"𝗪𝗛𝝝 𝝠𝗥𝗘 𝗪𝗘 𝗧𝝝 𝗝𝗨𝗗𝗚𝗘"

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Corrí hasta Edeline, quien estaba sentada junto a Albert.

— ¿Aún no despierta?

— Solo han pasado veinte minutos. — habló Evan desde lejos a lo que asentí lentamente.

La tierra que cubría a Jonathan comenzó a moverse, me di cuenta al igual que Albert y ambos comenzamos a cavar.

El torso y la cabeza de Jonathan habían salido de la tierra, toqué su brazo y repetí su nombre.

— ¿Jonathan?

Su cara parecía tener confusión, miraba a todos lados y sobre todo mi boca moverse mientras hablaba.

— ¿Estas bien? ¡Responde! — grité.

— ¿Danielle? — dijo en voz baja.

— ¿Que pasó? — respondí.

— No escucho nada... Habla más fuerte.

De inmediato paré de hablar y miré a Edeline, quien se había dado cuenta de lo mismo que yo. Su oído estaba sangrando, tenía una quemadura en ambos lados al igual que en varias zonas del cuerpo.

— Llevenlo a un lugar seguro y atiendan sus heridas por favor...

Albert asintió y lo tomó de los brazos para llevárselo con la ayuda de Edeline.

Evan se acercó a mí.

— ¿Que harás?

— Algo que debí haber hecho desde que lo ví.

Él tomó a Brant del cuello con brusquedad y lo ayudó a caminar.

— Llama a todos, quiero que estén aquí en cinco minutos. — dije mientras caminaba al jet.

-

Tomé a Schneider de la ropa, lo levanté y amarré sus manos con una cuerda sin decir una sola palabra.

— No me toques. — dijo al apretarlo contra la pared.

— Lamentarás cada palabra que haya salido de tu estúpida boca. Como tú reina, decido tu futuro y créeme, no será nada bueno. — abrí el jet y lo saqué tomándolo con fuerza mientras toda la gente del lugar me observaba.

Me detuve a unos metros de ellos.

— Éste hombre trató de asesinarme, jugó con mi mente y casi mata a mí compañero. Lavó la cabeza de Brant... — lo miré. — para que ambos me atacaran.

Edeline y Albert me miraban con confusión, pues no sabían lo que estaba a punto de hacer.

— Su castigo no puede ser otro mas que la muerte... No soy una cobarde y dejaré que se defienda, ninguno tendrá armas y no usaré mi mano derecha. — dije mirando su mano que escurría de sangre.

Tomé de su ropa y quité el nudo que tenía en las manos, dejándolas libres. — Es tu momento de demostrar la basura que eres. — dije a su oído.

El estaba sollozando de dolor.

— No pelearé contigo, estás loca. — exclamó a la gente. — Evander... Detenla, no puede hacer ésto. — caminó hasta él y colocó su mano sangrando sobre su hombro, lo cual le disgustó y pateó su pecho.

— Si puede hacerlo... Tiene más autoridad que tú, siempre fuiste un idiota inservible. — dijo al verlo en el piso.

— ¿¡Por qué no le haces lo mismo a Brant!?

— ¿Crees que soy estúpida? Brant no es como tú, es débil y es un imbécil ya que se dejó manipular por ti.

Brant bajó la mirada, estaba sentado sobre el piso y estaba apartado de todos.

— Solo viniste para hechar a perder ésta comunidad. — rápidamente dirigió un golpe débil hasta mí, el cual bloqueé con mi mano izquierda, luego tomé su misma mano y la doble para luego golpear su cara.

— Creí que no pelearías...

— ¡Cállate!

Él se levantó y dio un giro hasta mi para poder patear mi rostro, lo cual me alejó unos centímetros, apretó su puño y golpeó justo en mi nariz dos veces.

Intento patear mi cuerpo pero lo cubrí con mi rodilla, golpeé su garganta y luego con mi misma pierna di una fuerte patada en su pecho, lo que lo alejó varios metros atrás.

— Haciendo ésto nadie más tendrá que pasar por lo que Jonathan está pasando. Le arrebataste el oído, gracias a ti no podrá escuchar más. — lo tomé del cuello y lo arrojé fuertemente hasta donde estábamos anteriormente.

El había caído cerca de Edeline y Albert. Ella tocó la funda de su cuchillo pues estaba asustada y alerta a lo que podía pasar, cosa que noté.

Schneider se había parado con dificultad y corrió hasta Edeline, colgó su cuerpo de ella e intentó sacar su cuchillo con lentitud. Ella lo notó y quitó su mano de la funda, dejando ver su rostro de decepción.

Albert también vio ésto, tomó a Schneider y lo tiró al piso. — Basta hermano, cometiste un error. — habló.

— No me hagan ésto... ¡Son mis amigos! Por favor tienen que ayudarme.

Edeline negó con su cabeza y Albert simplemente lo miraba con pena.

Dirigí mi gancho hasta su hombro y lo arrastré hasta mí mientras gritaba de dolor. Con la misma cuerda del gancho rodeé su cuello y tiré del extremo con fuerza.

Luego de apretar cada vez más su cuello se había roto y el aire no llegaba a sus pulmones, lo cual lo dejó sin vida tirado sobre el piso.

— Es todo. No quiero que ésto se repita. — miré a todos directo a los ojos antes de marcharme hasta donde Jonathan estaba.

𝗥𝗘𝗗 𝗥𝝝𝝝𝗠 || 𝖰𝖴𝖤𝖤𝖭 𝗈𝖿 𝖡𝖫𝖮𝖮𝖣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora