CAPÍTULO 35

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El video

Lo que restó del sábado no pude ni dormir, la ansiedad se apoderaba de mi, me había comido cada fruta que había en mi mesa, nadie había venido a visitarme, nadie se acercó a saber de mi, extrañamente Mónica no había aparecido, ni un pequeño texto.

La noticia de un video subido a una página porno se había hecho viral "la máquina de BookWay"  era el título de este video. Luego de leer sobre el tema mi mundo se vino abajo, sentí la necesidad de suicidarme por primera vez en mi vida. Al parecer Nina grabó todo el sexo que tuvimos, la maldita había subido el video a una página porno, ni si quiera le importó su integridad.

Estaba apareciendo en todas las noticias "presidente de BookWay tiene una vida secreta" era lo que decían algunos encabezados, esta mujer se había tomado el atrevimiento de joderme la vida aún más, los mensajes de texto comenzaron a llegar, los correos comenzaron a llegar, llamadas, la gente de mi alrededor parecía más desesperada que yo. Múltiples mujeres con las que tuve sexo estaban siendo entrevistadas, aunque cada relato no decía nada malo sobre mi, la mala reputación que me estaba ganando a nivel empresarial seguía creciendo, mi credibilidad con alguna mujer se estaba yendo a la mierda.

Más encabezados seguían naciendo "abusaba de mujeres necesitadas" aunque cada mujer que entrevistaban parecía feliz de anunciar que también habían cogido conmigo, la presa amarillista se encargaba de desprestigiar mi imagen, “no voy a permitir que siga usando de esa manera a las mujeres" fue lo que dijo Nina en medio de su entrevista, al parecer, el movimiento se había creado para parar mi manera eficaz de conseguir sexo, y se apoyaban de que yo, falsamente me aprovechaba de mujeres necesitadas.

Todo se estaba yendo mas a la mierda, mi desespero seguía creciendo, el video tenía millones de vistas, quizás sexualmente no quedé tan mal, pero mi reputación se hizo mierda, el mundo entero sabía quién era Jhon Fletecher.

Luego de un rato, mi puerta suena de manera desesperante, golpes tan fuertes que creí que caería, apenas logre abrirla un golpe directo a mi nariz mi hizo caer de manera inmediata, Carlos se lanzó sobre sin pensarlo, y de manera continua me propinaba golpes en mi rostro sin cesar, mis oídos comenzaron a pitar y mi vista se tornó borrosa —hijo de puta— gritaba mientras los golpes hacían de mi tabique un polvo, me sorprendió notar lo fuerte que golpea este gordo. De manera repentina, Sebatiano llegó y desapartó a Carlos de mi, yo estaba casi desmallado, Sebastiano me hablaba pero no lograba entenderlo, Carlos intentó golpearme nuevamente, pero Sebastiano lo golpeó a él, más personas llegaron para sacar a Carlos de mi hogar, ayudaron a levantarme y recostar me sobre el sofá. Mi labio estaba partido en dos, mi nariz totalmente partida, mi ojo izquierdo tan hinchado que no podía ver, parecía boxeador, nunca había recibido tal golpiza, la ira de Carlos se drenó en ese momento.

Mónica, Sebastiano y Lucía estaban en el PH, estábamos esperando a la enfermera que vendría a tratarme, salir era imposible, la prensa estaba abajo esperando por una entrevista, mi rostro estaba desfigurado, no podía ni hablar, solo estaba acostado en el sofá. Mónica caminaba sin cesar, la angustia en su rostro se notaba, pero no lograba entender si era por mi rostro, o por el video.

Ya no era un secreto lo que hacía, el dolor de mi rostro hacían que mis sentidos aumentarán, y lograba escuchar las conversaciones en la sala, referente a lo que solía ser, se que Mónica tenía muchas preguntas, le daba gracias al Cielo por no poder hablar.

Mientras me trataban las heridas me dieron un poco de morfina para el dolor, 2 puntos de sutura abarcó la brecha de mi labio, la ubicación de mi nariz se hizo de manera sencilla, mientras me trataba, la enfermera me veía sonriente —deberíamos salir luego que ya estés mejor— dijo susurrando, no podía creer que realmente me estuviera pidiendo salir, luego del desmadre que se creó, los amarillista me tildaban de abusador, mientras que la en farándula me nombraron "el señor del sexo" debido a las innumerables entrevistas a mi favor que hubieron, nadie se quejó del buen rato sexual que pasaron, la única queja había sido por no repetirlo nuevamente.

Habían pasado unas horas y mi hinchazón había disminuido, Mónica, Sebastiano y Lucía seguían acompañándome, Mónica se notaba seria, se acercó a mí, acarició mi cabello y procedió a darme un abrazo con delicadeza.

—ya no tienes trabajo— dijo Mónica mirándome un poco triste.
—los accionistas dicen que no quieren que un abusador dirija la empresa— acariciaba mi cabello.

Yo, sin poder expresarme mucho, solo quité la mirada de la suya, quería gritar, pero el simple hecho de pensarlo me causaba dolor, literalmente mi vida se estaba yendo a la mierda, todo comenzaba a ir de mal en peor, tenía un nombre que acababan de ensuciar y el domingo entero fui yo la noticia, me había convertido en una figura antagónica para muchas feministas, "volador" "abusador" "oportunista" muchos nombres horrendos me tenían. Por mi mente solo pasaba lo que estaría opinando Marnie de todo esto. Creo que ya dejó de existir la mínima esperanza, desee el mal para Nina.

Sebastiano en la habitación me confesó que Nina le había ofrecido el hombre que a él le gustaba si el lograba convencerme de cogermela, pero que no tenía nada que ver con lo demás, repetía mil veces que el no sabía los planes de Nina para hacer todo eso. Mónica al escuchar a Sebastiano se enfureció tanto que lo sacó a patadas del PH, el sentimiento de culpa de Sebastiano se notaba en su rostro, lloraba pidiendo disculpas, debido a eso Mónica también lo despidió de la empresa, Lucía se retiró por cuenta propia, dijo que había mucho material que procesar.

Mónica se quedó conmigo, me atendía de manera eficaz, cualquier cosa que necesitara, limpió mis necesidades, y me ayudaba a tomar mis analgésicos —espero que estas cosas te hagan madurar— me decía sonriente. —de alguna manera u otra te tocará madurar— y volvía a verme sonríente después de esas frases, a mi mente vinieron esas palabras de Sebastiano de hace unos días, <<¿que sorpresa me dará Mónica? >> pregunté en mi mente.

Ya entraban las 9 de la noche y mi cara recuperaba un poco su forma, la prensa seguía abajo esperando una entrevista, Mónica me pidió mantenerme en silencio hasta la inauguración de la revista, querían apertura la revista con mi historia, es lo menos que podía hacer por ella después de todo lo que ha hecho por mi. La culpa seguía invadiendome, lo mal que he tratado a Mónica no tiene perdón, sin embargo ella sigue ahí cuidándome <<no sé en qué momento me convertí en un ser tan estúpido y arrogante, muchas personas de mi entorno no me merecen>> los pensamientos estaban dañando mi mente.

—creo que después de todo esto necesitarás un psicólogo— dijo Mónica desde la cocina.

—lo necesito— dije balbuceando, debido a mi labio roto.

—esperemos que el problema se tranquilice, y luego resolveremos esto junto— Mónica se acercó para alimentarme.

Me parecía extraño, que después de tanto problema, Mónica me trate de tal manera, no merecía ser tratado así.

Había entrado en un hueco en el que jamás había caído, es que ni por mí mente pasaba que consecuencias podría traer toda mi antigua hisotira, jamás pensé llegar a tener tal posición en una empresa ni mucho menos enamorarme, la culpa y el arrepentimiento cubrían todo mi ser, y mi conciencia hacía que mi depresión aumentara. Todo se había  vuelto un desastre

JHON FLETCHER -ÓRGASMO- (COMPLETO) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora