Habíamos vuelto a la isla, todos sin decir una sola palabra, sentía como todos ahí me juzgaban con la mirada, podía verlo en sus rostros.
Ellos tomaron los cuerpos de sus amigos, cavaron dos tumbas y los sepultaron. La máscara de Evander estaba frente a su cruz de madera, pues la había puesto ahí.
Luego de llorar, hablé con ellos, Hilker no quería mirarme así que se apartó unos pasos.
— Tengo que irme de éste lugar, iré a la ciudad, no puedo estar más aquí...
Jonathan golpeó mi hombro — Iremos ambos. — interrumpió.
Giré mi rostro y asentí al verlo.
— Pues espero les vaya bien... — habló Albert.
— No digas a donde iremos, tal vez llegué a arruinar nuestras vidas nuevamente. — complementó Edeline al marcharse, se había subido a un jet mientras esperaba a Albert.
Él me miró con pena, era demasiado bueno como para herirme, así que solo bajó la mirada.
— ¿Que hará Friedrich? — pregunté en voz baja.
— No lo sé, no se quiso marchar con nosotros. Suerte... — dijo antes de caminar junto con Edeline.
— Ésta gente necesita a alguien, tal vez el número disminuyó, pero es necesario. — habló al acercarse a mí. — Pueden retirarse, no son bienvenidos.
Tomé la mano de Hilker y coloqué un artefacto que era para poder comunicarse conmigo. Cerré su puño y me marché junto con Jonathan en un pequeño jet.
CUATRO MESES DESPUÉS.
WASHINGTON D. C.Nuestros caminos se habían separado, Albert y Edeline estaban enfadados conmigo, pues no me había vengado de la persona la cual había asesinado a su amigo, Fridrich se había quedado en la isla como líder de su pequeña comunidad y Jonathan vivía conmigo en un pequeño departamento en un edificio por las calles de Washington.
Jonathan consiguió un empleo en el departamento de policía, pues al llegar a Washington nuestras vidas habían cambiado.
Cada día ponía una peluca pelirroja sobre mi cabeza, pintaba mis labios al espejo y repetía mi nuevo nombre una y otra vez en mi cabeza. Éste era Vanya Shcherbakova, una mujer rusa que se crió en Estados Unidos padres muertos, con documentos falsos y en una relación con Hans Heinrich, quien en un pasado era Jonathan.
Gracias a ésto Jonathan y yo pudimos engañar a todos en la ciudad, nadie sospechaba nada así que él podía trabajar. En cambio a mí me costaba encontrar empleo, ya que mi actitud no era la mejor.
Vivimos una vida aparentemente normal por esos meses, él llegaba de sus empleo y contaba todo sobre su día al llegar con la cena a casa, mientras que yo me sentía miserable al no poder hacer absolutamente nada, sentía mi cuerpo estancado, sentía como si mis hombros cargaran un gran peso y eso era todo lo que había vivido hasta la fecha.
Tal vez era fuerte, eso aparentaba pero en realidad aun tenía la experiencia de una joven de dieciocho años, no sabía lo que era la paz y tranquilidad.
Toda mi vida la pasé en combates, sufriendo y aprendiendo técnicas de asesinato, la calma me irritaba, me sentía amarrada y dejé de prestar atención a todo, debía sacar mi verdadera yo, alguien la cual no se quedaba sentada en un maldito sofá por semanas.
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𝗥𝗘𝗗 𝗥𝝝𝝝𝗠 || 𝖰𝖴𝖤𝖤𝖭 𝗈𝖿 𝖡𝖫𝖮𝖮𝖣
Action𝑫𝒂𝒏𝒊𝒆𝒍𝒍𝒆 𝑷𝒂𝒓𝒌, 𝒖𝒏𝒂 𝒂𝒔𝒆𝒔𝒊𝒏𝒂 𝒆𝒏𝒕𝒓𝒆𝒏𝒂𝒅𝒂 𝒔𝒖𝒑𝒆𝒓𝒂 𝒔𝒖𝒔 𝒕𝒓𝒂𝒖𝒎𝒂𝒔 𝒎𝒂𝒓𝒄𝒂𝒅𝒐𝒔 𝒆𝒏 𝒍𝒂 𝒉𝒂𝒃𝒊𝒕𝒂𝒄𝒊𝒐́𝒏 𝒓𝒐𝒋𝒂... 𝑺𝒊𝒏 𝒊𝒎𝒑𝒐𝒓𝒕𝒂𝒓 𝒆𝒍 𝒑𝒓𝒆𝒄𝒊𝒐. ⴵ