El cielo de pronto había dejado de reflejar esa linda luz anaranjada para en su lugar, dejar a la vista unas densas nubes cargadas de agua que aparecieron casi de un segundo a otro. Unos minutos después, el agua comenzó a mojar nuestras rodillas las cuales estaban clavadas en el piso suave lleno de tierra y hierba. La mujer junto con sus hombres estaba frente a nosotras. Pasó minutos observándonos mientras mi mente estaba en blanco. Aunque detectaba el peligro, mi cuerpo no reaccionaba.
— ¿Que haremos con ellas? — preguntó aquel enmascarado.
— Podemos encerrarlas, pero se que escaparán...
— Entonces debemos matarlas. — interrumpió.
— No. — respondió al instante. — Llévenselas, ya veré que hacer. — Amalia era un persona fría, no guardaba nada dentro de ella y era sumamente inteligente pero, estaba claro que no quería que su hija muriera en sus manos, pues aunque no tenía nada de amor hacia ella, su mente la traicionaba. Parecía ser algo de familia...
Vincent mantuvo su enojo notorio, pues él quería acabar con la vida de ambas, sin más rodeos. Algunos soldados se acercaron hasta nosotras y nos levantaron salvajemente del piso, para llevarnos lentamente al interior de alguno de los dos jets que de pronto noté. Nuestros pasos eran lentos, Rosalie esperaba que diera alguna señal y sinceramente yo también esperaba reaccionar pero no sucedió. Eso hasta que al llegar a la entrada del jet mi mente despertó. Sabía que si dejaba que esos hombres nos llevaran, sería mucho más difícil hacer algo en su contra, pues aunque la mujer sabía que podríamos escapar, sinceramente no me habría gustado tener que salir de otro maldito lugar el cual para su mala suerte me contuvo.
Mi cuerpo sentía las manos de los soldados en mis brazos. Pude deducir cuántos nos rodeaban y cuánto tiempo tardaban en sacar sus armas. Sin embargo actúe sin pensarlo más. Rápidamente me quite de las manos de los soldados y a ambos los golpee con el puño justo en el pecho, mandándolos a volar. Enseguida el resto de soldados sacaron sus armas y de varios movimientos veloces logré desarmarlos.
Del otro lado los soldados abrieron la compuerta del jet e introdujeron a Rosalie sin darle tiempo de defenderse.
Las balas volaban hacia mi. El resto de soldados vivos estaban lejos y tardaban en llegar a mi posición. Sin rodeos tomé una de las armas y una granada de los soldados que estaban en el piso, claro, cubriendo mi cuerpo con el propio jet. Mi velocidad era muy superior a la de ellos, así que corrí hasta el otro lado en donde Rosalie se encontraba.
De un fuerte brinco, logre estar en la parte superior de la aeronave, en donde desprendí a pedazos las partes de metal que lo cubrían, llegando así hasta el interior con extrema facilidad.
Rosalie estaba ahí, mirándome entrar, a lo que se levantó hasta mi. — ¿Que es lo que haremos? — preguntó acelerada.
— Por ahora prepárate. — enseguida caminé hasta la compuerta y de una patada la pude desprender hasta el piso, el cual ya estaba a una considerable distancia. — Salta, antes de que lleguemos más alto. — extendí mi mano hasta ella, en la cual una pistola se encontraba.
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𝗥𝗘𝗗 𝗥𝝝𝝝𝗠 || 𝖰𝖴𝖤𝖤𝖭 𝗈𝖿 𝖡𝖫𝖮𝖮𝖣
Acción𝑫𝒂𝒏𝒊𝒆𝒍𝒍𝒆 𝑷𝒂𝒓𝒌, 𝒖𝒏𝒂 𝒂𝒔𝒆𝒔𝒊𝒏𝒂 𝒆𝒏𝒕𝒓𝒆𝒏𝒂𝒅𝒂 𝒔𝒖𝒑𝒆𝒓𝒂 𝒔𝒖𝒔 𝒕𝒓𝒂𝒖𝒎𝒂𝒔 𝒎𝒂𝒓𝒄𝒂𝒅𝒐𝒔 𝒆𝒏 𝒍𝒂 𝒉𝒂𝒃𝒊𝒕𝒂𝒄𝒊𝒐́𝒏 𝒓𝒐𝒋𝒂... 𝑺𝒊𝒏 𝒊𝒎𝒑𝒐𝒓𝒕𝒂𝒓 𝒆𝒍 𝒑𝒓𝒆𝒄𝒊𝒐. ⴵ