XII. Traumas y planes

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Uff, creo que este es uno de los capítulos más largos que he escrito, espero lo disfruten :D

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Perú prácticamente se dejó el brazo en carne viva al tallarlo demasiado. Llevaba ya más de 10 minutos en el baño del local y no parecía querer salir en ningún momento.

-¿Llamamos a su padre?- La voz preocupada de Italia se escucho del otro lado de la puerta.

-Creo que sería lo mejor...- concordó la dueña -Corea también se alteró, ustedes alfas se preocupan muy poco cuando emiten sus feromonas- añadió en tono de reproche.

-Perdóneme doñita, pero no quería que le hiciera algo malo a Perú.

-Ya estoy mejor, gracias, mi gemelo es alfa y uno muy emocional, estoy acostumbrada a las feromonas, por eso no me afecto tanto. Pobre Perú, míralo, y nada más como huele...

-Eso es todo, llamare a su padre. Y Corea, no vuelva a hacer un comentario así.

Perú quería salir con una sonrisa y decir que no era necesario, que estaba bien, que no se sentía afectado y que podía continuar trabajando sin problemas, más se sentía incapaz de hacerlo. También quería decirle a Corea que no tenía que recordarle que el olor de sus feromonas era desagradable, ya tenía a Chile para recordárselo casi todos los días.

Tampoco estaban funcionando sus técnicas de respiración para calmarse. Miro su brazo rojo de tanto frotarlo y una nueva sensación de miedo se apodero de él, con la mano temblorosa se rasco la nuca con frenesí, sintiendo la marca que hace mucho tiempo se había borrado, porque si, cuando aquel bastardo infeliz abuso de él, no contento con su aberración, también lo mordió.

Al menos en su caso, siendo un niño cuando lo "marcaron", el cual aún no había tenido su primer celo, la marca dejada por aquel sujeto desapareció por completo cuando entro en la adolescencia. No era sorprendente, aún si se marca a un omega, si este es demasiado joven, una vez que alcance la adolescencia, las hormonas y cambios que experimenta su cuerpo puede hacer que la marca se atenúe o desaparezca por completo.

Pero quien lo pasaba peor era México. El no tuvo suerte como su hermano. Para su desgracia, él ya era un omega al 100% formado cuando lo marcaron. Al huir se había alejado de su Alfa, lo cual tuvo consecuencias deprimentes que hasta la fecha continuaban.

Como cualquier omega abandonado, México entro en una depresión sin fin. Apenas se alimentaba lo suficiente y tenía que estar bajo constante vigilancia para monitorear su salud. Se había vuelto muy débil. El omega que era capaz de rivalizar en fuerza con los alfas de su familia ahora apenas era capaz de caminar 15 minutos sin desfallecer.

Cada vez que Perú veía a su hermano en esas condiciones, no podía más que aborrecer a los alfas que les habían causado tanto sufrir... que los habían manchado.

España llego al poco tiempo, acompañado de Bolivia, juntos convencieron a Perú de abrir la puerta y llevarlo al auto.

Perú se sentía avergonzado por su crisis, así que se fue sin siquiera mirar a sus amigos, simplemente se subió al asiento de atrás, se hizo bolita y deseo caer dormido.

-¿Quieres hablar de eso?- pregunto España apenas llegaron a la casa. Perú negó con la cabeza, nada le apetecía más que tomar una ducha.

Subió con pesadez las escaleras y violo una regla no escrita de la casa: puso cerrojo al baño. El agua tibia pareció aliviar sus tensos músculos, se quedó ahí parado por un buen rato, esperando que el agua se llevara la sensación de suciedad. Pasó tanto tiempo que las yemas de sus dedos se arrugaron, solo entonces reacciono y empezó a enjabonar su cuerpo y limpiarlo.

EL TRATO (USA X PERÚ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora