La pareja de idiotas

3.1K 304 75
                                    

Pov T/n

Me encontraba caminando por los pasillos, ya con la vestimenta que normalmente uso y no ese vestido, cuando a lo lejos escuché una conversación entre Navier y ¿Ergi?

—¿Está al tanto de que soy amigo de Heinry y T/n?—preguntó comenzando a hablar de mi hermano y de mi.

—Si—contestó secamente Navier

—Ya veo—volteó a otro lado—Ellos dos hablan mucho de usted.

—Oh, no lo sabía—dijo Navier con una muy pequeña sonrisa.

—Si, y me preguntaba...—dejo de hablar un momento

—¿Si?—preguntó curiosa Navier

—Si, alguno de ellos le abra dicho algo negativo sobre mi—termino de formular su oración

—¿A que se refiere?—preguntó Navier confundida

—A veces los hermanos tienden a hablar mal de mi con la gente—dijo poniendo su mano en su frente.

—Hay que exagerado—pensé para mis adentros

Comenzaron a hablar de círculos sociales, no le tome mucha importancia y me aleje. Aunque sabía que puede que Ergi esté planeando algo, me aseguraré de que a Navier no haga más que benefíciale las malas experiencias con ese tipo. Yo con el tiempo aprendí a tomar provecho sobre eso.

Me aleje mientras tarareaba una canción y me movía al ritmo de esta.

—Veo que le gusta mucho la música—hablo una voz a mis espaldas

—Duque Kaufman—me giré hacia el—Hacía mucho que no nos veíamos.

—Eh cierto—sonrió un poco—Y parece que siempre que nos encontramos es bailando—aguanto una risita

—Si, bueno—le di un pequeño golpe en el brazo—Usted es el único que ve raro que yo esté bailando por los pasillos—comenzamos a caminar sin rumbo alguno.

—Si, seguramente porque soy la única persona que la ah visto—soltó una pequeña risa

—Noooo—hable—El rey del Occidente, el Príncipe Heinry y Mackenna también—dije riendo

—Pero ellos no cuentan—me miro sonriendo

—¿Porqué no?—levante una ceja

—Porque ellos la quieren y son sus familiares—contestó todavía con una sonrisa.

—¿Está insinuando que usted no me tiene ningún apreció?—puse mi mano en el pecho y suspiré indignada.

—No, valoró que no—rio nerviosamente—Solo que al ser familiares le tienen un mayor aprecio como para decirle que bailar en los pasillos de un castillo no es normal—Contestó avergonzado

—Jajajaj—reí al ver su expresión—No tiene que explicarme nada, lo estoy molestando—puse mi mano en su hombro para reconfortarlo

Los dos comenzaron a reír, pero las risas se acabaron al escuchar una voz frente a nosotros.

—¿Se divierten?—pregunto el Emperador

—Oh, Emperador. Buenas tardes—hablé cordialmente

—Buenas tardes—habló también Kaufman

—Al parecer a la Emperatriz y a usted le gustan los extranjeros—contesto con un tono enojado

—¿Disculpe?—pregunte aún atónita por lo que Sovieshu acababa de decirle.

—Oh, creo que no me escucho—dijo con un tono enojado—Que a usted y a la Emperatriz le gustan los extranjeros.

—¿Qué tiene que ver eso con que yo esté hablando con el Duque?—pregunté un poco enojada

La princesa de el imperio de OccidenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora