Desorden de estrellas (CORRIGIENDO)

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L E N A L U T H O R

Lancé el jarrón antiguo al suelo rompiendo el adorno en mil pedazos. Me sentía tan molesta con esa rubia patética, me sentía molesta conmigo misma por preocuparme por ella.

James apareció con su rostro confundido y si él no se iba otro jarrón pararía en su rostro.

— ¿Qué ocurre contigo?

— Vete. — ordené. Mis puños estaban cerrados y mis entrañas se removían al pensar en que Morgan pudo lastimar a Kara.

— ¡¿Qué demonios ocurre, Lena?! — James comenzó a caminar en círculos totalmente enfurecido — ¡Cambiaste!

— ¡Cállate! — me acerque enfrentando a mi marido — No soporto tenerte cerca.

Los ojos de James se cristalizaron y caí en cuenta que estaba desquitando mi frustración con él, siempre lo hacía, siempre lo hería y él estaba ahí recibiendo mis golpes morales.

— Me enamoré de ti cuando era un fotógrafo principiante, aparecías siempre en mis fotos cerca de aquella fuente, esa fuente era el único recuerdo que tenía de mi padre y cuando te conocí en ese lugar creí que sería feliz el resto de mi vida — una lágrima descendió por mi mejilla muriendo en mis labios — Ahora solo pienso en que todos los días me rompes, me rompes de una manera horrenda.

— James.

— Estoy cansado Lena, me cansa llorar luego de cada discusión, me cansa querer mantenerme al lado de una mujer que sé perfectamente que no me ama, me cansa luchar, me cansa. — mi esposo lloró como un niño pequeño — Cinco años casados y por primera vez acabas de destruirme a tal manera que no deseo verte.

Me quedé estática viéndolo quitarse bruscamente sus lágrimas y ahogando los sollozos que se escapaban de su garganta.

— Lena, me has lastimado tantas veces que cuando una mujer me trató bien yo me enamoré.

— ¿Qué estás diciendo? — pregunté al borde del llanto.

— Quiero el divorcio — sentí una fuerte bofetada emocional, escuchar a James decir eso fue un golpe brutal — Quiero el divorcio para luchar por la mujer que me enamoré. 

— Si eso es lo que quieres.

Una gélida máscara se apoderó de mi rostro demostrando la fortaleza para guardar cada lágrima que retenía.

— Ambos lo queremos ¡Tú no me amas!

— Pero te quiero, James.

— Siempre me has querido como un amigo y yo acepte casarme contigo sabiendo eso, sabiendo que estabas rota. — clavé mis ojos furiosos en él — Quise ayudar a construir esos pedazos rotos y terminé por lastimarme.

— ¡No te pedí que me arreglarás! — mis ojos se empañaron arruinando las barreras sentimentales — ¡Te dije que podía irte cuando lo desearas!

— ¡Este es el momento, Lena! — la respiración de James se veía afectada por la pelea y al presionar su inhalador supe que debíamos parar — Quiero el divorcio cuánto antes, no quiero perder el tiempo para correr tras la mujer que amo.

Él cruzó toda la sala yendo directamente a nuestra habitación, podía oír el chillido que hacían las ruedas de maletas y como caminaba de un lado a otro. Me senté en el sofá repleta de culpa, le grité a Kara y lastimé a James, era la peor mierda del mundo.

Tomé la botella de whisky y cargué un vaso para llevarlo a mi boca vaciando todo el líquido, mi garganta ardió por unos segundos pero aquello no importaba ya.