Natasha se encargó de Antonia y se aseguró de que Yelena se encontrara bien. Las tres tuvimos una breve plática, en la que ella expresó lo que llevaba guardando bastante tiempo, al igual que pedí una disculpa a ambas por no haber vuelto por ellas aquella vez que logré escapar. Seguido de eso informé la muerte oficial de Dreykov, cosa que pareció no haberles agradado al cien.
Ella estaba decidida, había arreglado a una de sus familias, pero la otra necesitaba de su ayuda, pues debía sacarlos de la balza. Quería que la acompañara, pero siendo honesta nunca consideré a los Vengadores parte importante en mí así que me fuí por mi propio camino como era costumbre... Mientras tanto, Belova obtuvo la tarea de rescatar al resto de viudas por todo el mundo.
Me había cansado, estaba harta de dejar todo atrás luego de cualquier pelea pero, no tenía nada, todo lo que conocía se había perdido. Dejar atrás a Jonathan de pronto comenzó a dolerme, lo extrañaba demasiado pero lo hice por su bien, y de verdad esperaba que estuviera a salvo en ese momento. Ciertamente todo me dio igual y tiempo después ya nadie me importaba.
- 2019
Si, sabía todo, Romanoff me informó sobre ese... Thanos. Quise ayudar, de verdad lo quería hacer pero simplemente no pasó, por el simple hecho de que estuve algo ocupada en las calles de Brooklyn. Había encontrado un lugar subterráneo, tenía gran espacio así que lo tomé como hogar, planté mis cosas y de pronto se había convertido en una oscura base de operaciones que no servía para nada. Era mi forma de justificar las acciones que no hice.
Ese mismo año ocurrió lo que todos saben, la mitad de la población mundial desapareció pero a mí ya no me interesaba, no tenía nada ni nadie que perder...
De pronto el exterior se hizo silencioso, salí de la base y miré las vacías calles oscuras mientras la lluvia empapaba mi largo cabello. Sentía un vacío en el pecho, me sentía culpable por no haber ayudado pero si lo hacía... Nada iba a cambiar, seamos realistas. Al entrar nuevamente, me miré en el espejo, mi aspecto no era el mejor, tenía ojeras y mis pómulos estaban marcados, lo cuál no me gustó.
Esperé algo de tiempo ahí abajo, mi mirada se hundía en cualquier lado y mi cuerpo parecía estar adelgazando más de lo que yo quería. Una noche, después de tantos días, un ruido hizo presencia en la superficie, al principio creí que era mi imaginación compenzando tanto silencio con ruidos que llamaban mi atención pero... No era así.
Los ruidos se convirtieron en gritos pero no de terror, gritos de coraje que erizaron mi piel.
Me paré de mi silla, caminé hasta la puerta en el techo y trepé las escaleras de metal, al salir miré a una chica en el piso, estaba respirando con velocidad y tocaba su pierna herida con dolor. Ella me miró, alzó su mano hasta mí y soltó un último respiro.
Me acerqué hasta ella con desconfianza y miré a mi alrededor para asegurarme de que no hubiera alguien más, enseguida tomé su pulso y analicé su herida, seguido de eso la tomé del brazo, la levanté y camine con ella hasta la entrada de la base, no sin antes mirar por mi hombro al escuchar un leve sonido el cuál reveló la presencia de una sombra alta, oculta a lo lejos, de la cual solo sobresalía una luz roja de sus ojos.
Al dejar a la chica a salvo salí nuevamente, caminé hasta la sombra pero ésta ya no estaba, lo cual me dejó algo enfurecida.
-
La chica estaba recostada sobre una tela vieja, había curado su herida y la cubrí con una venda. Después de unas horas despertó.
De inmediato comenzó a acelerarse, miró hacia todas direcciones hasta que llegó a mí. — ¿En dónde estoy?
— ¿A dónde querías ir? — respondí con seguridad.
— No diré nada hasta que no me saques de éste lugar. — ella se puso de pie con dificultad, pues su pierna dolía aún, lo cual se notó ya que soltó un inevitable quejido.
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𝗥𝗘𝗗 𝗥𝝝𝝝𝗠 || 𝖰𝖴𝖤𝖤𝖭 𝗈𝖿 𝖡𝖫𝖮𝖮𝖣
Action𝑫𝒂𝒏𝒊𝒆𝒍𝒍𝒆 𝑷𝒂𝒓𝒌, 𝒖𝒏𝒂 𝒂𝒔𝒆𝒔𝒊𝒏𝒂 𝒆𝒏𝒕𝒓𝒆𝒏𝒂𝒅𝒂 𝒔𝒖𝒑𝒆𝒓𝒂 𝒔𝒖𝒔 𝒕𝒓𝒂𝒖𝒎𝒂𝒔 𝒎𝒂𝒓𝒄𝒂𝒅𝒐𝒔 𝒆𝒏 𝒍𝒂 𝒉𝒂𝒃𝒊𝒕𝒂𝒄𝒊𝒐́𝒏 𝒓𝒐𝒋𝒂... 𝑺𝒊𝒏 𝒊𝒎𝒑𝒐𝒓𝒕𝒂𝒓 𝒆𝒍 𝒑𝒓𝒆𝒄𝒊𝒐. ⴵ