Desorden de estrellas (CORRIGIENDO)

4.

K A R A D A N V E R S

Winn traía una horrible resaca de la noche anterior y estaba pagando su descuido en el trabajo. Comencé a reír mientras mi amigo gruñía bebiendo su cuarta taza de café, intentó disimular trayendo unos lentes de sol pero era tan obvio que hasta la señora Grant se dió cuenta.

— No volveré a beber en mi vida.

— Todos dicen eso — Winn bufó en desacuerdo conmigo y siguió con su trabajo; jugaba Minecraft.

El día pasaba un poco lento. No estaba de resaca pero no había dormido y eso se asemejaba a una pequeña molestia.

La señora Grant me atoró de tareas, formalizar eventos, realizar juntas, llevar cartas de despido, gritarme, atender llamadas, coordinar con recursos humanos e intentar respirar debido al alboroto.

En ese entonces era Winn quien se reía de mi descontento. Al terminar de escuchar las quejas e insultos de el señor Millers por ser despedido fue turno para correr por el almuerzo de la señora Grant.

Me encontraba esperando el pedido cuando alguien pico mi brazo. Giré mi cuello y encontré a James con una sonrisa enorme.

— ¡Hola! — él me saludó con un abrazo.

— James — el moreno me soltó tímidamente y se alejó unos centímetros — Que coincidencia.

— No es coincidencia, Kara.

Lo miré confundida como si el fuera un alienígena, James se rió alegremente y observó mi pecho.

— Tienes una mancha en tu ropa.

Desvíe mis ojos y efectivamente había una mancha de glaseado, malditos y sabrosos donuts. Miré a James con las mejillas ardiendo causando que él solo negara divertido.

— Eres adorable, Kara. Por eso me preguntaba si querrías almorzar conmigo.

Mis ojos se ensancharon brutalmente. ¿El esposo de Lena Loca Luthor quiere almorzar conmigo? esa mujer va a derretirme en alguno de sus experimentos si se entera.

Pero a la vida es una.

— ¡Claro! — la comida de la señora Grant me trajo a la realidad — Espero que no te moleste almorzar en mi trabajo.

— Para nada, Danvers.

— También estará Winn, ya sabes, es uno de mis mejores amigos y no lo dejaré solo.

— Kara, no te preocupes. Winn almorzará con nosotros, después de todo el me dijo donde trabajan.

— Maldito chismoso ¡cualquier día se lo dirá a un asesino serial! — James soltó una sonora carcajada, caminamos el corto trayecto de Noonan's hasta Catco entre chistes pésimos que se me ocurría con cada cosa que observaba en la calle.

— Me duele el estómago — el moreno no paraba de reír por una tonta broma que le hice y mis compañeros de trabajo lo notaron — Oh, nos están viendo.

— Dios — susurré apenada — La cafetería está allí ¿podrías esperarnos ahí?

— Por supuesto — James me miró dulcemente, como si yo fuera el último donut del mundo y él un hambriento adicto al azúcar — Iré a ordenar algo de comida ¿puedo ordenar por ustedes?

Asentí frenéticamente, la mirada de Cyntia se clavó en mis entrañas, una mirada mala y falsa.  Corrí al ascensor y rogaba porque la señora Grant no me despida tan joven.

— ¿Será su amante? — maldita reportera.

Me sentí desubicada al oír las insinuaciones de Cyntia. No, no me agradan los chismes. Le dejé el almuerzo a mi jefa mientras me gritaba diciendo que no quería mayonesa en su ensalada de pavo. Agaché la cabeza unos segundos para no insultarla, no debía desquitarme con ella cuando la causante de mi molestia eran los chismes de Cyntia.