Ross [PAUSADA]

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Corrección, si había algo peor que el que tu mamá invite a tu casi ex novio a desayunar a tu casa. Y era precisamente que tuvieras un hermano mayor celoso al que no le caía bien ese ex novio, o que le tuviera recelo y justo en ese momento lo mirara desde la esquina de la mesa en la que se hallaban reunidos, como si quisiera abrirle el alma y arrancarle todos sus secretos.

Yo era la que había sido traicionada, yo debería estar en ese plan pero no, tenía que ser james.

Quise enterrarme bajo tierra en ese instante. El silencio no era cómodo entre todos.

—Bien, anna—dijo mamá con una sorisa como si no fuera consciente de la guerra de miradas  a la que james había obligado a eithan a ser parte—me dijiste que querías que... Te hablara de ellos ¿no?

Casi me atoro con el jugo.

—¿A-Ahora?—inquirí nerviosamente mirando a eithan de reojo, seguramente él no se sentiría cómodo al platicar de ese tema.

Por ese momento, solo comía en silencio, devoviendole las miradas a james com un deje retadoe en estas, sin querer verse inofensivo. Pero y si le mencionaban a mi familia del pasado y a toda la historia detras de eso ¿cambiaría drasticamente su estado de ánimo?

—Sí, ¿por qué no? Esta Eithan aqui, es lo más apto. Ambos comparten todo este tema del pasado—comentó mamá con prudencia en la voz, esperando de reojo una reacción de eithan. Este tomó un sorbo de jugo, pensativo.

—Por mi no se preocupen, pueden platicarlo con libertad—mencionó prosiguiendo a comer los huevos de su plato. Apreté la mandíbula, lo sentía tenso.

Aunque mamá pareció no notarlo.

—Bueno, tu madre y yo nos conocimos en la secundaria—soltó una sonrisa de añoranza—ambas eramos inseparables, ella vivía sola en un apartamento que pagaba con su trabajo en una cafetería a medio tiempo. Se había mudado a la ciudad para terminar la secundaria y empezar la universidad luego de vivir toda su vida en el campo con su abuelo.

Agaché la mirada, recordando lo libre que aquella mujer se veía entre los árboles, jugando conmigo. Un nudo en la garganta se atravesó al tiempo que mamá suspiraba.

—Lastimosamente, su abuelo enfermó cuando empezamos la universidad y tuvo que volver al campo a cuidarlo. Ella estaba bien con eso, amaba a su abuelo, era su única familia a fin de cuentas—alzó la vista hacia mi y sonrió—nos manteníamos en contacto y en una de las ocasiones en las que me llamó, me habló de un hombre que había conocido mientras paseaba un poco por el bosque. Me dijo que era muy guapo y sofisticado. Después de eso... No volvimos a hablar.

Mamá frunció los labios y se reclinó sobre la silla.

—Cuando pasaron aproximadamente cinco años, una llamada me sorprendió. Era ella, me contó de la muerte de su abuelo y de la relación que mantenía con aquel hombre, se oía feliz cuando habló de la bebé que acababa de tener pero también pude notar un deje de preocupación en su voz. De inmediato sentí que el motivo de su llamada no era solo trivial.