Un joven de cabello desordenado se encontraba revisando unos documentos en su computador, al tiempo que pensaba: Parece un buen negocio, pero por ahora no tengo interés en seguir invirtiendo más, ahora debo abocarme a nuestro sueño y en volver a verte, si tu has vuelto hacer la razón de mi vida, no me importa nada más, solo tú, necesito hablar contigo, saber ¿por qué finges no conocerme?
El pensamiento del apuesto joven se vio interrumpido por el sonido de su celular.
Ring ring ring
Dime Narumí, pronunció Tsubasa en cuanto contesto la llamada.
Ya tengo la información que me pediste, aunque no me fue muy sencillo conseguirla, escucho.
Perfecto, envíame por el WhatsApp, y me imagino que no debió ser fácil, respondió el joven.
Bien ahora lo hago, y si en efecto no fue nada fácil, sobre todo porque su reservación de hotel no está a su nombre, escucho.
Ya me llego, ¡gracias! pronunció Tsubasa, tras recibir la información solicitada por su amiga y socia, haciendo una pausa para añadir: ¿Quién hizo la reservación?, ¿acaso sus padres?, como su casa la vendieron, para irse del pueblo....
No, no fueron sus padres, lo hizo Kumi, escucho el joven de cabello desordenado.
¡Kumi! dijo Tsubasa sorprendido.
Sí, ella, ambas llegaron el mismo día, Kumi aparto las habitaciones desde el extranjero, y por lo que pude averiguar Kumi informo en la recepción que en un par de días dejaran el hotel, escucho.
Dejarán el hotel, dijo con nostalgia Tsubasa.
Sí, creo que son socias en algún negocio, o tienen algún vínculo laboral que las une, escucho.
Claro, agrego Tsubasa, al tiempo que pensaba: Entonces Sanae estuvo durante todos estos años fuera del país, por ello no volví a verla.
Tsubasa no pierdas más el tiempo, tienes que ir a ese hotel y hablar con Sanae, antes de que se marche de allí, escucho.
Sí, ahora mismo voy, dijo Tsubasa.
Luego de ello dio por culminada la llamada, y salió lo más rápido que pudo de la habitación.
En tanto:
Un par de jóvenes se encontraban en el cafetín de un hotel, bebiendo unos refrescos mientras platicaban.
Entonces ya no cuentas con nada, decía Kumi.
No señorita Sugimoto, respondía la castaña.
Ni modo, tendrás que seguir trabajando para mí, así ya no desees hacerlo, decía Kumi.
Señorita Sugimoto, yo estoy a gusto con mi trabajo, pronunció la castaña.
Qué bueno escuchar ello, dijo Kumi, haciendo una pausa para agregar: Sanae hoy por la noche saldrás con Kanda.
Con Kanda, decía confundida la castaña.
Sí, con mi amigo, al que fuimos a ver, tú ya lo conoces, respondía Kumi con cierta molestia.
Si, ya lo recordé, pero, ¿por qué debo salir con él?, ¿acaso quiere que asista en su lugar para ver algún proyecto?, decía Sanae.
No precisamente, esta vez no saldrás con alguien para reemplazarme en mis funciones, Kanda me pidió que lo apoyará contigo, él quiere tratarme más, ¿comprendes ello?, ¿no?, respondió Kumi.
Tratarme, dijo la castaña un tanto confundida.
Sí, creo que Kanda es un buen prospecto para ti, por ello decidí apoyarlo, ya que lo siento muy interesado en ti, respondió Kumi.
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"LA RAZÓN"
RandomÉl es considerado un ganador en todo lo que emprende, pero él antes no era así, existió un razón que lo hizo cambiar su manera ser, cambio que trajo como consecuencia muchos enemigos y el retorno del pasado, de un pasado que le traerá a su vida una...