Una propuesta inesperada

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Pov 3er

Al día siguiente.

—¿Cómo te encuentras?—pregunto Navier a T/n mientras desayunaban juntas.

—Fatal, casi no logré consolidar el sueño anoche—contestó ella mientras bostezaba.

—¿Alguna razón en particular?—Navier la volteo a ver discretamente mientras seguía comiendo.

—Muchas de hecho—dijo mientras se levantaba y estiraba—Los preparativos para el cumpleaños de Aron y Jaime me traen vuelta loca. Además de que me quede hasta tarde investigando sobre la ceremonia especial que deberán realizar. Encargué los preparativos de la fiesta a Coleette, pero la ceremonia no se la puedo confiar a nadie—suspiró mientras volvía a sentarse.

—Ya veo, debe ser estresante tener que hacer todo al mismo tiempo. Además de que debes atender tus deberes como Princesa y los de tu hermano debido a su ausencia—Navier siguió mirándola discretamente mientras comía.

—Debes sentirte así de estresada todo el tiempo. Realmente desearía que pudieras quitarte una carga—T/n hablo—Al menos yo tengo a Mackenna, quien me ayuda con la mayoría del trabajo de mi hermano—T/n comenzó a comer—Debe ser estresante para ti.

—No es problema. Realmente estoy acostumbrada a eso—comentó sin darle mucha importancia—¿Y hay algo más que te provoque alguna molestia?

—Navier, se que quieres preguntarme algo. Ve al grano, no hagas esto más difícil para las dos—T/n dejo sus cubiertos y se cruzó de brazos—Soy toda oídos.

—Oí que mi hermano y tú tuvieron una ligera discusión—Navier dejó sus cubiertos y la miro a los ojos.

—Ligera no es la palabra que yo usaría, irritante sería una mejor palabra—hablo molesta—Esa discusión no se hubiera ocasionado su tan solo tu hermano no fuera tan terco. Es irritante el hecho de que las cosas le entran por un oído y le salen por el otro.

—Por favor entiende más a Kosair. Se siente culpable por lo que sucedió, y no supo reaccionar cuando le dijiste que no podía hacer nada al respecto—Navier comenzó a defender a su hermano—El es así. Aunque ambas sabemos que no puedo haber hecho nada y estuvo bien que terminara así, él cree que puedo hacer algo. Y lo va a seguir creyendo.

—Pues mas vale que cambie esa mentalidad, porque podría poner su vida en peligro. Y no solo la de el, si no que la de todos a su alrededor—hablo la Princesa mientras miraba hacia la ventana.

—¿Podrías hablar con el?—Navier la miro con súplica—Es necesario que ambos hablen para que él pueda comprender que no pudo hacer nada. Tú eres la que puede hacerlo entender, a mi no me escucha. Y temo que su vida corra peligro si sigue pensando de esa manera.

—Podría ser, pero al menos ustedes dos no terminan discutiendo—la Princesa miro a Navier a los ojos. Al ver sus tristes miro a otro lado—Escucha Navier, el no me escucha y nunca lo hará. Apenas hace poco dejamos de discutir cada que nos veíamos, no esperes que de la noche a la mañana acepte mis consejos y críticas. Kosair es una persona difícil de lidiar, y tú eres su hermana. Si él reacciona y viene a hablar conmigo, lo perdonaré y tratare de explicarle nuevamente la situación. Mientras tanto no pienso hacer nada, el se equivoco y él debe reaccionar—ella terminó la conversación y comenzó a cortar su comida nuevamente.

—Pero..—Navier fue interrumpida.

—Por favor no hagas esto más difícil. No quiero hablar más del tema—hablo sin mirarla.

—De acuerdo—Navier bajo la mirada hacia su plato, un poco triste—¿Cómo vas con la preparación de la ceremonia?

—Darla ayudará a Coleette a preparar la fiesta de los niños. Mientras yo me encargaré de la ceremonia—hablo T/n con un tono de voz más relajado.

La princesa de el imperio de OccidenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora