31.

3.7K 338 84
                                    

K A R A D A N V E R S

Trataba de disfrutar lo máximo posible este día con Lena, pues en unas horas debíamos separarnos porque nuestra tan aclamada boda sería el día siguiente.

Mis nervios florecían como cactus en el desierto, aquella sensación electrificante de poder llamar a Lena Luthor mi esposa era un sueño del cual no quería despertar ni en mil años.

La familia Luthor y Danvers se encontraban decorando el salón donde sería la gran fiesta, era cierto lo que una vez dijo la pelinegra, el imperio Luthor no escatimaba en gastos por sus herederos.

— ¡Maldición! — exclamé furiosa — Horroroso wifi.

— Podemos verla más tarde, cielo — susurró Lena besando mi mejilla — Aunque debes admitir que es una buena película.

— Sip — contesté, di una zancada hasta el router y le di un golpe esperando que mágicamente regrese la señal — Pero quiero saber si logran derrotar a Maléfica.

— ¿Por qué? — indagó curiosa — Es la protagonista junto con Aurora.

— Fue cruel — avisé — El rey Stéfano le rompió el corazón y en cambio ella se la desquitó con su hija, ¿Ves algo justo en eso?

— Maléfica es mi villana favorita — demandó con una sonrisa.

— ¿Por qué? — entrecerró los ojos con exageración — Está claro que Maléfica solo pensó desde su dolor, Aurora no debía pagar las consecuencias y por eso estaba apunto de tocar la cosa esa puntiaguda.

— Quiso detenerla — expresó Lena.

— Ahg — gruñí — Malditos villanos, ¿Por qué los amas?

— Porque yo te amo como te amaría un villano — respondió besando mis labios.

— ¿Cómo es eso? — un gemido se esfumó de mi garganta.

— Termina de ver la película y lo sabrás — atacó mi cuello sin compasión, arrancando jadeos fuertes y con una embestida logró tumbarme en el sofá — Hummmm, esto me trae hermosos recuerdos.

— Lena — murmuré, sus manos se colaron por mi pijama — Tuvimos sexo aquí hace dos horas.

Ella soltó una pequeña risa y me hizo el amor, aquello tan bonito que nos marcó hace tantos meses. Su belleza de Afrodita dejándome de rodillas era todo lo que estaba bien, Lena Luthor era la mismísima diosa de mis deseos carnales.

Recorrí con mis dedos toda la extensión de su piel hasta detenerme en el nuevo tatuaje en sus costillas izquierdas, justo donde estaban las fracturas, el significado de aquella tinta casi me hizo llorar porque finalmente la mujer que estaba sobre mi viéndome con esos ojos esmeraldas era libre.

— Te amo, estrella — dejó un casto beso en mis labios, su trabajo de proporcionarme placer jamás murió, solo me dejó tirada en el sofá exhausta, tratando de recuperar el aliento mientras sus ojos se clavaron en mi con altanería — Estás perdiendo estado, Kara Danvers.

— Me tomaste distraída — aclaré — Eres una maldita ninfómana que me está volviendo loca.

— Y tú eres una glotona que acabará con los billones Luthor en McDonald's y Noonan's — abrí mi boca indignada — Es broma, mi tierno girasol.

— Que te den, Luthor — me cruce de brazos furiosa, me levanté del sofá caminando como el maldito de Bambi y eso solo hizo reír a Lena — ¡Quiero el divorcio!

— Eso no pasará, Kara Danvers — me acorraló entre la barra y su cuerpo — Tendrás que matarme para que firme un papel donde te doy el divorcio, de lo contrario te secuestraré y haré que te enamores de mi una y otra vez.

Desorden de estrellas (CORRIGIENDO) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora