La princesa de el imperio de Occidente

Papá

Pov Navier
No he sabido absolutamente de T/n desde que abruptamente desapareció del Oriente. He estado mandando cartas, pero nadie las responde. Me pregunto si estará bien.

Pov T/n

—¡Ya no quieroo!—me queje mientras me acostaba en mi escritorio.

—Tiemes que trabajar. Es tu deber—Kosair estaba cruzado de brazos y se estaba riendo de mi—Y debes trabajar aún más ahora que eres la siguiente heredera. Si algo le llegara a suceder a tu hermano—tocó mi escritorio de madera—Tu tomarías su lugar.

—Lo se, lo se. Pero esto es demasiado papeleo—lloriqueé—Ahora siento el dolor de Navier.

—Es verdad que siempre esta muy ocupada—pensó Kosair.

—Pero por eso todos en su Imperio la aman. Siempre trabaja duro—sonreí con admiración—.....Ahora que lo recuerdo—pensé un momento y me levanté de mi lugar al darme cuenta de mi estupidez—Me fui del Oriente sin siquiera darle explicación alguna, y ya a pasado una semana desde que me fui.

—....Realmente eres una estupida—Kosair puso su mano en su frente y suspiro—¡Escríbele ahora mismo!—demandó.

—Ya voy, ya voy—lloriquee mientras me levantaba para agarrar una hoja y escribir la carta.

—Quiero esa carta terminada para hoy—me amenazo mientras se paraba tras mio para ver lo que escribía.

—¡T/n, te llegaron un montón de cartas!—llegó Coleette gritando.

—¿De quien?—levante la cara de la mesa y mire a Coleette.

—Tu sigue escribiendo, después vez las cartas—Kosair tomó mi cabeza e hizo que mirara de nuevo a la carta.

—Son del Imperio de—Coleette fue interrumpida por Kosair.

—No, las cartas no son importantes ahorita—la calló.

—Pero—fue interrumpida nuevamente.

—Ella no prestará atención a esas cartas hasta que termine—miró amenazante a Coleette.

—D-de acuerdo—Coleette se retiró de la habitación junto con las cartas.

—Eres horrible, ¿qué tal si era muy importante?—lo miré.

—No te tomará mucho escribir esta carta. Cuando termines te ayudaré con tu trabajo—puso su mano en mi cabeza y sonrió.

—¿De verdad?—pregunté con ilusión.

—Tal vez—hice un puchero y Kosair río—De acuerdo, te ayudaré—ambos sonreímos. No pude evitar ver su sonrisa, ni sus labios, cada vez que los veía me recordaban aquel día. Estuve mirándolos un tiempo, hasta que me di cuenta y regrese la mirada a la mesa totalmente avergonzada. No despegue la mirada de la hoja, pero podía sentir una mirada fija en mi.

Pov Navier

Decidí dejar de hacer cuentos en mi cabeza e ir a investigar por mi cuenta. Si ya no esta en el Oriente lo más lógico es que haya regresado a su Palacio.

—Iré a visitar el Occidente y le llevaré una sorpresa por si la encuentro—mencione a Laura.

—¿Podría ir con usted?—pidió Laura de rodillas y con sus palmas juntas.

—Jajaja, por supuesto que yo si Laura, estoy segura de que ella y Coleette estarán felices de verte—sonreí.

—Muchas gracias, Su Majestad—se levantó Laura feliz—Iré a prepara su maleta y la mía.

—Gracias Laura. Yo iré en busca de la sorpresa—me levanté de mi escritorio y salí al pasillo.

Pov T/n