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1 Mes Después.

Corrí hacia la clase de arte cuando llegaba allí tarde, me doble el tobillo y bufe mientras disminuía mis pisadas.

Cuando detengo mi paso, veo el cuerpo del rizado en una de las banquetas de afuera jugando con su celular mientras observo el entorno, no hay nadie allí, chequeo mi celular, voy veinte minutos atrasado.

Y justo en el momento de descartar a idea y verlo en el receso el rizado sube su mirada y quedo parado observándolo.

Las aletas de mi nariz se abren mientras me acerco corriendo a el. Ryan se para y se aleja corriendo de mi pero obviamente soy mas rápido y lo sujeto del brazo bruscamente.

-¿Quien te hizo eso, Ryan?

El ojiverde trata de zafarse pero se lo impido, su ojo resalta alrededor del gran hematoma morado que se expande en parte también de su pómulo.

-Suéltame, Jackson -pide en un murmuro pero me niego.

-Segunda oportunidad; dime quien te hizo eso-pregunto pero el rizado niega-¡ DÍMELO!-grito mientras observo como el chico mastica su labio inferior para impedir que sus sollozos se escapen.

Aunque sus ojos se llenan de lagrimas.

-Fue el-susurro y suelto mi agarre.

Corro decidido a toda velocidad hacia el salón 19, ignoro los pasos y gritos de Ryan el cual venía detrás de mi pero lo ignoro. Y me importa un carajo cuando entro a la clase de Arte sin golpear siquiera y me acerco a Scott.

El castaño me observa con el ceño fruncido pero sin pensarlo dos veces lo sujeto de su remera blanca y rápidamente impacto mi puño en su mejilla.

-¡TE DIJE QUE NO TE METIERAS CON EL!-grito golpeo nuevamente su mandíbula.

Scott cae al suelo de espaldas mientras me hinco sobre el, mi puño sigue impactando en su rostro.

La profesora grita mi nombre para que me detenga y los amigos de Scott tratan de sacarme encima de el pero no lo logran.

-¡JACKSON!-escucho un grito en mi oído-¡Carajo, EL NO FUE!

Y como un click en mi cerebro me detengo y giro mi cabeza observando a Ryan llorando alejándose de mi. Aparto el pelo en mi frente y lo veo con claridad.

-¿Que?-apenas llego a decir.

Y ni siquiera llega a contestar cuando el director entra en el salón.

-A mi oficina-pide autoritario.

*

Luego del sermón de una hora del director y mil amenazas de parte de Scott. Mi castigo fue ordenar todos los libros de la biblioteca y asear 5 de los salones de la planta superior, mas el regaño que me comería hoy de mis padres que esos duraban una eternidad. No, mi preciada motocicleta. Rayos.

-Oye, Lo siento ¿Vale? Yo creí que...

-No me importa lo que pensaras. No quiero hablarte, Michels. Debo ir a clases.

-Debemos...-respondo y Ryan suspira mientras apresura su paso y juntos entramos al salón.

Camino detrás de el en el fondo de la clase y me siento justo al lado suyo.

Pero el rizado me ignora en el resto de las clases. Sin contar las miradas acecinas que me tiraba Scott de vez en cuando, los hematomas primerizos en su rostro se veían realmente geniales. No le quedaría nada mal uno en el pómulo.

-Ptss...Ryan...Ryan...¡ptts!

Pero el rizado me ignoro, estábamos en la ultima hora ya y el ojiverde no me dirigía la palabra.

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