3 y 4

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Media hora después ambos bajamos las escaleras riendo, pero todo cambio cuando llegamos al comedor y la sonrisa que yacía en el rostro del rizado se borro automáticamente al visualizar a su padre.

-Siéntense, ya vamos a servir la cena- anuncia mi madre y ambos asentimos. Nos acercamos y me siento junto a mi madre, Ryan toma asiento junto a mi al lado de su padre el cual esta en la cabecera de la mesa.

Luego de 5 minutos mi madre trae la cena y junto a Lucy la sirven en todos los platos, carne asada con patatas. ¡Comidaaaaaa!

Todos cogemos los cubiertos y comenzamos a comer la deliciosa cena.

-Así que ¿Jackson verdad?- levanto la mirada y observo a Ben quien a dejado sus cubiertos y me mira. Asiento masticando para luego beber un sorbo de agua-. ¿Ryan no te estará molestado en el instituto, ¿no?- pregunta, frunzo el ceño, veo a Ryan quien por milésima vez baja su rostro y muerde su labio inferior.

-No, claro que no- niego rotundamente.

- Como veras, Ryan no tiene amigos y le cuesta adaptarse a todo, me sorprenda que haya querido integrarse contigo- continua ignorando la presencia del rizado.

- Pues, eso esta por verse, supongo. Ryan ya tiene un amigo- contesto sin titubear.

- ¿A si?- pregunta ahora su madre.

-Yo seré su nuevo amigo- respondo seguro y ambos suben sus cejas impresionados, asintiendo.

Cojo mis cubiertos nuevamente e introdujo un trozo de patata mientras los demás me siguen observando, visualizo como Ryan tira de sus labios en una tímida sonrisa.

**

Entro a mi habitación y me recuesto en mi cama chequeando mi celular, estoy concentrado cuando escucho el sonido de un portazo. Me sobresalto por un segundo, ese sonido no fue aquí, me pongo de pie y camino hacia la ventana y allí lo visualizo. Recostado en el la baranda de su ventana mientras su rostro se esconde entre sus brazos. Observo como su espalda se contrae, la distancia que nos separa es de unos simples 4 o 5 metros, escucho los sollozos que se escapan de sus labios.

- ¿Y ahora que te ocurre, rizos?- murmuro mientras saco la cabeza.

Ryan levanta la mirada y me observa alterado mientras limpia las lagrimas acumuladas en sus mejillas.

- No estoy llorando- susurra a la defensiva.

-Claro, como digas, Ryan- bufe frustrado rascando la parte posterior de mi cabeza-. Solo quiero ayudarte ¿Vale? Pero lo único que haces es mandarme a la mierda. Dios, ni hace un día que te conozco que ya me pudres la paciencia, rizos. Sera mejor que me vaya a dormir, antes que te mande a la mierda- exclame cabreado mientras me introducía nuevamente.

-Hey, ¡No espera!

Pare mis actos cuando visualice al rizado levantar la mirada, las lagrimas habían empapado su rostro. Sus ojos esparcían terror.

-¿Que?- pregunte cruzando mis brazos al rededor de mi pecho.

-¿Vamos juntos a la secundaria, mañana?- pregunto en un casi susurro.

Fruncí el ceño entornado mas mi rostro para luego inclinar mi cabeza.

-Claro, pasare por ti a las 8- asentí regalandole una sonrisa que el castaño devolvió con una mueca.

- ¡RYAN!

Ambos nos sobresaltamos en nuestro lugar al oír el grito del padre del rizado.

-Debo irme, te espero mañana, Jackson.

-Okay- tome nuevamente el marco de la ventana para cerrarla.

- Y...hey- levante mi mirada por décima vez-. Gracias por todo.

-No tienes porque- conteste, sonrió nuevamente y ambos cerramos la ventana.

Me acosté en mi cama con los brazos cruzados al rededor de mi cuello, suspire y rápidamente el sueño vino a mi.

**

A la mañana siguiente bajo las escaleras sin prisa, tomándome mi tiempo. Me he levantado demasiado temprano para llevar todo con calma.

Me introdujo en la cocina en donde esta mis padres desayunando ya con sus vestimentas correspondientes para ir al trabajo.

Me acerco a ellos y los saludo para luego coger la taza de café con leche que se encuentra en la mesada y me siento junto a mi padre con tranquilidad.

-¿Te ha caído bien Ryan?- pregunta mi madre clavando su mirada en mis ojos.

- Si, es un buen chico...

- Ben me ha dicho, aparte de lo conversado en la mesa. Que desde pequeño nunca se ha integrado con nadie, que es raro a la hora de socializar.

Asiento. Jamas fue un problema para mi interactuar con las personas, aunque claro, eso si, cuando alguien me caía mal se lo hacia saber, y no le dirigía la palabra en lo absoluto. Tampoco me gustaba tener demasiados amigos, como dije antes Billy, Eric y Zack eran suficientes, pero si tenia bastantes conocidos.

Aunque creo que ahora no no me importaría incluir a alguien mas al equipo.

- Se que Ryan necesita ayuda, y mas en la secundaria con respecto al idiota de S-

-Tu vocabulario, Jack- resonga mi madre y ruedo los ojos.

-Que el insoportable de Scott le hará su vida imposible.

-¿Siguen las peleas entre tu y ese muchacho?

-Nonono-negué rotundamente, claro mintiendo. Si mis padres se llegaran a enterar lo que sucedió ayer simplemente me cambiarían de instituto como ya me lo habían advertido varias veces-. Pero a Ryan si lo molesta. Y si me integrare con el, no dejare que lo golpee ni lo ofenda, porque el chico es muy débil y se ofende por la mínima cosa.

Mis padres asintieron mientras bebían su café.

-Solo no te metas en problemas, y me gusta la idea de añadir y darle una oportunidad a Ryan, se ve como un buen chico.

-Y lo es- dije seguro.

Algo en ese chico de ojos verdes y pelo rizado me traía confianza aunque desconocía la razón.

-Bueno, quede en que iba a recoger a Ryan- me pare tomando el cuaderno de arriba de la mesa y partí a la salida.

-¿Iras en la patineta?

-No, en la motocicleta- eleve un poco la voz para que me escucharan-¡Nos vemos luego!- me despedí y salí por la puerta principal.

Cogí la moto del garaje, la encendí y conduje hasta el inicio del hogar del rizado. Toque la bocina viendo al ojiverde sentado cabizbaja en las escaleras. Levanto la mirada e hice una seña para que se acercara.

Desconfiado lo hizo y negó rotundamente con la cabeza.

-No, no me subiré a eso- exclamo aterrado.

-¿Tienes miedo?

-¡Pues, claro! ¡Jamas me he subido a una motocicleta!- grita exasperado y solamente rió, no por el hecho absurdo de que nunca se ha subido a una motocicleta sino por lo histérico y aterrorizado que se ve.

-¿Seremos amigos, no?- pregunte y el rizado asintió-. Con mis amigos tomamos riesgos, no tengas miedo, no ocurrirá nada si estas conmigo, Ryan. Libérate, amigo. Confía en mi- le sonreí.

Ryan me observo por unos segundos cuando por fin suspiro pesadamente.

-No se porque hay algo que me incita a hacerlo y confiar en ti- niega divertido y se sube a la parte trasera.

-¿Listo?- pregunto antes de arrancar.

Ryan se aferra a mi cintura y descansa su cabeza en mi espalda, se siente de maravilla. Sonrió.

-Eso creo- susurra.

Rió y hago rugir la motocicleta cuando el rizado pega un grito al aire y se escabulle mas en mi anatomía.

-Bienvenido al mundo Jackson Michels, Ryan McConney.


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