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Hace una semana habíamos abierto juicio a Ben, una semana en donde tuvimos que hacer miles de papeles contra el, una semana complicada, si, demasiado complicada.

Camine por las calles de Londres a las diez de la noche, quería pensar y reflexionar todo lo que estaba ocurriendo. La lluvia no dejaba de caer, pero no me molestaba, esta me gustaba, y mas la forma que caía desprevenida en mi rostro.

Suspire, de seguro mis padres estaban preocupados por mi pero no detuve mi paso lento, no obstante hasta que escuche un sollozo Me tense mientras un dejavú recorrió cada milímetro de mi cuerpo, y observe dentro del callejón, mierda, conocía ese llanto.

-¿Ryan estas ahí -pregunte desesperado dentro del lugar oscuro. Su llanto nunca ceso lo que hizo que me asustara aun mas, y allí lo vi sentado como hace 9 años en una esquina de aquel callejón, solo como lo había visto la primera vez que mis ojos hicieron contacto con los suyos-¿Que ocurrió bebe?-musite en su oído mientras lo atraía a mi y acariciaba su espalda dándole consuelo.

Su llanto poco a poco fue calmándose al igual que su respiración a medida que paso media hora sin movernos de allí.

-¿Q-que quieres?-balbuceo mi novio.

Podría haberle dicho «Ayudarte» pero decidí seguir el juego, aunque sabia perfectamente que el no lo estaba siguiendo.

-Oye ¿Por que no estas en tu casa? Esta lloviendo, te enfermaras.

El rizado levanto la mirada, y esta chico con la mía. Se veía tan inofensivo, tan vulnerable, tan asustado.

-Papá me echo de la casa-susurro escondiendo nuevamente en mi pecho, susurre en oído para tranquilizarlo cuando el llanto comenzaba a brotar una vez mas.

-Tranquilo, bebe. Ya todo acabara, tu padre caerá y no te hará mas daño ¿si? Pero debes ser fuerte, al menos algunos días mas ¿Me entiendes? Ademas podrás vivir conmigo, sera divertido, te lo prometo-y allí levanto la mirada acercándose a mi rostro, y pude visualizar una sonrisa quebrada. Seguí su gesto acercándome a sus labios y deposite un gran beso en estos.

-Tengo frió-dijo en una sutil risa.

-Duh. Anda, camina. Te darás un gran baño caliente. Mama cocinara una cena increíble.

Me levante y le tendí una mano la cual el rizado acepto y comenzamos a caminar sin prisa con nuestros brazos entrelazados a nuestras espaldas.

**

-¿Solo tengo que esperar un tiempo?-murmuro con su cabeza en mi pecho cuando nos encontrábamos acostados en mi cama.

Bese ruidosamente su frente mientras el bostezaba.

-Solo un tiempo mas, te lo prometo-acaricie su cabello.

-Confió en ti, ojos cielo.

-Confía en mi, rizos.


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