Capítulo 29: "Una dolorosa verdad: Sentimientos encontrados"

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Un par de jóvenes viajaban dentro de un auto que era conducido por uno de ellos, el cual por momentos giraba su rostro para ver a su acompañante quien se encontraba mirando a través de la ventana, al tiempo que trataba de asimilar todo lo que minutos antes el joven de cabello desordenado le había dicho.

No te tensiones, pronuncio Tsubasa.

¡Eh! dijo Sanae.

Los recuerdos volverán solos, en cuanto empecemos a recorrer aquellos lugares que frecuentamos en Nankatsu, yo confío en ello, acoto el joven de cabello desordenado.

Es lo que más deseo, recordar, recordar todo, pero no solo por ello estoy inquieta, dijo la castaña.

No te preocupes por Kumi, pronunció Tsubasa.

¿Cómo sabes que estoy preocupada por ella?, dijo la castaña.

Lo imagine, después de todo ella te ha apoyado mucho, y tras haber aceptado tus sentimientos a pesar de no recordar nuestro pasado y yo haberte dicho que te amo, debes sentirte mal por ella, acoto el joven de cabello desordenado, mientras conducía.

Sí, me siento mal, ella te ama, nunca dejo de amarte, ella me lo dijo, además yo me siento en deuda con ella,..., agregaba la castaña.

Sanae, no tienes por qué sentirte culpable, en el corazón no se manda, como ya te lo había comentado yo tuve un pasado también con ella, pero solo quedo allí en pasado, yo ya no siento nada por ella, en cambio por ti, nunca deje de sentir amor, además como ya te lo había mencionado Kumi a pesar de conocer de nuestro pasado sospecha de mi interés por ti, por ello ha tratado de que tú te intereses en Kanda,..., decía Tsubasa.

Ella me ha apoyado mucho, respondió la castaña.

Y le agradezco ello, pero no por ello vas a alejarte de mí, respondió Tsubasa, con calma, deteniendo su auto en una acera.

No, no lo haré, no quiero hacerlo, pero tampoco quiero que la señorita Kumi me odie, dijo la castaña.

Yo hablare con ella, respondió Tsubasa, haciendo una pausa para agregar, mientras tomaba una de las manos de la joven: No te preocupes por nada mi niña.

No es correcto que me hables así, ya que...., decía la castaña, siendo interrumpida por el joven de cabello desordenado.

Volvamos hacer novios, respondió Tsubasa, mirándola con calidez.

¿Qué?, dijo la castaña con voz temblorosa.

Retomemos nuestro noviazgo, acoto el joven de cabello desordenado, con calidez, al tiempo que la castaña bajo la mirada. Bien, no quiero presionarte a que me des una respuesta, dejemos la misma para otro día, mejor te llevo a tu casa para que descanses, y no te tensiones por nada, yo mañana iré a hablar con Kumi, acoto Tsubasa.

Luego de ello el joven de cabello desordenado volvió a la pista y continuó manejando hasta llegar al lugar donde vivia la castaña.

¡Gracias! dijo Sanae, mientras abría la puerta del auto.

Mañana nos vemos mi niña, respondió Tsubasa con dulzura, mientras acercaba su rostro al de la castaña para depositar un cálido beso en su mejilla.

Tras la despedida la castaña bajo del auto y camino hacia el edificio donde vivia, mientras el joven de cabello desordenado la seguía con la mirada.

Al día siguiente:

Una inquieta castaña, miraba hacia la puerta de entrada de la oficina donde se encontraba, al tiempo que una mujer de lentes la miraba a ella.

¿Te ha pasado algo Sanae?, pronuncio Aiko.

¿Qué?, dijo la castaña.

Estás extraña, inquieta diría yo, agrego la mujer.

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