HELP

36

Una semana después.

Corrí sin pensarlo a los brazos del rizado el cual se encontraba amarrado en una silla en una habitación desconocida para mis ojos. No tenia mucho tiempo y Zack solo me había dado escasos minutos. Tenia que actuar rápido.

Ryan no se percato de mi existencia, observe como su espalda bajaba y subía el estaba llorando una vez mas.

Me arrodille ante el y lo abrace. Ryan comenzó a chillar que lo soltara pero me rehúse, y bese la curvatura de su cuello para tranquilizarlo.

-Tranquilo, bebe. Soy yo...

El ojiverde dejo de moverse y quedo quieto en su lugar. Desate las sogas de sus manos, el seguía en shock observándome detenidamente. Una vez que lo desamarre cosa que Zack me había prohibido pero lo haría igual Ryan se tiro a mis brazos.

Y después de tanto tiempo sentí sus brazos nuevamente rodear mi anatomía y joder, se sentía tan bien. Sin darme cuenta también comencé a llorar.

-Mi dios, mi dios. Eres tu, eres tu-repitió tartamudeando en lo oído, sollozando.

Hipee y lo aferre aun mas a mi si era posible, entonces me separe unos instantes y tome su cara en mis manos.

Estaba tan frágil, tan asustado, tan a la deriva.

Temblee y morí mi labio. Desea sacarlo de aquí.

Junte nuestras frentes mientras besaba repetitivas veces la punta de su nariz.

-Te extrañe tanto bebe...

-Yo... yo lo siento mucho, Jack. Ellos me obligaron a decirte todas esas cosas, yo no quería. Y ahora por mi culpa también estas aquí y- y.. -y

-Sh, sh... tranquilo, Ry. ¿Recuerdas cuando te dije que todo se solucionaría?

-No se esta solucionado, bebe-dijo con la voz quebrada.

Asentí, sabia que no podía mentirle mas, ya no servían mis engaños.

-Ryan, quiero que me escuches bien ¿Si?-susurre y este asintió- Saldrás de aquí se que rompí muchas promesas pero juro por dios que esta esta vez va en serio. Te lo prometo bebe, saldrás de aquí y tendrás un futuro ¿Si? Tendrás hijos, te casaras, tendrás una casa...

-¿Por que hablas así?-pregunto ahora acariciando mi cuello.

-¿ Así como?

-En singular. Yo no me iré de aquí sin ti, Ryan. Dios mio, por favor, parece que te estés despidiendo de mi. Yo no quiero eso, Ryan ¡Yo no lo quiero!-grito sollozando, tratando de separar nuestro abrazo pero lo aferre mas haciendo que descansara su cabeza en mi pecho.

Acaricie su cabello y aspire su aroma.

-Todo saldrá bien, Ryan. Te amo mucho, y haría cualquier cosa por ti... hasta sacrificaría mi vida con tal de verte feliz...

El rizado acerco su rostro al mio, limpie sus empapadas mejillas y lo atraje a mi, juntando nuestros labios lentamente. Estos temblaban pero eso no me detuvo, me aferre a su nuca dando masajes a esta.

-Quiero verte feliz a ti también-susurro el rizado entre el beso.

-Ya estoy feliz, Ryan-murmure y volví a besarlo.

-¿Si?-pregunto ahora cinchando mi labio inferior.

-Estas a salvo. Y haré lo imposible para que sigas así...

-¿Recuerdas cuando eramos pequeños y me encontraste en el callejón -pregunto y asentí- Me dijiste que sea fuerte...-siguió-Y lo estuve haciendo toda esta semana ¿Sabes por que?-pregunto y negué-Por ti, porque tu me haces fuerte. Y alguien no puede vivir sin su fuente de energía. Es como el sol, si este se apaga la humanidad moriría, el mundo entero moriría ¿Entiendes?

Temblé antes su metáfora y me aferre mas a su cuerpo, llorando en su hombro, el rizado me consoló acariciando mi espalda.

-Lo entiendo, bebe... y juro que siempre seré tu sol aunque no este mas allí estaré aquí-dije extendiendo mi mano a su corazón.

-Jack, prométeme que esto no es una despedida-pidió el rizado y no conteste-¡Prometemelo!-grito.

Solloce unos minutos y volví a engañarlo, sin saber la respuesta concreta.

-Prometo que no es una despedida, bebe.

O eso era lo que pensaba...