Desterrado.
Tasha.
Habíamos avanzado bastante con la investigación, ya teníamos varias identidades de los socios de él clan Ackermann gracias a las cámaras que incrustamos en nuestros atuendos para la reunión. Todo el equipo se encontraba trabajando arduamente con las informaciones en el depósito del italiano.
Ya era de noche, y bastante tarde, a decir verdad, Massimo y yo estábamos elaborando una estrategia para el ataque que orquestaremos a una de las tantas propiedades de los hermanos Ackermann, mientras que Ivanov y Bordeau se encontraban trabajando en las identidades de los socios de Ilya, Klarsson y Dagger se encontraban investigando a Bergmann y a todos los sospechosos. Schneider se encontraba en la central ya que Lehmann y Schwars habían requerido de su presencia.
—Los números que estaban en el pedazo de papel que encontraron en la billetera de Kohl son unas coordenadas, de una propiedad abandonada en una ciudad bastante lejana que queda a casi cuatro horas de aquí—explica Dagger ganándose la atención de cada persona que se encontraba alrededor de la gran mesa en donde trabajábamos—. Consiste de una pequeña casa en medio de una zona bastante desértica.
¿Por qué Kohl tendría las coordenadas de una casa en su billetera?
—Visitaremos el lugar mañana en la mañana, en definitiva, hay algo oculto allí.
—Exacto, ¿aún no se sabe nada de la esposa de Kohl? —inquiere el italiano dejando caer el lápiz que estaba utilizando sobre la mesa para pasarse una mano por el cabello, el cual estaba levemente desaliñado haciéndolo ver más ardiente que de costumbre.
—No hay señales de Elsa Kohl, no ha llegado a su casa ni tampoco ha sido detectada por ninguna cámara en sus lugares más frecuentados—responde Klarsson con la mirada fija en su laptop.
—¿Tampoco se sabe nada de Bergmann?—interrogo despegando la mirada de mi laptop para fijarla en Dagger quien estaba a cargo de Bergmann.
—No, no se ha presentado en su oficina hoy. Por lo que se ve no está en ninguna de sus propiedades, no se sabe nada de él.
—Bien—replico para fijar la vista en mi reloj dándome cuenta de que ya eran pasada medianoche—. Supongo que es todo por hoy, sería mejor que todos nos fuéramos a descansar—fijo la mirada en Ferrara esperando alguna respuesta de su parte.
—Black tiene razón, vayan a descansar—agrega cerrando la tapa de su laptop, yo imito su acto y me levanto del asiento con mi laptop y mi bolso en mano.
Los demás hacen lo mismo para luego despedirse y abandonar el complejo dejándonos a Massimo y a mi solos en este. Antes de que pudiera dar un paso hacia la salida mi teléfono comienza a timbrar indicando una llamada.
Alisha.
—¿Ali? ¿Está todo bien?
—Sí, Tasha. Es Rose, ha salido de peligro. ¡Ha salido del coma! ya se encuentra en una sala común—informa entusiasmada haciendo que mi corazón lata desbocado de alegría.
¡Joder sí!
—Y-y ¿Cómo esta? ¿ha despertado? —tartamudeo al notar que pequeñas lágrimas de felicidad estaban brotando de mis ojos.
—Aún no ha despertado, pero el doctor dice que lo hará pronto. Aun no se sabe cuáles serán sus secuelas, se sabrán cuando abra los ojos, por ahora que haya salido del coma es todo un logro—comenta alegre y debo caminar hacia una silla vacía para tomar asiento, ya que la felicidad que me embarga es tan grande que no puedo mantenerme de pie.

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Al límite
AcciónTasha Black sepulta el pasado convirtiéndose en una de las mejores agentes de la GIA, siendo reconocida mundialmente por sus múltiples logros y hazañas, encabezando así la sede central de la agencia. Hasta la llegada de Massimo Ferrara, su nuevo co...