Entre a la secundaria con una sonrisa plantada en mi rostro. Creo que era el único Lunes que me levante de buen humor. El fin de semana con Ryan había sido genial. Y con las personas que en serio decidieron apoyarnos, nuestros verdaderos amigos.
Pero lamentablemente nada es color de rosas y fue pisar un pie en el pasillo para visualizar la gran ronda formada allí, trague saliva y corrí hacia la gran multitud.
Me pare de puntillas viendo a Ryan en el centro de la ronda junto al casillero escupiendo sangre a uno de los costados.
-¡Y esto les pasa a los marica como tu!-grito Scott.
Rechine mis dientes y sin pensarlo entre a la ronda.
»¡MI DIOS! ¡Mira a quien tenemos aquí!-exclamo Parsson. Bufe resignado sin hablar y corrí hacia el ojiverde pero inútil ya que Scott tomo mi brazo antes que me bajara a la altura de mi bebe.
-¿¡ES QUE NO TIENES UNA VIDA!?-grite exasperado.
-Siempre supe que eras medio rarito. Escondiéndote en ese traje de chico malo. ¡Pero mira nada mas! ¡OTRO MARICA MAS! Zack tiene razón, tienen que dejarle las pollas para las chicas.
-¿Zack?-pregunte en un susurro.
Busque con la mirada a aquella manta de cabello negro y la visualice en una de las esquinas junto a Rechel quien tenia una mueca de asco.
»¿¡EN SERIO?!-pregunte al chico pero este jamas respondió-Apártate de Ryan, Scott ¡¿ME ESCUCHASTE?! Te juro ¡TE JURO POR LO QUE MAS QUIERAS QUE SI LLEGO A VER A MI NOVIO UNA VEZ MAS LLORANDO O SANGRANDO POR TU CULPA JURO POR DIOS QUE LA PRÓXIMA VEZ QUE VERAS TU NOMBRE SERA EN UNA LAPIDA!-grite y el chico rió con sarcasmo.
Tome el borde de su camisa y estampe su cuerpo con el casillero.
-Ten cuidado. Tal vez te puedas quebrar una uña, nenita-musito. Y el primer golpe de mi puño cayo en su mejilla haciendo que esta girara.
Los amigos de Parsson sostuvieron y cincharon mi cuerpo pero no me controle y repartí puñetazos a toda persona que me tocaran. Hasta que algo me detuvo quise patear a aquel algo pero baje la mirada. Observe como Ryan estaba aferrado a mi pierna llorando en ella. Deje de golpear y me baje a su altura enrollando mis brazos alrededor de su cuerpo, protegiéndolo El rizado temblaba bajo mis brazos, bese su cabellera.
-¡Esto no se queda así Michels!-grito Scott a mis espaldas golpeando esta con una patada, gruñí intentando pararme pero Ryan sujeto mi cuerpo.
-Ya no mas, amor. Ya no mas, por favor-suplico y asentí aferrándome mas a su cuerpo.
-Ya esta pequeño, ya paso-susurre en su oído mientras los alumnos se iban a sus determinadas clases.
***
Luego de un complicado día en la secundaria me encontraba en la biblioteca el sol ya había caído hace algunas horas, y yo acá estudiando para el importante ensayo de historia para mañana. Ryan se había ido hace mucho ya al igual que todos los estudiantes.
-Jackson, debo irme. Ya has estudiado mucho por hoy ¿No lo crees, muchacho?
Cerré el libro guardando mis pertenencias en la mochila y colgando esta en mi hombro.
-Si, tienes razón.-Dije acercándome a la Molly y tendiéndole el ejemplar ella lo sostuvo lo coloco en el estante.
-Nos vemos mañana, Michels.
-Nos vemos-respondí y camine a la salida.
Los pasillos estaban vacíos y daban un toque de tenebrosidad con las luces apagadas, camine deprisa hasta la salida, y cuando pensé que este agotador día había acabado me equivoque profundamente.
Me dirigí al estacionamiento casi trotando, fruncí el ceño cuando vi mi motocicleta en el suelo y justo en el momento que intente levantarla unos brazos jalaron mi cuello hacia atrás perdiendo así el equilibrio. Gire mi cuerpo y ahí estaba Scott, pero no solo el, detrás del estúpido castaño se encontraba toda su pandilla.
-¿No eres tan machito solito, verdad Michels?
-¿Que? ¿De que carajos hablas, Parsson? Tu eres la única nenita que siempre esta con sus perritos falderos-retruque acercándome las a el.
Pero en un momento desprevenido el castaño saco un objeto de su bolsillo y luego de encenderlo coloco este en mi cintura, mi cuerpo colapso y cayo al piso, me removí respire irregular por el gran electrochoque que había recibido.
-Lo que encuentras por la calle...-musito observando lo que tenia sobre sus manos.
-Eres patético.
-Cállate, nenita. ¿Quien es el que la mete? Supongo que vos, SUPONGO, la mariposa de McConney no podría hacer eso. Dios, aun no puedo creer que te gusten aquel maricón.
-Cerra el pico, Parsson, juro que te matare, pedazo de mierda.
-Y todo gracias a Zack ¿Eh? Ow... pero que linda amistad ¿No lo crees 'bebe'?-pregunto y negué sin contestar-¡Te hice una pregunta!-grito acto seguido pego una fuerte patada a mi estomago haciendo que me doblara.
Visualice como Scott se colocaba a horcajadas de mi y pegaba fuertemente mi rostro con sus nudillos. No podía moverme, no sabia si era por los electrochoques o me agarro desprevenido.
-Maricas como tu no tendrían que existir en este mundo-escupió pero no respondí- Y quiero que sepas, Michels. El único nombre que estará en una lapida es el tuyo si no cooperas ¿Entendido?
-Le haces algo a Ryan y te mato...
-Uff. Si que miedo que te tengo. Descuida a tu noviecito le espera mucho aun... deja que nos divirtamos un poco.
Se levanto de arriba de mi alejándose Y cuando creí que era todo, uf...aun no. Escuche el ruido de mi motocicleta encenderse. Cheque mi bolsillo, las llaves no estaban. Carajo. Observe como Scott se iba en mi moto mientras los otros hijos de perra en un audi.
Trate de pararme pero no pude con mi cuerpo haciendo que cayera nuevamente al suelo, y comencé a llorar de la impotencia. Los odiaba tanto.
Espere unos minutos tratando de mantenerme en calma, pero era imposible, las lágrimas ya estaban manchando mis mejillas, por la humillación e impotencia. Con las pocas fuerzas que aún tenía levante mi celular discando el número del chico rizado.
-¿R-Ryan?-balbucee en la linea.
-¿Bebe? ¿Que sucede, acaso estas llorando?
-Amor... ¿E-estas ahí?
-Si, Jack. Estoy en la linea. ¿Donde te encuentras?
Negué con la cabeza aunque obviamente el no podía verme y solloce.
-Tengo miedo, Ry... tengo mucho miedo...-confesé ahogándome con las lagrimas.
ESTÁS LEYENDO
HELP
Romance-¿A que le tienes miedo? -A vivir- respondió el rizado con la cabeza gacha. -Tranquilo, yo te ayudare bebe... El ojiverde miro directamente al muchacho castaño frente a el, sonrió apenas. -¿Que dices? -No digo que hayamos tenido un buen pasado, ni t...