒂𝒓 𝒆𝒍 𝒑𝒓𝒆𝒄𝒊𝒐. ⴵ