Un joven de mirada entristecida pronunciaba lo más calmado que podía: Si, ya estoy en Tokio.
¡Qué alegría me da ello! lo que no comprendo es ¿por qué no me llamaste para decírmelo directamente?, este tipo de información no es para que se comunique a través de una asistente, escucho.
¡Disculpa! pensé que podrías estar ocupada, dijo Tsubasa.
Para ti nunca lo estaré Tsubasa, además tendré que registrar este número, por lo visto es nuevo, ya que no me lo habías dado, escucho.
Sí, es nuevo, apenas se lo di a Sanae hace unas horas, de seguro se le olvido pasártelo, dijo con Tsubasa, tratando de no mostrar su molestia.
Si, seguro, como ya te dije anda entretenida....
Kumi, mañana iré por la empresa, pronunció Tsubasa para así interrumpir las palabras de su socia.
En tanto:
¡Gracias por la comida! Estuvo deliciosa, decía una castaña.
Hermosa Sanae, ¿Qué más debo hacer para ganarme tu corazón?, pronuncio Kanda.
No seas bromista, dijo la castaña.
Pero si no es broma, todo lo que te he dicho es cierto, agrego el joven de porte atlético.
Entonces ¡Gracias! por posar sus ojos en mí, pronunció la castaña.
No agradezcas, es difícil no poder caer ante tanta belleza, dijo Kanda.
Por ahora estoy abocada a mi trabajo..., agrego la castaña.
No todo es trabajo en la vida hermosa Sanae, dijo el joven de porte atlético, haciendo una pausa para acotar: Dame una oportunidad, una sola, si no funciona, seguimos como amigos.
No lo sé, tendría que pensarlo, pronuncio la castaña.
Bien, piénsalo, tomate unos días, de aquí al fin de semana, ¿te parece?, dijo Kanda.
Está bien, respondió la castaña.
Entonces el fin de semana tenemos una nueva cita,..., decía Kanda.
¿Cita?, pronuncio Sanae.
Si, cita como amigos, claro ello podría cambiar a otra cita más romántica, según la respuesta que me des ese día, dijo el joven.
Bien, entonces hasta el fin de semana, respondió la castaña, mientras se ponía de pie.
Espera, te llevo, agrego Kanda.
No es necesario, dijo Sanae.
Claro que lo es, eres mi amiga, yo te llevo, y de paso nos vamos poniendo de acuerdo en el día y hora de nuestra cita, respondió Kanda.
Está bien, dijo la castaña, mientras se ponía de pie para caminar hacia la salida del lugar.
Casa de Tsubasa:
No vendrás a la empresa, escucho, Tsubasa a través de su celular, al tiempo que llevaba una copa a su boca, mientras estaba sentado en el borde de su cama.
Hoy no Narumí, no tengo ánimos de ir, pronuncio el nombrado.
¿Qué te pasa?, hace algunas horas cuando hablamos estabas muy entusiasmado por volver, escucho.
Narumí, estoy cansado, ya mañana hablamos, dijo Tsubasa, dando así por culminada la llamada, al tiempo que dejaba caer su celular sobre su cama y él se ponía de pie
¿Con quién anda saliendo Sanae?, ¿es verdad lo que Kumi me ha dicho?, ¿en verdad está enamorada Sanae de la persona con la que salió?, aunque Kumi no tendría por qué inventar algo así, después de todo ella desconoce de la relación que tuve con Sanae, pensaba el joven de cabello desordenado.
ESTÁS LEYENDO
"LA RAZÓN"
RandomÉl es considerado un ganador en todo lo que emprende, pero él antes no era así, existió un razón que lo hizo cambiar su manera ser, cambio que trajo como consecuencia muchos enemigos y el retorno del pasado, de un pasado que le traerá a su vida una...
