Ross [PAUSADA]

19

Nerviosa me senté en uno de los sillones individuales, viendo a nick sentarse en el mueble grande frente a mi donde la chica extraña también se sentó sin quitarme la mirada encima.

Era incómoda su forma de examinarme, me hacía sentir como si fuera algo raro y único a la vista.

Nick carraspeó y volteó hacia eithan, quien no quitaba la mirada de la ventana por la que parecía ni siquiera estar mirando.

—Eithan—le dijo de manera tranquila, este apretó la mandíbula y volteó a verlo.

—Iré a vigilar a vincent—comentó dirigiéndose hacia la cocina.

—No—lo frenó el adulto y este se tensó—deja que rebecca lo haga si tanto te preocupa, pero necesito que estes aqui.

—Tú sabes lo que pienso al respecto de lo que quieres hablar—masculló entre dientes mirándolo amenazante sobre su hombro.

—Pero esta vez no se trata de ti, sino de anna—él me miró indeciso y yo lo único que pude hacer fue desviar la vista. Sus ojos estaban opacos.

Escuché que bufó y a regañadientes se sentó en uno de los muebles al lado de rebecca.

—Yo no iré a vigilar a ese bastardo, es un dolor de trasero—comentó la susodicha cruzandose de brazos.

Nick suspiró.

—Como quieras, no es necesario—le restó importancia volteando hacia mi con seriedad, en este punto sentía que no era capaz de formular palabra alguna, porque sabía de lo que querían hablarme.

Era consciente de que había algo que yo no sabía sobre mi, habían habido muchas señales que me decían que algo andaba mal y... No quería saberlo.

—¿Por donde debería empezar para que sea más fácil procesarlo?—se preguntó nick, entrelazando sus dedos.

—Quizá diciendole sobre sus padres...—añadió adam aún parado en la esquina de la habitación.

Fruncí el ceño.

—¿Qué hay con mis padres?—inquirí a la defensiva.

Nick se frotó ambas manos entre sí, tomando aire.

—Tu madre es sandra ¿no? La mujer con la que has vivido desde que tienes memoria—asentí con la cabeza, extrañada con un temor acrecentándose en la boca de mi estómago —y tu padre falleció sin embargo, no tienes ningún recuerdo de él ¿verdad?

—¿C-Cómo sabes eso?—le pregunté, aturdida.

—¿Te has preguntado alguna vez por qué no recuerdas a tu padre, anna?—cuestionó ignorando mi pregunta, miré el suelo pensativa.

—Bueno, claro que sí pero... No entiendo a donde quieres llegar.

Nick suspiró sosteniendome la mirada.