Capítulo 7: "Un accidentado encuentro que genera diversos sentimientos"

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Una joven pelinegra de ojos cafés se ponía de pie, tras ver salir de su oficina a su amigo.

Tsubasa, pronunció Narumí, pero no recibió respuesta alguna, solo vio abordar a su amigo un ascensor.

Tras el joven de cabello desordenado, salió Kumi, quién al no verlo en el pasillo camino rápidamente al ascensor, todo bajo la mirada preocupada de la pelinegra.

¿Qué habrá sucedido?, pensaba Narumí.

Maldición, pronunció Kumi, haciendo una pausa para acotar, mirando a la pelinegra: ¿Hay otro ascensor en el pasillo?

No, no lo hay, dijo Narumí.

No podre alcanzarlo, pronuncio con amargura Kumi, mientras marcaba un número en su celular, a los pocos minutos menciono un nombre que llamo la atención de la pelinegra: Sanae, necesito que me consigas algo

¿Sanae?, pensó Narumí.

Claro señorita, dígame, ¿Qué es lo que necesita?, escucho la joven.

Consigue un directorio telefónico, dijo Kumi, mientras se abría la puerta del ascensor.

Claro señorita, voy a solicitarlo ahora mismo en a la recepción del hotel, pronunció una voz a través de la línea telefónica.

Bien, dijo Kumi, luego de ello entro al ascensor.

Vaya, debe ser una coincidencia no puede ser la misma Sanae, pensó Narumí.

Habitación de hotel:

Luego de dar por terminada la llamada telefónica, a la velocidad de un rayo, la castaña bajo a la recepción del hotel a solicitar lo que su jefa necesitaba.

Lo lamento señorita, pero no tenemos en este momento un directorio telefónico, respondía una amable mujer.

¿Sabe dónde podría conseguirlo?, acoto Sanae.

Claro señorita, en...., respondía la mujer, mientras la castaña la escuchaba atentamente.

Minutos después:

¡Gracias! pronuncio la castaña, luego de ello se dirigió a la salida del hotel.

En tanto:

Un joven de cabello desordenado manejaba a toda velocidad su auto mientras pensaba: ¿Cómo se atreve a cuestionar mi forma de ser?, ¿Cómo se atreve a hacerlo?, si en parte ella es culpable de mi cambio.

Tsubasa iba manejando a toda velocidad su auto, cuando de repente se percató que alguien estaba en media pista y freno lo más rápido que pudo, deteniendo su auto a solo centímetros de una persona que cayó a la pista de la pura impresión.

¿Abre a atropellado a esa persona?, pensó el joven de cabello desordenado, mientras su rostro se tornaba preocupado, al tiempo que bajaba del auto.

Una vez fuera, el joven camino hacia la persona que yacía en la pista, al percatarse de las prendas que llevaba pudo notar que era una joven, una muy hermosa joven de rasgos muy delicados, que le recordó a alguien de su pasado.

No está herida, parece que solo se desmayó, pensó Tsubasa, mientras acomodaba el cabello de la joven que estaba cubriendo parte de su rostro, al hacerlo, el joven de cabello desordenado quedo sorprendido, frente a él estaba la persona que pensó que nunca más volvería a ver en su vida.

Sanae, dijo con voz quebrada Tsubasa, mientras la joven abría sus parparos lentamente.

¿Qué me paso?, pronunció la castaña, quedándose callada al ver frente a ella al mismo joven que había visto en dos oportunidades desde que llego a Japón, y que ella intuyo por el nombre que había escuchado en una de esas oportunidades que era el jefe de sus amigos.

"LA RAZÓN"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora