EL TRATO (USA X PERÚ)

LI. Nunca vayas a la cama sin pedir perdón

Capitulo laaaaaaaargo y con roce suculento, porque ustedes lo merecen <3

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-Más que negarlo quisiera olvidarlo, pero hay un bloque de hielo entre tú y yo- Perú acomodaba sus cosas en los cajones mientras escuchaba y cantaba una lista de canciones para karaoke. A falta de un terapeuta que pudiese recibirlo ese mismo día para aliviar su angustia, la música tendría que servir.

Aún no sabía si debía ir a buscar al americano y pedir perdón, o esperar al día siguiente. Su único consuelo era saber que México seguía estable, gracias a los informes de Chile.  

Siguió expulsando su ansiedad cantando y acomodando sus cosas, esperando alguna revelación divina de como contentar al mayor. "Quizás si le enviamos fotos de nuestras pompis se alegre, ves que le gustan mucho" murmuró inocente su omega. La idea altero a Perú, quien se tropezó con la alfombra y casi cae el suelo. Descartó la idea completamente y regaño a su omega por siquiera pensarlo. 

Canto con más ganas, acallando cualquier otra incoherencia que se le llegase a ocurrir a su omega, pero fue interrumpido por un par de golpes en su puerta. Curioso, Perú pauso la música y camino a la puerta del cuarto, la abrió un poco para ver quien estaba del otro lado, solo para terminar cerrándola de golpe.

Sin embargo, el americano no se iba a desanimar con esa reacción, así que volvió a tocar con más insistencia.

-Por favor, Perú- el aullido suplicante del alfa lo hizo estremecer de la culpa. Perú no sabía que hacer, no estaba preparado para ver a USA, ¡aún no sabía cómo se disculparía!

Respiro hondo, se dio porras mentales, y se animó a abrir la puerta.

-¿Qué quieres?- Perú sonó muy defensivo y nervioso. Observó al rubio y la enorme bandeja que cargaba, despertando su curiosidad.

-Esperaba que quisieras comer conmi... ¿Qué traes puesto?- USA trago en seco ante la visión que tenía frente a él en ese momento.

-Mi pijama- contesto confundido el peruano por la extraña pregunta. 

Su "ropa de cama" era una playera blanca con el logo de una llama con sombrero, pero eso era lo de menos para la libido de USA, dado que el cuello de la prenda estaba tan estirado que dejaba a la vista uno de sus delgados hombros, y era tan larga que le cubría hasta la mitad de los muslos de sus piernas desnudas.

Solo eso basto para que recordara el cuerpo desnudo de Perú, iluminado por las luces neón, con sus hombros decorados de fina azúcar morena y su abultado trasero. Incluso sintió un cosquilleo en la punta se su lengua, como si pudiera saborear el exquisito sabor de esos tiernos labios. 

"No, no, pensamientos perversos fuera, venga la paz". Tenía que dejar de pensar en Perú de esa manera, él no tenía ningún derecho de si quiera considerarlo tierno y sexy. Su misión era disculparse, nada más, y no saldría de ahí hasta obtener el perdón. 

"Y obtenerlo a él" gruño con deseo su alfa, casi salivando. "No, tu cállate".

-USA- lo llamo el menor, había dejado su cara confundida y ahora lo veía arrepentido- ¿Te sientes bien? ¿Quieres entrar?

"¿Quieres entrar? ¿Quieres entrar? ¿Quieres entrar?" esa pregunta se repitió en su cabeza como un eco. "Si queremos" pensó su lobo pervertido.

-Si, ¿puedo? Traje algo para comer- hablo nervioso, bloqueando por completo a su alfa.

Perú se hizo a un lado, después de todo, no quería que USA estuviera en el pasillo mientras se disculpaba. El mayor camino, completamente enfocado en su misión y deposito con cuidado la charola en la mesita del cuarto. Ambos tomaron asiento en las sillas, sin saber muy bien que hacer ahora.