CAPÍTULO 17

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Hechizo.

Días después.
—Ella no ha escapado Tasha. Vera sigue recluida en su celda, aun mas desquiciada de lo que ya estaba antes. No pudo haber ninguna mínima posibilidad para que saliese de allí; el atacante de Rose pudo haber sido cualquier enemigo nuestro—explicó mi padre acomodándose su elegante saco de vestir.

Tenía razón, ¿cómo pudimos creer que la desquiciada de Vera pudo haber salido de la celda?, es simplemente imposible. Además de que no sería tan estúpida para querer dañar nuevamente a la persona que le dio la jodida vida, aunque tampoco dudaba de que sería capaz de volverlo hacer, ella estaba totalmente fuera de control.

Rose es la madre de Vera, quien no ha hecho nada más que lastimarla con sus mierdas, hasta intentar acabar con su vida hace cinco años porque está no había tolerado en lo que su hija se convirtió. Vera siempre ha padecido de problemas mentales, los cuales se intensificaron a medida de su descontrolada ingesta de drogas; que lograron hacer que perdiera el tacto y se convirtiera en una persona malditamente vacía, que no siente, no ama, ni respeta.

Vera fue recluida en un centro psiquiátrico hace cinco años, pero hace dos años la trasladaron a una cárcel de máxima seguridad por sus delitos.

Aparte de querer acabar con la vida de su madre, también acabo con la vida de muchos más, se convirtió en una criminal que robaba y mataba personas para no dejar rastro de sus fechorías. Vera nunca vivió con su madre, ella se crio con su padre, quien le había arrebatado la custodia a Rose cuando se separaron, llevándose a su hija lo bastante lejos para que su madre no pudiese saber de su ubicación.

Luego de que el bastardo de su padre muriera, Vera quedó desamparada y acudió a su madre; para destrozarla con sus problemas de drogadicta, con sus robos y asesinatos los cuales intentaba encubrir frente a su madre, porque sabía que esta jamás la perdonaría si se enterase de lo que ella estaba haciendo.

Hasta que por culpa de un descuido Vera dejo ver su rostro, cosa que hizo que Rose se enterara de todo y fue convencida por su hija a que la encubriera, porque estaba siendo buscada en todo el país. Hasta que su madre se enteró de toda la verdad y se negó a seguirla encubriendo, revelándonos en donde se escondía la infame de su hija, ya que ella no iba ser cómplice de una criminal por mas hija suya que sea.

Vera siempre ha tenido rencor hacia mi hermana y yo, porque su madre paso más tiempo con nosotras de niñas de lo que pudo haber pasado con ella, porque su madre nos vio crecer y a ella no. Y hasta lograba entenderla, que culpa tenia de que su padre sea un bastardo y la separara de su madre cuando era pequeña.

La GIA logro detener a Vera, pero no pudo evitar que esta se vengase de su madre antes, por supuestamente abandonarla y preferirnos a nosotras, le propino un disparo en los costados haciendo que eso casi le costara la vida a Rose. Y una vez más, creímos que había vuelto para terminar con el trabajo y lograr matarla. Pero hemos confirmado que ella sigue recluida en su celda, así que no hay de que preocuparse si a ella nos referimos.

—¿Entonces si no fue Vera, quien fue? —cuestionó mi hermana menor pensativa.

—Aun no lo sabemos, pero seguiremos con el mismo protocolo hasta que sepamos quien fue, cualquiera pudo haber sido, no debemos fiarnos de absolutamente nadie—declaró mi padre tajante.

—Tienes razón, no podemos fiarnos de absolutamente nadie. Lamento tener que irme dentro de unas horas para Alemania y no poder quedarme mucho tiempo. Pero tengo que acabar con este caso lo más rápido posible para volver y hacerme cargo de la central; lo importante es que Rose se está recuperando lentamente, pude verla hoy—comenté recordando su pálido rostro, y su cuerpo conectado a todas esas máquinas que hacían posible que siguiera con vida.

Al límiteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora