Capítulo 2: "Realidades diferentes: Una noticia que evoca recuerdos"

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Una hermosa castaña se encontraba sentada en un escritorio, sobre el cual, había muchas carpetas con documentos.

Creo que hoy tendré otro día de horas extras, pensó la castaña, al tiempo que la puerta del lugar se abría, y por la misma entraba un joven de lentes.

¿Aún no terminas Sany?, decía el joven en tono preocupado.

No, la jefa me dio trabajo extra, respondía la castaña con desgano.

La jefa es una abusiva contigo, la verdad creo que te tiene envidia, decía Manabu, mientras se acercaba a la castaña.

¿Envidia?, ¿por qué me tendría envidia?, respondió la castaña, mientras miraba unos documentos.

Por tu belleza, porque más va hacer, ella no tolera que seas más bella que ella, si te contrato es porque tú tienes lo que a ella le falta, creatividad e inteligencia para los negocios, dijo Manabu, mientras tomaba una de las carpetas.

Que cosas dices Manabu, ella es una persona muy capaz, de lo contrario, no hubiera logrado lo que logro siendo tan joven, respondió la castaña.

Bueno por allí escuche que ella logro lo que has hasta ahora tiene haciendo lo mismo que te hace a ti, decía Manabu.

Lo que me hace a mí, respondió confundida la castaña.

Tomar tus ideas como suyas, dijo Manabu.

Ello solo son rumores infundados basados tal vez en la envidia que la tienen, ya que es una persona muy exitosa y en el extranjero, ello es algo difícil de conseguir, respondió la castaña.

Si, tal vez, tengas razón, aunque de igual manera me parece que ella es abusiva contigo, tú le haces prácticamente todo el trabajo, ella solo firma, dijo Manabu.

Soy su asistente, por ello debo de apoyarla, respondió Sanae.

Cierto eres su asistente, una asistente con más capacidades que ella, la verdad Sanae, creo que deberías renunciar y buscar mejores opciones de trabajo, como lo hemos hecho Yuka y yo, es más si gustas hablo con la persona que nos contrató, para que te haga una entrevista, hasta donde se siguen reclutando personal, además volverías a Japón, ¿a poco no te gustaría volver?, decía Manabu.

Me encantaría hacerlo, aclarar tantas cosas en mi mente, pero no puedo renunciar aún, si lo hago tengo que pagar una penalidad y no tendría con que hacerlo, además no quiero ser desleal con ella, la señorita Kumi me tendió la mano cuando me encontraba sola en esta ciudad, no solo me pago el hospital y el tratamiento, sino además me dio trabajo, respondió Sanae.

Sí, eso lo sabemos todos en la empresa, a la señorita Kumi, le encanta proclamar las buenas acciones que hace, y tu pues fuiste una de sus buenas acciones, sin embargo...., decía Manabu.

No pienso dejarla sola, ella aquí está sola como yo, respondió Sanae.

Ustedes dos están solas porque lo quieren, ambas tienen a muchos fans, dijo Manabu.

No me refería a ese tipo de compañía, sino a una familia, respondió la castaña.

La señorita Kumi a diferencia tuya tiene a sus padres vivos, dijo Manabu.

Sí es cierto, pero no están aquí, respondió Sanae.

Creo que me será imposible hacerte cambiar de opinión, dijo Manabu, haciendo una pausa para agregar: Llamare a Yuka para que venga a apoyarnos, y de paso nos traiga cafecito.

No es necesario Manabu, respondió la castaña.

Claro que lo es, somos amigos, déjanos apoyarte el tiempo que aún estemos aquí, dijo Manabu sonriendo.

"LA RAZÓN"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora