Ross [PAUSADA]

26

—¿Qué va a pasar con nosotros?—inquirí en un bajo susurro luego de un rato. Nos hallabamos sentandos uno al lado del otro sobre la cama, en silencio. Sin atrevernos a decirnos mucho, pues sabíamos que nada bueno saldría de cualquier conversación. Pero la ansiedad me estaba matando.

Él suspiró.

—Nada, anna. Lo mejor es que... No pase nada—musitó y entrelazó sus dedos con los mios, volteé a verlo aturdida—te irá a alaska, y probablemente no nos volvamos a ver.

—¿Qué...?

—No va a ser fácil—me atajó con suavidad, parpadeé incrédula—tu y yo tenemos un lazo, anna. Uno demasiado fuerte incluso para nosotros, esa es una de nuestras caracteristicas—me besó el dorso de la mano que aún entrelazaba con la suya,—una vez encontramos a nuestra pareja, esta será la primera, última y única a nuestros ojos, sin excepción.

—Pero...

—No quiero que salgamos más heridos de esta situación—susurró mirandome con suavidad—y creeme que será incluso más difícil para nosotros seguir con esto aún sabiendo que pronto se acabará—un nudo se atravesó en mi garganta al tiempo que él me acariciaba la mejilla.

—No, podríamos buscar otra solución—musité con la voz entrecortada, negandome al hecho de separarme de él.

—Tambien quisiera que fuera de otra manera—me sonrió con tristeza, practicamente diciendome en esas simples palabras que no había otra forma de estar juntos.

Y por alguna razón, mi pecho se retorcía ante la idea de estar lejos de él, era como... Morirse por dentro.

Habíamos decidido que lo mejor era que fuera a dormir a la casa de eithan, aquello no me importó demasiado. Sabía que tanto nick como rebecca no se opondrían, lo que me atormentaba sin parar era lo que eithan y yo habíamos hablado.

Me sentía enojada, frustrada, triste, todo al mismo tiempo y por obvias razones, trataba de que no se notara. Eithan ya tenía mucho en que pensar como para que yo sacara a relucir mis propios problemas emocionales que en nada se comparaban con la incertidumbre que viviamos al saber que garret podría estar cerca de nosotros, esperando para atacar.