Desorden de estrellas (CORRIGIENDO)

17.

K A R A D A N V E R S

— Kara, tengo sueño — se quejó Winn por décima sexta vez a lo que rápidamente recibió un gruñido — Cálmate, insecto.

— Ocho horas buscando y no me dejaste orinar — Mon-el hizo un puchero lastimero casi tierno pero al igual que Winn recibió otro gruñido — ¡Jo! Siempre estás quejándote.

— ¡Ustedes no hacen silencio!

— Yo digo hay que hablarlo tú dices grrrrr — comenzó a decir Winn — Yo digo tenemos que descansar tu dices grrr.

Gruñí como animal salvaje en su rostro.

— ¡¿Ves?! Eso no es comunicación — Mon-el estalló en carcajadas al ver cómo Winn interpretaba al perezoso de la era de hielo — Así que, ¿Lena Luthor?

— Hermano, Kara arrancará tus testículos y se los dará a un zorro salvaje sino te callas — una pequeña sonrisa adornó mi rostro cansado al oírlos discutir por quién traía la razón.

Los odiaba por quitarle la seriedad al momento más delicado de la vida de Lena, su mascota es muy importante pues Lilian me contó que fue un regalo de su padre antes de morir.

— Espero ser padrino en tu boda con esa mujer porque buscar horas una bola de pelos cuando podría estar en los brazos de Nia usando mi laptop para ayudar... — relató Winn.

"Imra quería que se llame así nuestra niña"

Sacudí la cabeza y pinté una sonrisa alegre en mis labios, quizás sea solo coincidencia o mi esposa dando señales espirituales de que está presente.

"Si lo pones así da miedo, burbuja"

— Kar, ¿Estás enamorada de Lena Engreída Luthor? — cuestionó Mon-el con picardía.

— Hace meses, gracias por notarlo — Winn gritó dramatizando la situación mientras mi otro amigo abrió abruptamente su boca — ¿Qué?

— ¡Danvers, cuidado! — jale la palanca de frenos y mi carro se detuvo en seco, Mon-el sobó su nariz ensangrentada — Mi c-cabeza.

— Winn, déjame ver tu herida — hablé preocupada viendo el corte en la sien de mi amigo — Lo siento mucho.

— Si tengo una contusión cerebral vas a pagar caro, Danvers — se burló presionando el sangrado — Mon-el, ¿Qué pasó con tu nariz perfecta?

— Cállate, Winnie Pooh — bufó molesto.

— En fin, Monedita estará bien, Kar — Mon-el le lanzó una mirada asesina a Winn que se encargaba de darnos apodos horrendos — Parece que sacaste la lotería.

Apuntó al muelle donde una pequeña bulldog de manchas negras y blancas luchaba por no ahogarse. Salí corriendo del auto algo mareada aún por el impacto del frenazo y me lancé al agua.

"¿Sabes que el agua del muelle es...."

Caí de barriga dándome contra el piso rocoso de aquel lago playo, el agua no era profunda para una bestia como yo pero si lo suficientemente hondo para que Jazz no soportará la pequeña corriente. 

— Ven aquí, Jazz — le quité la correa que la obligaba a permanecer nadando y al cargarla en mis brazos lamió mi rostro con euforia — Maldición, estás helada.