Capítulo 18: "Planificando una separación: El inicio de un plan"

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Una joven de vestimenta elegante observaba a una castaña, mientras esta se encontraba concentrada digitando en un computador.

Señorita Sugimoto, ¡buenos días! se escuchó en el lugar, haciendo que la castaña dirigiera la mirada hacia el lugar donde provenía la voz, encontrándose con su joven jefa, y otra mujer más madura de lentes. ¡Señorita Nakazawa! ya estoy de regreso, agrego la mujer de lentes.

La castaña solo asintió con un gesto, al tiempo que pronunciaba mirando a su jefa: ¡Buen día señorita Sugimoto!

Nakazawa en cuanto te desocupes vas a mi oficina, dijo Kumi.

Si jefa, respondió la castaña, al tiempo que su joven jefa continuo su camino.

A veces la jefa me da miedo, pronuncio la mujer de lentes.

La señorita Sugimoto no es mala persona, sino todo lo contrario, dijo Sanae.

Si tú lo dices que la conoces más tiempo que yo, así debe ser, aunque la verdad uno nunca acaba de conocer a las personas, agrego la mujer de lentes, mientras caminaba a tomar asiento en uno de los escritorios que había en la oficina que compartía con la castaña.

La castaña no pronuncio más palabras, solo continuo con su trabajo.

En tanto:

Kumi tras entrar a su oficina, tomo asiento en su silla giratoria, al tiempo que pensaba: ¿Qué hago?, Tsubasa desconoce qué sé de la relación que tuvo con ella, y ello es favorable para mí, ya que así yo podré actuar sin que él sospeche nada de mis actos. Tal vez deba ordenarle que vuelva a Norte América, si, ella es mi empleada y como tal tiene que obedecer mis órdenes, aunque Norte América no es un buen lugar para alejarla de él, ya que este sería el primer lugar al que iría cuando sepa que ya no está en Japón...

El pensamiento de Kumi, se vio interrumpido por una llamada a su celular, al ver el nombre que aparecía en el mismo, pronuncio: Sí solo fueras más efectivo, ya la hubieras enamorado de ti, pero a veces eres tan lento Kanda.

Tras la insistencia de la llamada Kumi contesto la misma.

Disculpa la insistencia, pero necesitaba de tu apoyo, escucho.

De mi apoyo, ¿para qué?, dijo de mala gana Kumi.

Para una sorpresita que le estoy preparando a Sanae, escucho.

Oye, por quién me tomas, ¿acaso crees que soy tu...?, decía Kumi.

Eres mi amiga, y quedamos que me ayudarías a conquistar a tu asistente, escucho.

Kanda, dijo Kumi, al tiempo que una idea se cruzó por su cabeza.

Dime, escucho.

¿Estarías dispuesto a irte a otro país por amor?, pronuncio Kumi.

¿A otro país por amor?, escucho.

Sí, dijo Kumi.

Pero por qué iría a otro país si la chica que me gusta está aquí en mi país, ¿o es que Sanae volverá a Norte América?, escucho.

Estoy pensando en que Sanae vaya a otro país, no a Norte América, sino a otro, aunque aún no decido cual, respondió Kumi.

No me hagas eso Kumi, sabes que aquí tengo mis empresas, escucho.

Si, no eres capaz de seguirla, entonces no la amas, respondió Kumi.

Kumi, envía a otros de tus empleados hacer estudio de mercado, no me arruines mi plan de conquista, escucho.

Yo no te arruino nada, eres tu solo él que se lo arruina, no teniendo el valor de ir tras tu supuesto amor, dijo Kumi.

¿Cuándo la enviaras?, escucho.

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