El lugar secreto de Su Majestad

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Pov Navier

Estaba caminado por los pasillos de regreso a mi habitación, hablando con Eliza y Laura sobre lo que había ocurrido en el jardín del Palacio. Estábamos hablando sobre si el ave regresaría y si traería otra nota. Toda esa felicidad se fue en el momento en el que abrí la puerta.

—¿Su Majestad?—me sorprendió verlo en mi habitación

—Ah, al fin regresa Emperatriz—tenía los brazos cruzados

—¿Qué lo trae por aquí?

—Creo que Rashta necesitará una Dama de compañía propia. Pero no ha sido fácil hallar a una nombre dispuesta.

—El día estaba llenado tan bien—pensé para mi misma

—Quiero que se encargue de buscar una dama de compañía para Rashta—no podía negarme a su petición

—Muy bien—suspire con cansancio

Cuando el Emperador se fue me senté en mi escritorio suspirando con cansancio.

—¿En verdad debe buscar una dama de compañía para esa mujer?—se notaba en su tono que estaba enfadada

—¿Porqué? Hasta los secretarios del Emperador se an rendido.

—La verdad es que no quiero—admití

—¿¡Porqué debe la Emperatriz encargarse de buscar una dama de compañía para una mera amante?!—grito Eliza con enojo

—Pero con lo insistente que fue...

Las damas de compañía se eligen entre nobles del mismo rango o a lo sumo uno o dos rangos más abajo. Pero Rastha no es de familia noble, así que será difícil encontrar a una nombre dispuesta a asumir ese rol.

—Por favor inviten a todas las nobles y sus hijas a tomar el té—le pedí a mis damas de compañía

Todas las invitaciones fueron enviadas y ahora me encuentro con todas la nobles del imperio.

—Gracias por la invitación. Hace mucho que no nos veíamos y usted está tan bella como siempre

—¿Y a que debemos el placer de su invitación a tomar el té?

—Son todas muy amables. Las invité porque necesito su ayuda en algo—todas voltearon a verme atentas a lo que diría— El Emperador busca una dama de compañía para atender a la que pronto será su amante

Se notaba la incomodidad en los rostros de todas al mencionar a la amante de Sovieshu.

—La verdad es que últimamente todos han mencionado la posibilidad de que ella sea una esclava fugitiva

—Sería muy vergonzoso tener que ser la dama de compañía de una esclava.

Me encontraba muy cansada después de haberme reunido con las nobles. Ya me esperaba que ninguna de ellas aceptara, pero Sovieshu me echara la culpa a mi. De repente escuché a un pájaro y volteé a ver a la ventana, y ahí se encontraba el ave del otro día. Me paré rápidamente para poder ver si tenía una nota en sí pata.

—¡Lleva otro carta en la pata!—grito Laura

—¿Otra carta?—me acerque para verla

Pov T/n

Vi a mi hermano escribiendo otra carta

—Volverás a ver a la Emperatriz—pregunte tratando de leer el contenido

—Si—dijo alejando la carta para que no la pusiera leer—cúbreme para que Mackeena no se entere

—De acuerdo...pero me debes un pedazo de pastel—me quede pensativa— y cuando regreses quiero que me cuentes sobre la Emperatriz

La princesa de el imperio de OccidenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora