La princesa de el imperio de Occidente

Dia del padre

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Ayer en la noche tuve una de las mejores noches de mi vida. Todo fue perfecto, desde el lugar hasta la persona. Después de ver las estrellas nos sentamos a comer entre risas. Regresamos al Palacio bastante tarde, lo cual nos trajo un par de problemas, pero por suerte mi padre estaba en el lugar correcto en el momento correcto para ayudarnos.

La noche anterior:

–Jajaja–Kosair se rió en voz alta, estaba un poco borracho por tomar vino.

–Silencio, ya es muy tarde. Hay gente durmiendo–dije mientras me tambaleaba un poco–Tienes que tomar la poción, si no te van a arrestar en cuanto lleguemos a las puertas del palacio.

–Que se tapen los oídos, así pueden seguir durmiendo–se tapó los oídos para hacer una demostración–Y odio esa estupida poción, me veo como alguien que no soy y tengo que actuar como alguien que no soy.

–Ese es todo el punto de la poción, recuerda que se supone que no debes de estar aquí–pise una roca y me agarré de él para no caerme.

–Lo sé, lo sé. Pero no me gusta, además de que no puedo estar contigo como yo, tengo que estar contigo como Colette–hizo un pequeño puchero que me pareció tierno. Cuando toma se vuelve más sincero con lo que siente, y también puede llegar a actuar como un niño.

–Aww, eres adorable–apreté sus mejillas-Se que no te gusta pero debes aguantar un par de días más, en unos días estarás libre de ser tú mismo en el Palacio.

–Auch–se sobo las mejillas–Es verdad, solo un par de días más. Supongo que sí puedo aguantar–sonrió y se bebió la poción–Al menos esta no sabe tan mal como la otra.

–No todas las pociones tienen un sabor agradable querido–me rei, seguimos caminando camino al Palacio–No sabes cuantas ganas tengo ya de regresar a mi Palacio–dije mientras veía las estrellas.

–Yo también, estoy harto de tener que fingir ser otra persona–suspiro enojado.

–¿No te quejas de la ropa?--le pregunté en forma de burla.

–No, es bastante cómoda la verdad. Y es fresca, deja que entre mucho aire por abajo. Además de que no puedes negar que me queda muy bien–dio una pequeña vuelta para modelar el vestido. No pude aguantar más y me comencé a reír–Silencio, hay gente durmiendo–me regaño, imitando mi voz.

–Ey, yo soy la responsable aquí. No puedes venir a imitarme y quitarme mi título–le di un pequeño codazo.

–¿Me estás retando? Porque eso suena como un reto–sonrió de lado, yo reí un poco y negué con la cabeza.

–Te retare mañana, por el momento ya es muy tarde–mire al frente–Ya llegamos al palacio, así que compórtate. 

–Yo siempre me comporto de la mejor manera–dijo en un tono ofendido.

–¿Debo recordarte quien fue la persona que le cortó la oreja a otra persona por información?--cuando dije eso él se quedó callado–eso pensé–nos acercamos a las puertas del palacio, tratando de hacer el menor ruido posible. Cuando estábamos por entrar un guardia nos detuvo.

–Identifiquense–se puso enfrente de nosotros para cortarnos el paso.

–Soy la Princesa T/n y esta de aquí es mi dama de compañía–apunte a Kosair y este hizo una reverencia.

–¿Qué hace usted regresando tan tarde en la noche?--preguntó con sospecha.

–Venimos del laboratorio, me encuentro trabajando en una investigación muy importante. El Emperador está enterado de eso, fue él quien me pidió trabajar en esta investigación.