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Dos días después me encontraba en mi cómoda cama mirando el techo, imaginándome quizás un destino y futuro diferente. Y quizás, no, no quizás, debía reparar mis errores ahora mismo.

Y fue allí entonces cuando escuche unos sollozos prolongados en cortos tiempos, todo se encontraba en silencio y a la penumbra. Me senté rápidamente en la cama para luego salir de ella y correr hacia la ventana.

Abrí la anterior corriendo antes las cortinas, y allí vi aquella manta de cabellos, aquel cuerpo recostado en el marco de la ventana.

-¿Que te sucedió, bebe?-murmure en voz baja.

El ojiverde levanto la mirada enseñándome su demacrado rostro, hipeo unas cuantas veces tapando su boca y sin contestar nada se alejo de la ventana corriendo la cortina.

Bufe pesadamente, no dejaría pasar esto, entonces como ya varias veces lo había hecho baje por el tejado de mi pasa, suspirando cuando toque el piso, cruce el muro y trepe lentamente por el tejado de la pared del hogar del ojiverde.

No pensaba golpear la ventana, ya que al chico se había olvidar cerrarla o simplemente lo había hecho a propósito aunque si lo pensábamos bien hubiera roto esta, es que solamente quería una lógica explicación de todo lo que estaba ocurriendo y de la boca de el. Quería saber de una vez por toda que estaba sucediendo. A quien engaño, simplemente también deseaba abrazarlo, besarlo y consentirlo y luego de mas de semanas sin tocar esos suaves labios me estaba volviendo loco.

¿Se siente horrible tener algo tan cerca y sabes que no podes acércate? Si, se siente espantoso.

Entre por el marco corriendo la cortina, visualice cada rincón acostumbrarme a la plena luz del cuarto, parpadee varias veces hasta que por fin mis ojos se habían adaptado. Y entonces vi aquel bulto en la cama, observándome.

-Ryan... yo...

-Bebe...-susurro el ojiverde dejando escapar un hepeo.

Y corrió hacia mi torpemente, trate de no caerme cuando su cuerpo choco contra el mio abrazándome del cuello, rodee mis brazos en su cintura, aferrándome mas a su cuerpo impidiendo que el abrazo terminara. Impidiendo que el se alejara de mi.

»No te alejes, Jack. Lo siento, trate, pero no puedo, perdóname, amor. Perdóname...-balbuceo en mi oído en medio del llanto.

Me estremecí comenzando a trazar círculos en su cintura para tranquilizarlo.

-Tranquilo, vamos a...-trate de separarlo pero Ryan salto sobre mi rodeando sus piernas en mi cintura.

Tambalee un poco pero retome la compostura tomando sus muslos.

-No te separes de mi, no otra vez, no por favor-dijo escondiendo su cabeza en mi hombro.

Sonreí y camine con el en su lugar hacia la cama, me senté en el respaldo de esta dejando al ojiverde sobre mis muslos, la cabeza de este seguía en mi hombro y podía sentir como las lagrimas humedecían mi camiseta. Acaricie sus rizos mientras susurraba una canción para tranquilizarlo, poco a poco su respiración fue calmándose.

Y en el momento que pensé que ya se encontraba dormido, levanto su mirada, sentándose reclamante, observándome.

Visualice sus ojos cansados, sus ojeras y como el brillo en estos había desapareció Su sonrisa que ya no estaba mas, esta había sido remplazada por una mueca falsa.

Junte mis dos manos en sus mejillas y me acerque rápidamente a sus labios, ambos necesitábamos aquello. Ambos queríamos aquel beso.

Sentí esos suaves labios nuevamente, y como ambos se movían en vaivén, adaptándose a los míos, acoplándose Acaricie sus mejillas como siempre lo había hecho y sentí la sonrisa del rizado en el medio del beso. Mordí suavemente su labio inferior cuando nos separamos, a continuación deje un corto beso en la punta de su nariz.

-Te amo demasiado-susurro Ryan sin abrir los ojos mientras mordía su labio inferior el cual había comenzado a temblar.

-Te amo mas de lo que imaginas, amor-digo acercando su rostro al mio-Abre los ojos-pido despacio y el lo hace-¿Que esta sucediendo, amor? No puedo ayudarte si no me dices que ocurre...

Ryan aspiro profundo mientras comenzó a jugar con mi mentón ocacionandome pequeñas corrientes eléctricas en mi cuerpo.

-Soy una amenaza para ti,bebe. Lo siento. Jack juro...-sollozo-Juro que yo no quiero hacerte daño pero ya volví a hacerlo-hipeo-Yo soy un maldito egoísta-finalizo tratando de levantarse pero lo jale haciendo que volviera a donde se encontraba.

Tome su nuca haciendo que rápidamente juntáramos nuestras frentes.

-Jamas vuelvas a decir eso...-musite bajito, mirando sus ojos los cuales me miraban directamente, los míos se humedecieron-Fuiste la esperanza en mi vida, McConney. Ryan... bebe por favor. Necesito saber lo que te ocurre, confía en mi... ¿ Confías en mi?-pregunte en un susurro, el ojiverde sin pensarlo asintió-Entonces dime...

-No estas a salvo Jack. Ellos...-dijo y pauso aspirando-Ellos nos están vigilando...


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