Ya había pasado una semana desde que Tsubasa y Sanae retomaron su relación en el mismo pueblo que había empezado su historia de amor hace algunos años. Una semana que ellos habían decidido quedarse en Nankatsu reconstruyendo los momentos que ambos habían pasado juntos en su primer noviazgo, una semana intensa para ambos, ya que, si bien Sanae a pesar de frecuentar los lugares que antes ya había visitado, ella no lograba traer recuerdo alguno a su mente, a pesar de ello se sentía feliz, pues estaba junto a Tsubasa, a quién amaba en el presente a pesar de no poder recordar aquel amor del pasado del que él le hablaba.
¿Qué te parece mi idea?, decía Tsubasa, mientras llevaba una taza a su boca.
Buena, sin duda, respondió la castaña con una cálida sonrisa, haciendo una pausa para agregar: Sabes que cuentas conmigo.
Lo sé, respondió el joven de cabello desordenado tomando la mano de la castaña al tiempo que agregaba: En cuanto volvamos empezare buscando un pequeño local para la empresa.
Yo puedo ayudarte a buscarlo, dijo la joven.
Bien, gracias, respondió Tsubasa, haciendo una pausa para acotar: Bueno, ya no hablemos más trabajo, sino de nosotros.
¿Qué?, pronunció confundida la castaña.
Cuando volvamos me gustaría que vivieras conmigo, dijo Tsubasa, mientras tomaba con mayor fuerza la mano de la joven.
¡Vivir juntos! respondió sorprendida Sanae, soltándose del agarre de su novio.
Sanae, tú trabajarás junto a mi sin percibir un salario por algunos meses, lo mínimo que puedo hacer por ti, es cubrirte los gastos de vivienda y alimentación..., decía Tsubasa.
No es necesario, yo tengo mis ahorros, con ello puedo vivir por algún tiempo, hasta que logremos posicionar a la empresa en el mercado..., respondía la castaña con calma.
Sany, no quiero pienses mal, mi intención solo es ser justo, no te pagare nada, por lo mismo déjame cubrirte al menos esos gastos, decía Tsubasa, haciendo una pausa para acotar: El departamento donde estoy viviendo de manera provisional es grande, cuenta con dos habitaciones cada una con su baño interior, solo compartiríamos el espacio de la sala, cocina y comedor.
La castaña miro por algunos segundos a su novio, al tiempo que parecía estar meditando su respuesta, mientras este la miraba preocupado.
Soy un tonto, no debí proponérselo, al menos no tan pronto, apenas estamos reiniciando nuestro noviazgo, pensaba Tsubasa, cuando sus pensamientos se vieron interrumpidos por la cálida voz de su novia.
Está bien, acepto tu propuesta, respondió la castaña, con una ligera sonrisa en su rostro, haciendo una pausa para agregar: Además será lo mejor, ya que tendremos más tiempo juntos para poder para sacar adelante nuestro proyecto.
Así es, dijo Tsubasa sonriendo, mientras pensaba: Acepto, acepto. Sanae mi niña hermosa, ni imaginas lo feliz que me siento del tener más tiempo junto a mí.
Entonces, ¿hoy volvemos a Tokio?, pronunció la castaña.
Sí, pero solo será por un par de semanas, para poner en marcha el negocio que tenemos en mente, ya que luego volveremos a Nankatsu, agrego el joven de cabello desordenado, llamando la atención de su novia.
Volvemos a Nankatsu, dijo la castaña.
Sí, aquí es donde llevaremos a cabo nuestro sueño, "Divertilandia", respondió Tsubasa, haciendo una pausa para agregar: Lo pensé mejor, y no hay mejor lugar que Nankatsu para nuestro sueño, aquí nos conocimos, aquí nos enamoramos, y aquí hemos vuelto a retomar nuestro noviazgo, creo que nuestro pueblo natal merece un lugar como "Divertilandia", claro para ello tendré que hacerle algunos arreglos al proyecto, pero no lo haré solo, lo haremos juntos.
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"LA RAZÓN"
RandomÉl es considerado un ganador en todo lo que emprende, pero él antes no era así, existió un razón que lo hizo cambiar su manera ser, cambio que trajo como consecuencia muchos enemigos y el retorno del pasado, de un pasado que le traerá a su vida una...