Capítulo 32: "Un nuevo empezar: Recapitulando nuestra historia de amor"

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Un par de jóvenes se miraban fijamente en una acera, a algunos metros de ambos estaba estacionado un lujoso auto.

¿Lista?, pregunto uno de ellos.

Lista, respondió una castaña, con una adorable sonrisa.

Entonces, ¡vamos! dijo Tsubasa, tomando la mano de la castaña para llevarla hacia su auto. ¿Y qué tal dormiste en tu nueva habitación?, agrego.

Bien, aunque la habitación no es tan grande como la del departamento anterior, es bastante cómoda, respondió la castaña.

¡Qué bueno! dijo Tsubasa, mientras pensaba: No estaremos mucho tiempo en nuestros nuevos hogares mi amada Sanae, en cuanto pueda concretar la compra del terreno, empezare con la construcción de una casita para los dos, claro mientras tanto tendremos el suficiente tiempo para disfrutar de un noviazgo, noviazgo que empezaremos en Nankatsu la ciudad donde nació nuestro amor.

En tanto:

Un hombre de bigote y lentes oscuros recibía en su oficina la visita de un joven de vestimenta elegante.

Señorita Sugimoto, ¿verdad?, dijo el hombre, mientras se ponía de pie, al tiempo que estiraba una de sus manos.

Si, Kumi Sugimoto, respondió la joven con orgullo, tomando la mano del hombre.

¿A qué debo su presencia en mi empresa?, agregó el hombre.

Vengo a aliarme con usted, dijo Kumi, haciendo que el hombre de lentes la mire sorprendido.

En un auto:

Un joven de cabello desordenado conducía, al tiempo que por momentos posaba su mirada en la joven que iba junto a él, en el asiento de copiloto.

¿Cómo te sientes?, dijo Tsubasa.

Algo ansiosa, respondió la castaña, girando su rostro, para ver el rostro del joven de cabello desordenado, que iba conduciendo.

Es normal, que te parece si para que te relajes duermes un poco, aún falta algo tiempo, si, agrego Tsubasa.

Sí, eso haré, dijo la castaña.

Mientras tanto:

Y eso es lo que quería decirle, pronunciaba Kumi, mirando fijamente al hombre de lentes oscuros.

Ozora hoy por hoy no es rival para mí, y la verdad no creo que pueda volver hacerlo, sin embargo, la idea de tener una sociedad contigo no me parece mala, respondió el hombre.

Veo que no conoce bien a Tsubasa, él no es de rendirse, tal vez hoy no esté pasando por un buen momento en los negocios y por ende en lo económico, pero él volverá a convertirse en un empresario exitoso, dijo Kumi, haciendo una pausa para agregar con firmeza: Él ya sabe como lograrlo.

Yo no voy a permitir que él vuelva a convertirse en un obstáculo en mis planes, pronunció el hombre.

Yo tampoco, dijo Kumi.

Bien, ya que pensamos igual, creo que solo me queda decirte ¡bienvenida socia! agrego el hombre estirando su mano.

¡Un gusto hacer tratos con usted! dijo Kumi, tomando la mano, del hombre, al tiempo que la puerta de la oficina sonó.

Toc toc toc

Debe ser Kanda, dijo el hombre, luego agrego: Adelante.

Señor Muramai, ya le tengo..., pronunciaba el joven de porte atlético, quedándose callado al ver a su ex dentro de la oficina de su socio.

Acércate Kanda, la señorita Sugimoto, vino hacerme una propuesta de negocio y yo la acepte..., decía el hombre, mientras el joven de porte atlético miro a Kumi, que solo evito su mirada.

"LA RAZÓN"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora