Camine junto a Ryan hacia la biblioteca, nadie se encontraba en los pasillos de la secundaria, los del otro turno estaban en clases, en su ultima hora. Me había pasado mas de 4 horas limpiando los salones junto al rizado que deicidio acompañarme e insistir en ayudarme. Solo faltaba ordenar los estúpidos libros.
-Esto sera aburrido-murmure abriendo la puerta de dicha sala.
Ryan golpeo mi hombro y lo observe esperando una explicación a su comportamiento.
-¿No te gustan los libros?-pregunto y negué rotundamente-Uf. De lo que te pierdes, amigo-exclamo y luego camino hacia donde se encontraba la recepcionista.
-Oh, hola Dyan ¿Que necesitas, chico?-hablo la mujer de unos 50 años de edad. Los observe mientras el rizado rascaba su cabeza.
-Vengo a acompañar a Jack-susurro.
-¿Jack? ¿Jackson Mickels? ¿En mi biblioteca? Dios mio ¿Es el día de los inocentes?-exclamo y reí acercándome.
-Estoy cumpliendo un estúpido e injusto castigo-dije y ella asintió esperando que continuara, bufe cruzándome de brazos-Golpee a un chico...-exclame y ella frunció el ceño-¡A Scott Parsson!-grite.
-¡Sh! En la biblioteca no se grita-La mujer me señalo un cartel que decía un claro y en mayúscula 'SILENCIO'
-Es ridículo ¡Ni siquiera hay personas!
-¡Sh! Cállate, Jack-exclamo Ryan haciéndome una seña de advertencia y bufe nuevamente.
-Bueno, no lo se. Acabe de ordenar los libros hace unas horas. Mh... solo porque te has dado el lujo de venir hasta aquí dejare que te vayas.
-¿¡EN SERIO?! ¡Si!-grite y tape mi boca cuando ambos individuos me chistaron, cerré mi boca simulando un cierre para luego tirar la llave invisible.
-Ahora váyanse antes que el director les diga algo, y vayan por un café o algo. Esta haciendo frió inquirió y asentí mientras tomaba la mano del rizado y salíamos de allí.
-Te salvaste, Michels.
-Nos merecemos un café, bien cargado McConney ¿Que dices?
-Yo...no se si pueda. Papa se molestara conmigo...
-Oh, por favor Ryan. ¡Vamos! Yo hablare con tu padre, no me niegues el maldito café, Ry.
Ryan suspiro pasándose la mano por sus ahora no tan formados rizos sonrió y asintió haciendo que le diera un pequeño abrazo.
Caminamos juntos hasta el starbucks mas cercano, luego de pedir un café para mi y un capuchino para Ryan ambos nos sentamos en una mesa lejana aunque el local estaba casi vació.
-Te...-empece pero me trabe. Suspire y continué-¿Te puedo preguntar...?
-No.
-Pero Ryan. Mi dios, somos amigos. Merezco un poco de confianza.
-Que no, Jackson.
-Necesito saber quien te golpeo...
-¿Para que? ¿Para que golpees a alguien mas? No, déjame en paz.
-Pero...
-Basta-exclamo levantando la mirada, sus ojos se habían cristalizado, dios, odiaba que sea tan débil y llorara tan fácil, a veces molestaba-Por favor...
Me encogí de hombros sin responder, quería que no hablara pues me mantendría callado todo el rato.
Deje el café una vez terminado y observe como el rizado jugaba cabizbaja con la pajilla de su capuchino ya frió.
Observe hacia fuera, el sol había sido remplazado por la plena oscuridad del invierno.
-¿Vamos?-pregunte, el chico asintió a medias y se paro dándome la espalda, caminando a la salida.
Rodé los ojos y lo seguí. Y allí fue cuando me arrepentí de no haber traído la motocicleta.
-Ryan-hable pero el chico no dio la vuelta.
Caminábamos por la vereda aunque el chico me llevaba unos 4 pasos de distancia. Las calles estaban completamente vacías y tendríamos que caminar unas 20 cuadras.
-¡Ryan!-subí un poco la voz, pero nada el seguía ignorándome.
-¡RYAN!-grite, visualice como el chico tembló pero no se detuvo-Suficiente-murmure, me acerque a el, tome su brazo y bruscamente lo jale para que me observara-¡Ahora mismo me vas a explicar que carajos te ocurre, y quien mierda te hizo eso!
-¡Y a ti que carajos te importa! ¡No eres nadie Jackson, no eres nadie para que yo te de respuestas!-grito mientras movía sus manos, lagrimas caían de sus ojos esmeralda.
-¡Detesto que te comportes de esta manera, juro que trato de entenderte pero dios DIOS MIO, ES IMPOSIBLE!-grite ya cabreado fuera de mis casillas.
-¿¡Que?! ¿Entenderme? ¡Tu no me entiendes!-grito y luego seco sus lagrimas con el borde de su camiseta-¡Nadie entiende nada, todos piensan ayudarte, pero es mentira, porque cuando mas los necesitas todos huyen y cuando uno ve los problemas que tiene el otro simplemente cambia de tema porque no le importa A NADIE LE IMPORTA LOS PROBLEMAS AJENOS!
-Sabes que yo siempre te escucharía...
-¡NO! ¡ Admítelo Jackson, estas conmigo por lastima, tu no quieres ser mi amigo, estas aquí porque soy de esos típicos estúpidos que no pueden socializar con nadie, que son unos maricas desechados de la sociedad que lloran por cualquier cosa como una niña, que leen para liberarse de los problemas, PORQUE YO NO TENGO A NADIE!
-Eso es mentira ¡Me tienes a mi!
-¡No! ¡A ti no te importa! ¡No sabes lo que pasa en mi vida!
-No, no lo se. Pero lo único que se es que a ti y a mi nos espera un gran futuro, y hay que seguir adelante, aunque hayan estos días que queramos terminarlo todo.
-Existen muchos problemas...
-Los problemas existieron para solucionarse...
Ambos nos observamos, con ambos ojos abiertos.
-¿Jackson?
-¿Ryan?
-¿Ojos cielo?...
-¿Chico rizos?...
Mi boca se cayo observándolo era el. Era aquel chico que vi hace 9 años en la lluvia, era ese frágil niño inofensivo llorando con la cabeza gacha.
Ryan se tiro a mis brazos y correspondí el abrazo mientras el ojiverde se lloro en mi hombro.
-Nada se soluciono, Jack...-sollozo-Nada se soluciono...-repitió.
-Tranquilo...estoy aquí para ayudarte a todo, Ry.
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HELP
Romance-¿A que le tienes miedo? -A vivir- respondió el rizado con la cabeza gacha. -Tranquilo, yo te ayudare bebe... El ojiverde miro directamente al muchacho castaño frente a el, sonrió apenas. -¿Que dices? -No digo que hayamos tenido un buen pasado, ni t...