Ross [PAUSADA]

18

Eithan andersey se irguió y con ira observó al adulto que sin inmutarse le devolvía la mirada, sonriendo un poco con diversión.

—Has crecido, joven andersey—comentó—he escuchado que has estado en malas compañias últimamente.

—¿Qué haces aqui, Garret?—inquirió eithan apretando los puños a cada lado de su cuerpo.

—Ya no hay respeto por tu alfa ¿no?—se mofó el contrario soltando una risita—no te entrometas en esto, estoy arreglando asuntos del pasado que por la condescendencia de tus padres han quedado impunes.

Eithan pareció enfadarse más y dió una zancada hacia el adulto, enfrentándolo con una dura mirada.

—Y sin embargo, quieres hacer pagar por eso a alguien inocente en todo esto—masculló entre dientes.

Fruncí las cejas, ¿estaban hablando de mi?

—Sabes las reglas, andersey. Esta niña es una aberración y no debe existir—me estremecí, mis ojos se inundaron en lágrimas.

—¿Una aberración? ¿Para quién? ¿Para la comunidad o para tu puesto como alfa?—siseó eithan con rabia.

El adulto sonrió sin gracia.

—Si estás en contra, sufrirás las consecuencias con ella—retrocedió con ambas manos tras su espalda—encarguénse de ellos y traiganme a la chica—ordenó antes de alejarse caminando y luego saltar hacia los tejados.

Me tensé cuando los hombres empezaron a rodear a Eithan, dispuestos a encargarse de él, eran al menos unos cinco, sin contar los que me sostenían de los brazos y...

—Bien, yo hice mi parte—habló jason a mis espaldas, viré a mirarlo aturdida. Este sonrió de lado—te dije que verías de lo que soy capaz de hacer, espero que te haya quedado claro a ti tambien andersey—el aludido lo miró por encima de su hombro sin perder la postura en alerta—esto es por Eloísa, bastardo de mierda.

Y con eso, se alejó a zancadas. Fue cuando los golpes y movimientos rápidos empezaron a escucharse, me volví hacia eithan, donde él intentaba lidiar con aquellos hombres moviéndose agilmente, golpeaba a uno en la cara con su puño para ganar tiempo y patear a otro, prosiguiendo a defenderse de los otros tres como podía.

Uno de ellos lo atacó por la espalda de una patada y lo tumbó al suelo, ahí rápidamente respondió al ataque de otro que había aprovechado para lanzarsele. Se zafó de este con un puño en el estómago y se colocó de pie para lidiar con los otros.

En ese punto, me hallaba desesperada removiéndome del agarre de los dos hombres que me sostenían, quienes empezaron a moverse para arrastrarme lejos de ahi mientras eithan se hallaba distraído.

—¡No! ¡Sueltenme!—grité atemorizada, eithan se dió cuenta e intentó venir hacia mi antes de que los tipos lo interceptaran entre ataques casi simultáneos que a duras penas él lograba esquivar.