Capítulo 21: "Los mal entendidos continúan: Rivales"

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Ya habían pasado una semana desde que Tsubasa se había enterado por Kumi, del supuesto noviazgo de Sanae y Kanda, una semana en que Tsubasa había decidido no ir a la empresa donde era socio y se había abocado a sus proyectos, con la finalidad de poder tranquilizar su mente y corazón, aunque ello le era casi imposible, pues siempre había algo que le hacía traer a su mente la noticia que una de sus socias le había dado y ello le generaba angustia y molestia, que eran percibidas por su otra socia y amiga Narumí, quién en más de una oportunidad le había aconsejado que hable directamente con Sanae, pero Tsubasa por temor a confirmar lo dicho por Kumi no lo hacía.

Pero él no era el único que se atormentaba con una relación que creía que existía, Sanae desde que vio a sus jefes supuestamente besándose no podía sacar aquella imagen de su mente que le producía incomodidad y dolor, si dolor, dolor que ella no comprendía, pues si bien ella se sentía atraída por su jefe, ella aún no lograba comprender que esa atracción era algo más fuerte, algo que ella si bien experimento años atrás por él, ahora ella estaba volviendo a revivir en su corazón ese sublime sentimiento llamado amor, que le hacía sentirse tan vulnerable al verlo a él supuestamente con otra.

Café:

Tres jóvenes bebían unas tazas de café mientras platicaban.

¿Los viste besándose?, decía Manabu sorprendido, mientras una joven de coletas miraba preocupada a una castaña.

Sí, fue sin querer, bueno tal vez debí de tocar primero la puerta, pero pensé que la señorita Kumi estaba sola y como necesitaba su autorización con urgencia,..., respondía la castaña.

Ahora comprendo su desinterés por querer que le informé sobre Sanae, vaya hombre, y yo que lo creí diferente, pensaba Yukari, mientras su amigo hablaba.

Fue sin querer Sany, lo importante es que la ex jefa no te vio o sino de hecho te reprendía, decía Manabu.

Lo sé, respondió la castaña.

¿Te afecto verlos?, pronunció Yukari.

¿Qué?, dijo la castaña.

Es que como estabas tan nerviosa cuando empezaste a comentarnos ello, acoto la joven.

Nunca había visto a la señorita Kumi con alguno de sus novios, por ello me causó sorpresa, dijo Sanae.

Claro, y hablando de novios, ¿no crees que es tiempo de que tú también seas feliz?, agrego Yukari.

¿De qué me he perdido?, decía Manabu.

Sany tiene un pretendiente, y no es cualquier pretendiente, es un millonario...., decía Yukari, mientras Manabu escuchaba con atención, y la castaña se tornaba pensativa.

Si me afecto, si me afecto verlos juntos, lo bueno es que ese día a pesar de estar tan afectada, pude lograr que el cliente comprendiera que en ese momento no podíamos concretar el negocio, pensaba la castaña.

Minutos después:

Es por ello que creo que Sany debe darse una oportunidad con él, ¿o tú qué crees Manabu?, decía Yukari, mientras pensaba: Si, es lo mejor, el jefe ya no quiere recuperar lo que tuvo con mi amiga, entonces ella tiene derecho a ser feliz también en esta nueva vida, construyendo recuerdos con un nuevo amor.

Pues es un buen prospecto para novio sin duda, pero también se debe de considerar el amor, ¿no?, decía Manabu.

Sí, es cierto, por ello tú y yo no somos novios, solo amigos, ya que si bien hay química entre nosotros el amor es algo distinto, respondió Yukari.

Así es, aunque hay que considerar que hay varios tipos de amor, ya que no solo hay amor de pareja, sino también amor de familia, amor de amigos, como el que yo siento por ustedes dos, dijo Manabu, mirando al par de jóvenes.

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