Perdón

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Pov T/n

Lo de los padres de Rashta no me sorprendió, Ergi ya me había contado sobre eso. Sin embargo, lo que me estaba diciendo Navier en estos momentos si fue una sorpresa.

—Los escuché diciendo que harán a Rashta la Emperatriz, para que su hijo sea el heredero oficial—me dijo Navier, un poco triste.

—¿Escuché bien?—le pregunté, atónita. No podía creer que ese desgraciado sería capaz de cambiar a Navier por una mujer cualquiera como Rashta.

—Si, me pedirá el divorcio y la convertirá en Emperatriz—me volvió a repetir—Y él bien sabe que una emperatriz divorciada no se puede volver a casar, perdería todo.

—Ese desgraciado, juro que algún día de estos lo voy a matar—apreté mis puños, enojada—Y ese bebé, de no ser por ese maldito bebé.

—Tranquila, el bebé no tiene la culpa—trato de tranquilizarme.

—En eso tienes razón—suspiré y afloje mis puños—Pero aún así, ¿qué acaso no pensó en cómo esto te afectaría?

—Parece ser que no—Navier suspiro y miro a otro lado—Pero no hay nada que pueda hacer, él ya lo decidió. No sé cuándo, pero al parecer tendré un divorció.

El que Navier dijera eso me dio una idea, me siento muy mala persona por hacer esto pero al menos si acepta eso la sacaría de este horrible lugar y podría pasar más tiempo con ella. Primero quisiera decirle a Kosair antes de decirle algo a Heirny.

—Pero por el momento no importa, tengo cosas más importantes en las que debo preocuparme—se levantó y me regaló una sonrisa—Odio dejarte pero tengo papeleo importante que hacer y mañana debo ir a la academia de magia para resolver unos asuntos.

—No te preocupes cariño, lo entiendo—me levanté y le sonreí—De todas maneras tengo que ir al laboratorio a resolver unos asuntos—me acerque y la abrace—No pienses en el divorcio, ¿de acuerdo? Piensa que si eso pasa será lo mejor para ti, te alejarás de este ambiente tan tóxico en el que estás.

—En...en eso tienes razón—Navier me devolvió el abrazo—Espero verte mañana para desayunar, trae a Colette contigo.

—Con gusto—sonreí y me aleje—Hasta mañana—me despedí de Navier y me dirigí a mi habitación para buscar a "Colette". Al llegar frente a mi habitación me encontré con alguien a quien hace mucho no veía—Ergi, gusto en verte.

—Princesa, ¿o será mejor llamarte heredera?—hizo una reverencia y me miró con una sonrisa burlona.

—Ja Ja, que divertido—hablé sarcástica—Más respeto a la siguiente heredera, seré tu jefa—bromeé—Por cierto—se enderezó y me puso atención—Ya me enteré de lo que hiciste—sonreí con burla.

—He hecho muchas cosas querida, sé más específica—aquella sonrisa burlona creció aún más.

—Oh, Rashta es una pobre niña que fue secuestrada y convertida en esclava. Pero sus padres nobles la reconocieron y vinieron a reclamarla—fingí una voz de sorpresa y después sonreí—¿Eso te dice algo?

—Veo que era imposible que no te enteraras—suspiro y negó—Pero al fin y al cabo se cumplirá mi cometido, y tú y Heinry estarán felices con el resultado.

—Es verdad, pero aún me siento culpable—baje la mirada, apenada.

—Quita esa cara—se acercó a mí y pasó uno de sus brazos por mis hombros—Piensa que le estás haciendo un favor, la estarás alejando de este ambiente tóxico y le ofrecerás uno más saludable y feliz. Junto a ti y a tu hermano—sonrío y me volteo a ver.

La princesa de el imperio de OccidenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora