L E N A L U T H O R
Acaricié el estante repleto de libros, a diferencia de los míos que eran de diversos temas Kara tenía solo un género; criminal.
— ¿Fanática de Sherlock Holmes? — ella esbozó una sonrisa y asintió — Nunca leí este tipo de libros ¿qué tienen de interesantes?
— Hace años me hice la misma pregunta — Kara observó el pequeño librero y una mirada melancólica se apoderó de su ser — Pero una persona especial me enseñó ese mundo.
Tragué en seco sintiendo una patada en el estómago, Kara tiene a alguien especial y me di cuenta que yo no tenía a nadie.
— ¿Qué pasó con esa persona? — la rubia se acercó a la barra de la cocina y sacó una botella de vino, la destapó para llenar dos copas — Kara.
— Es una larga historia y no deseo hablar de eso.
Bebió el vino como si su vida dependiera de ello, sabía que no le haría nada ahora beber de un solo trago pero cuando pasarán unos minutos la rubia sentiría el piso moverse.
Por otro lado yo bebía lentamente, degustando su sabor dulce con una sonrisa en mi rostro de tan solo ver a Kara parpadear varias veces.
— ¡Joder! — la observé burlona — Tienes un piercing en la lengua, eso es sexy.
Me atragante con el vino y Kara soltó una sonora carcajada, un remolino de emociones vibró en mi interior de solo verla feliz por descubrir algo.
La miré como deseando que jamás se me borrará su rostro de la mente, detallé cada facción, desde sus cabellos dorados hasta su delicada mandíbula. Encontrando en el camino una pequeña cicatriz cerca de su ceja y mierda, esos ojos me hacían alucinar.
Son tan jodidamente azules.
Kara llamó mi atención y pude ver una mueca traviesa.
— Tienes que hacer esto.
Sacó una botella de agua fría y corrió, intentando no caer de la borrachera, buscando algo que no supe deducir.
Se habrá tardado unos diez minutos, se tiraba al suelo y se levantaba olvidando que ya había buscado bajo el sofá hasta que una lámpara en su cabeza se prendió y abrió el cajón de la estantería sacando una bolsa repleta de caramelos.
— M-mira — comencé a reír observando a Kara luchar por quitarle la envoltura al caramelo de menta — ¡Jo!
— Déjame, yo lo hago — un puchero se formó en sus labios y con eso me di cuenta que compraría una fábrica de caramelos si me lo pedía con esos ojitos de cachorro — Aquí tienes.
— ¡Wiiiiii! — festejó, me dió un abrazo rápido junto con un beso en mi mejilla — Lee, d-debes meter el caramelo en tu boca.
Todas las cosas negativas que cargaba en mi mochila emocional dejaron de pesar en cuanto escuché como me llamó esa rubia patética.
— ¡Y bebes agua así! — su rostro se transformó en una mueca, Kara era imbécil pero a la corta me estaba dando cuenta que no podría estar lejos de esta imbécil — Es increíble.
— Estás ebria, Danvers — ella soltó una risita risueña descontrolando mi corazón — Ve a dormir.
— No — cruzó sus brazos haciendo un berrinche como si tuviera siete años — Porque si me duermo te irás y amo tu compañía.
Me sumergí en los instintos rocosos de mi mente, me preguntaba cómo es que Kara Danvers podía ser tan malditamente tierna, quería arrancarme los ojos y mostrarle al mundo que tenía a la mujer perfecta viviendo a cinco metros de distancia. La rubia mostró una sonrisa y cabeceó intentando no dormirse sobre la barra, no quería que sucumbiera a los sueños, no quería irme y que la noche acabe.
Pero entonces fue tarde porque se durmió apoyando su rostro en la barra, roncó como un pequeño gatito y me quedé observando a Kara siendo una maldita acosadora.
La rubia se removió incómoda y fue instinto propio ayudarla, la tomé entre mis brazos sintiendo su aroma a manzanas y caminé con ella diciendo incoherencias hasta el sofá dónde hace unas horas se había desatado una guerra de cosquillas.
La apoyé con delicadeza temiendo despertarla, le quité su calzado descubriendo allí un tatuaje en forma de bicicleta lo recorrí con la yema de mis dedos sintiendo como se derramaba mi cordura, elevé la mirada y me encontré con la imagen más hermosa del mundo.
Dormía plácidamente ignorando lo mierda que era la vida, pero había que admitirlo, con Kara no importaba nada si vieras esa perfecta sonrisa.
Fijé los ojos en sus labios, rosados sin necesidad de un lápiz labial y gruesos, los labios de Kara Danvers eran apetecibles para cualquiera que los viese de cerca.
»¿No estaré sintiendo algo por ella?«
No, tengo terminantemente prohibido sentir algo por Kara.
Me alejé rompiendo el encanto de ver los labios de la rubia cerca de los míos, golpeé mi cabeza con mi mano, me habría arrepentido toda la vida si la besaba sin su consentimiento.
Decidí ir a casa antes de cometer una completa locura pero me detuve en seco, vi entre los libros de Kara una pequeña hoja sobresaliente, mi lado curioso pudo con mi razonamiento y lo tome entre mis manos.
Era una foto de Kara con una foca, traía la sonrisa más encantadora e hipnotizante del puto mundo. La voltee y encontré una frase marcada en dorado con una caligrafía desordenada pero entendible.
"Es posible que usted mismo no sea luminosa, pero sin duda es una buena conductora de la luz"
La persona que escribió eso tenía razón, Kara era conducta de la luz y no pude negar que me estaba perdiendo en sus encantos infantiles y patéticos.
Guarde la foto en mi bolsillo izquierdo y fui a casa.
Entre a mi hogar siendo abrazada por la soledad, nunca fui de quejarme por estar sola pero irme dejando a Kara se me hizo insufrible.
Quería volver y pedirle un abrazo, no es cómodo entrar a un lugar y sentir como tú corazón se parte al medio sin que nadie corra a ti con unos besos sanadores.
Me tumbé en el sofá pensando en Kara, Dios, mi vecina no salía de mi cabeza ni durmiendo porque al cerrar los ojos su rostro iluminaba mis sueños.
Se terminó convirtiendo en mi nuevo sueño.
Siendo castigada por la pequeña Lena de mi cerebro y la otra luchando desde mi corazón intenté dormir pero solo conseguí llorar.
Lloré porque mi vecina se estaba volviendo alguien importante.
Lloré porque los recuerdos del pasado partían mi cabeza.
Lloré al saber que era débil si Kara Danvers estaba cerca.
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Desorden de estrellas (CORRIGIENDO)
FanfictionKara tiene el corazón herido. Lena está casada. Una es alegre y la otra amargada. Heridas que aún no cierran y pasados tristes. "¿Por qué amas a los villanos?" Rankings: 26/02/22: KaraDanvers #1 03/03/22: Supercorp #1 18/04/22: Lesbian #1