Me encontraba posada sobre mi brillante moto, siguiendo el rastro fácil que Natasha me había dejado en el camino, colocando pequeñas marcas en las calles y bosque las cuales sabría que entendería al cambiar de opinión. Tras mirar el último rastro, bajé la velocidad y caminé un poco por unas montañas mientras la luz del sol se iba cada vez más, eso hasta que de lejos miré una cabaña la cuál tenía una granja a un lado.
Ya era de noche, estaba a unos metros de la cabaña pero algo me detuvo, era un ruido que mis oídos no podían ignorar. La piel de mi cuello se erizó y mis ojos se abrieron al sentir como el sonido se intensificaba al grado de que una jet había pasado sobre mi cabeza, seguido de eso múltiples naves y autos blindados comenzaron a rodear la cabaña en la que sabía que Natasha se encontraba.
En mi mente pasaron muchas cosas, pero lo que más sobresalía era el deseo de correr a destruir esos autos con mis puños. Sabía que no era lo correcto, pues aprendí que actuar sin pensar no traía cosas buenas.
Escondí mi cuerpo entre las grandes piedras de la montaña y esperé. Desde mi posición miraba el movimiento dentro del lugar, de hecho logré ver cómo alguien se encargaba de llevarse a Natasha y Yelena.
Las naves partieron, pero no dejaría que sucediera, no hasta arrojar un pequeño disco rastreador imposible de ser notado...
NARRADOR
Pasó lo que debía pasar, el plan había funcionado a la perfección, fingir ser Melina para estar cerca de Dreykov, sirvió bastante en lo que Alexei y Yelena se encargaban del resto.
Natasha se había encargado de Dreykov con un pequeño consejo de Melina, el cuál era romper su propia nariz para poder tocarlo, debido a las feromonas las cuales no se encontraban en el cuerpo de Danielle. Romanoff rastreó a todas las viudas regadas por el mundo, dándose cuenta de el secreto que Dreykov guardaba. Tras querer atacarlo, múltiples viudas envueltas en el control mental entraron a la habitación, atacando inmediatamente a Romanoff.
Después de intercambiar golpes, Belova hizo aparición, liberando a las viudas del control mental arrojando ese polvo rojo al aire.
Yelena y las viudas escaparon, mientras que Natasha se encargó de respaldar la información de la computadora de Dreykov.
Belova miró a Dreykov tratando de huir mientras todo el lugar se desplomaba del cielo, al salir al helipuerto miró como éste subía a un helicóptero pero él la estaba esperando... Romanoff había salido con la información y miró a Antonia, atrapada anteriormente por Vostokoff, así que decidió liberarla sin saber que la atacaría al instante. Luego de una pequeña pelea Romanoff logró llegar al helipuerto, donde miró como Dreykov disparaba un mismo justo a un lado de Belova, lo que ocasionó que saliera disparada del lugar desmayada.
Romanoff con impacto y terror corrió hasta la orilla, no sin antes tomar un paracaídas. No pudo evitar pensar el cómo Dreykov iba a escapar nuevamente, pero no dejaría sola a su hermana.
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